Balvin, motivado por jugar ante su último equipo, comenzó dominando el duelo con Costello, siendo decisivo en los dos lados de la cancha y facilitando las primeras ventajas de su equipo. El Granca mantuvo el duelo anotador mientras su único pívot (Costello) cometía su segunda falta personal, lo que provocó que debutara esta temporada Balcerowski. Las pérdidas de los locales y la anotación con transiciones rápidas del Herbalife le otorgaron rentas cortas. Bouteille tomó el testigo anotador y minimizó la renta de un Gran Canaria acertado en el triple (17 a 24).

Seguía el Bilbao viviendo de las rachas individuales de sus jugadores, ahora con Jaylon Brown demostrando su capacidad para anotar de formas diferentes. El Granca, más coral e intentando mover con criterio el balón, perdió su pequeña ventaja gracias a la exhibición ofensiva de Brown (14 puntos en nueve minutos). Coincidió el buen momento de Bilbao con el peor del Herbalife, que olvidó la fluidez ofensiva del inicio y en sus ataques prevalecían las pérdidas y los fallos en el tiro exterior (49 a 46).

Los triples de Cook (el mejor del Granca) y de Harper equilibraban el dominio en la zona de Balvin, que seguía castigando a Costello. La aparición de Kulboka sirvió de revulsivo a su equipo, diversificó las armas de anotación del conjunto vasco y seguía dejando a la vista las fisuras defensivas del Herbalife. Después de un tiempo muerto de Katsikaris y de dos triples (Beirán y Burjanadze) los amarillos reaccionaron, aunque Lammers se encargó de mantener el choque equilibrado antes del acto final (74 a 74).

Shurna, en su mejor partido como amarillo, junto a Beirán, tiraron del carro a base de garra, y puntos importantes. Los jugadores no eran capaces de aumentar el listón defensivo, mientras Bilbao se las ingeniaba para seguir manteniéndose cerca en el marcador, a pesar del buen momento ofensivo del Granca. Los visitantes llegaron a tener nueve puntos de ventaja (a menos de cuatro puntos de final), jugando con Shurna y Burjanadze juntos y ambos cuatros erigiéndose como protagonistas del encuentro. A base de empuje, de tiros libres y sacando réditos de la ventaja de altura de Balvin, los locales se aferraban a la pelea por la victoria. Un triple de Costello y la novena asistencia de Cook sentenciaron a un Bilbao que estaba invicto en casa.