Partido vibrante en el Coliseum Burgos en el que ambos equipos sabían que la clave iba a estar en el ritmo y la intensidad y que no quisieron dejar escapar desde el balón al aire inicial.

Sin embargo, fue San Pablo Burgos quien comenzó con ventaja, con nada menos que un 9-0 de parcial a favor de los burgaleses gracias a un triple de Bruno Fitipaldo que inauguraba el marcador, un mate de autoridad de Augusto Lima y una preciosa jugada personald e Earl Clark, que buscó el contacto de espaldas, castigó a su defensor hasta meterlo en la pintura y encestó en suspensión con un lanzamiento cayendo hacia atrás que obligó a Sito Alonso a pedir tiempo muerto para que no se le fuera el partido antes de acabar.

Y es que UCAM Murcia no estaba jugando mal, pero tuvo mala suerte al encestar y cargó mucho el rebote ofensivo en ese inicio de partido, dejando espacios para que San Pablo desarrollara su juego. La reacción de los universitarios no se hizo esperar y llegó de la mano, cómo no, de Askia Booker y Jarell Eddie, el primero con dos triples y el segundo con uno más que, en apenas un minuto, igualaban el marcador. 9-9 en algo menos de 3 minutos de juego.

El partido cogió entonces un ritmo frenético. Bruno Fitipaldo seguía lanzando a los suyos a toda velocidad mientras Booker asumía todas las bolas de juego para UCAM Murcia. El ritmo tan rápido empezó a pasar factura a los de Joan Peñarroya que les costaba anotar cada vez más, hasta que Ferrán Bassas decidió llevar el showtime al Coliseum con una asistencia de circo para Javi Vega y levantar los ánimos del público.

Giannoulis Larentzakis respondía de 3 y San Pablo Burgos insistía en los pases acorbáticos, solo que esta vez la bola se perdió por una de las bandas y Sadiel Rojas tomaba el relevo del espectáculo con un mate por encima del aro en forma de alley-oop y dejaba el marcador en 21-20, un marcador que no se movería pese a que el propio Rojas mandaba a Ferran Bassas a la línea de tiros libres a falta de 2 décimas, pero el base fallaba ambos lanzamientos, poniendo de manifiesto el problema que tiene el equipo azulón desde la línea de personal.
 
El segundo cuarto arrancaba con Earl Clark anotando en segundos, a lo que respondió Askia Booker con un impresionante 3+1 que ponía a UCAM Murcia por delante por primera vez en todo el encuentro. Murcia subió el nivel defensivo y comenzó a mostrar mucha agresividad en pista, pero Thad McFadden se puso la capa de salvador al anotar 4 triples consecutivos sin fallo y alejar mucho a San Pablo Burgos antes de fallar y cometer una técnica por las quejas al árbitro.

Y ese fue el punto de inflexión para el partido. Entre revisiones de jugadas, faltas y técnicas, el encuentro se trabó muchísimo y San Pablo Burgos, a falta de 4 minutos para el final, había lanzado sólo 6 tiros de dos. El resto, todo al triple.

UCAM Murcia supo navegar en el partido y volver gracias a los triples de Rafa Luz y 6 puntos de Dino Radoncic por pura inteligencia, aprovechando el lío que había en la pintura en cada jugada. Al final de la primera mitad, 47-43 con San Pablo Burgos castigando el tiro exterior y los de Sito Alonso mostrándose muy activos en el rebote ofensivo.

Tras la reanudación, la tónica del partido era casi la misma, con San Pablo Burgos anotando desde el exterior y ajustando bien la defensa y las ayudas. Desde ahí, tomó el relevo JP Tokoto forzando faltas y buscando la penetración, pero con un mal acierto en la línea de tiros libres que lastró su actuación y aún tuvo tiempo Lecomte para anotar de tres antes de que se fundiera la bocina de una de las canastas.

Y es que hasta 45 minutos estuvo el partido parado por los problemas técnicos hasta que se encontraron los marcadores de posesión de suelo. Fiesta en la grada y jugadores esperando con algo más de 2 minutos por jugarse.

El parón le sentó peor a UCAM Murcia que a San Pablo Burgos. Ferran Bassas anotaba desde fuera, como no, para ampliar la diferencia a 67-56, una distancia que sería importante para los locales y que sabrían gestionar a pesar de los esfuerzos de Murcia, que lograba anotar de la mano de Lecomte sobre la bocina para dejar el partido abierto: 69-60 a falta de sólo un cuarto.

Los fallos y las imprecisiones reinaron en el último asalto, con un Earl Clark que se dejaba el alma en cada jugada y Murcia recurría a los tiros libres para recortar las diferencias. Fue un periodo más de pizarra que de corazón en el que San Pablo no supo acertar desde el tiro libre, un acierto que sí tuvo Emmanuel Cate desde la personal.

Poco a poco, los universitarios se acercaban en el marcador. La distancia se redujo hasta los 10 puntos con algo más de 3 minutos por jugar y San Pablo con dos bases para manejar el ritmo del partido. Bassas y Fitipaldo toamron las riendas del encuentro, presionando las líneas de pase y tratando de robar la pelota. Un triple del uruguayo y una falta en ataque forzada por Bassas remataban el encuentro, que no llegó a recuperar el ritmo tras el parón pero que deja a un San Pablo Burgos pletórico con pleno de victorias: 69-60 en el Coliseum Burgos.