Más atinado comenzó el Herbalife frente a un Bilbao que vivía de un triple de Brown y practicaba su juego basado en tirar desde fuera. En el Granca destacaba Harper, en ataque y la buena defensa de Rabaseda a Bouteille y en Bilbao tenían que lidiar con el contratiempo de Brown, que se tuvo que ir al banquillo con una lesión en el pie derecho. Mumbrú cambió a tres de sus jugadores antes del ecuador del cuarto, tras un inicio con muy malos porcentajes y varias pérdidas. Los tiros libres mantuvieron la pobre anotación de los visitantes (solo tres canastas de campo en el cuarto) y el Granca, dominando el rebote, con buenos porcentajes de tres e intensidad defensiva (22 a 12).

La segunda unidad del Granca no era tan productiva y Bilbao encontró una vía de anotación jugando el dos contra dos con Rousselle y Lammers contra Santana y Bourousis. Gracias a esa dupla y a los tiros libres, Bilbao se mantenía cerca en el marcador, mientras el Granca tenía problemas en ataque, con poca de claridad de ideas y tiros abiertos de sus peores tiradores (Santana, Cook o Paulí). Con la vuelta de Cook y Costello, la ventaja del Gran Canaria se disparó, gracias a un parcial de 19 a 4, mientras Bilbao seguía con su crisis en el tiro, con porcentajes ridículos (7 de 28 en tiros de campo). Entre Beirán, Harper y Costello destrozaron a Bilbao, con una defensa asfixiante, varias canastas en transición y acierto en el triple (48 a 26).

No les sentó bien el descanso a los jugadores, que entraron muy fríos y fallones, dejando malas sensaciones a los aficionados. La pasividad del Herbalife provocó que Bilbao tuviera sus mejores minutos, con Bouteille y Sulejmanovic liderando el apartado ofensivo de los vascos, que dominaron el rebote por primera vez en el partido. La relajación defensiva del Granca, permitió puntos sencillos al rival, aunque apareció Shurna para cortar las opciones de remontada y volver la diferencia más cerca de la veintena de puntos (68 a 45).

Con el partido decidido y anulada la capacidad de reacción de los visitantes, el Granca siguió siendo mejor y Katsikaris no permitía la relajación de sus jugadores. El técnico griego aprovechó para dar descanso a Cook y darle minutos a Okoye (14 puntos en 11 minutos), que no había participado en la primera mitad y aprovechó pra reivindicarse. La ventaja de los locales no dejó de crecer hasta el final.