Comenzaba el aprtido muy igualado para ambos conjuntos, con un Coliseum Burgos de nuevo abarrotado después de disfrutar de la victoria de su equipo frente a Baskonia hace apenas tres días. Y ambos conjuntos salían muy concentrados y buscando un juego pausado. Zaragoza confiaba especialmente en el juego interior y, a pesar de que San Pablo Burgos parecía estar jugando mejor, no conseguía una ventaja realmente significativa en el marcador.

Los puntos fáciles de los de Porfi Fisac enfadaban a Diego Epifanio y la salida de Justiz al final del primer cuarto fue casi definitiva: descanso para Kravtsov y Goran Huskic no podía enfrentarse al cubano: quedó anulado en ataque y fue incapaz de frenarle en defensa. El marcador hacía justicia a la igualdad vista en la cancha: 17-16.

Tras la reanudación la fortuna comenzó a sonreir a Tecnyconta y desplegaron un juego realmente inteligente: jugando muy fácil y aprovechando las ventajas físicas cuando era posible, los de Fisac se impusieron en ambos lados de la cancha. Javier Justiz seguía siendo el jugador más destacado en cancha ante la impotencia del juego interior de San Pablo Burgos y generando ventajas que Nemaja Radovic y Bo McCalebb no desperdiciaron.

San Pablo Burgos se qeudaba muy atrás en el marcador al final de la primera mitad, pero pudo ser peor si el elemento sorpresa en forma de un inspirado Álex Barrera no hubiera actuado a favor de los locales. 8 puntos en menos de 3 minutos para el escolta del San Pablo. El final: 32-42 y mucho por hacer si los de ‘Epi’ querían volver al partido.

Los locales querían cambiar las cosas en la segunda mitad y salieron con buena actitud: Goran Huskic, pero sobre todo, Vlatko Cancar trataban de dar la vuelta al marcador y recortaban las diferencias hasta los 4 puntos en apenas dos minutos y medio. Sin embargo, un buen tiempo muerto y Bo McCaleb cortaron el conato de rebelión en la cancha.

Nacho Martín y Nemanja Radovic se sumaron a la lista de anotadores ante la pasividad de Burgos que no encontraba la forma de mejorar sus sensaciones en pista. El español estuvo especialmente activo en la pintura, con bandejas y tiros a media distancia que alejaban aún más a los maños en el marcador. El resultado al final del tercer cuarto lo decía todo: 48-65 con un partido totalmente decidido.

 

El último periodo quedaba pues para mejorar los números individuales y colectivos. Stan Okoye estaba muy acelerado pero tuvo una pizca de suerte en momentos clave y San Pablo Burgos se dejaba ir en la pista. El único que reaccionó fue Vlatko Cancar. El alero, internacional por eslovenia, sacó carácter y determinación para echarse el equipo sobre los hombros y penetrar con intensidad y sin miedo en un mate que levantó al Coliseum.

Pidiendo siempre el balón, Cancar pareció despertar a los suyos y recortó un poco la diferencia, que puede ser importante ante dos rivales que, sobre el papel, ocuparán posiciones parecidas en la clasificación.