30 años han pasado ya desde el nacimiento de la actual ACB. Durante estas tres décadas hemos disfrutado en nuestras canchas de las dos mejores generaciones de jugadores españoles (la que logró la medalla de plata en los JJOO de 1984 y la que durante el presente siglo ha llenado de oros el palmarés de la selección), además de otros grandes que no pueden enmarcarse en esos grupos pero que han dejado su nombre en el libro de oro del nuestro deporte, como Herreros o Alfonso Reyes. Sin embargo, el tiempo no ha sido justo con otros jugadores nacionales que han sido o que son muy importantes en nuestra liga pero que siempre han quedado en un discreto segundo plano mediático a la sombra de las estrellas de la ACB.

Hemos realizado un repaso a estos 30 años de Liga para recopilar otros tantos nombres de jugadores españoles que merecen ser reconocidos y recordados. Son los 30 nacionales infravalorados de la ACB.

En esta segunda entrega te ofrecemos los últimos 10 nombres, en orden alfabético, de la lista que proponemos:

 

PÉREZ, RAÚL (Caja San Fernandao 1989-97 y 2002-06, Valladolid 1997-02)

Tirador de leyenda, anotó 770 triples (4º en la historia de la liga) en 495 partidos disputados en ACB con un acierto excepcional del 43%. Este alero de 1.98 nacido en Carmona en 1968 es poseedor de una de las mejores muñecas nacionales que han pasado por la competición.

Lo fue todo en Sevilla y su camiseta fue retirada por Cajasol, también pasó por Valladolid con un notable rendimiento. Llevó a Caja San Fernando a la final de la ACB en 1996. Su tiro con enorme arco, cayendo con nieve, fue su marca registrada (aunque al final de su carrera desarrolló distintas mecánicas, según la posición en la que se encontraba. Un francotirador inolvidable.

PUENTE, SAMUEL (Valladollid 1983-89) 

Alero de 1.97 y nacido en 1956, comenzó su andadura en ACB ya con un largo bagaje en la elite del basket nacional con el Real Madrid y el Miñón Vallisoletano. Con el Forum finalizó su ciclo profesional con un lustro en la recién nacida ACB.

Poco atlético y con una imagen que se asemejaba a un señor de mediana edad que a un deportista de elite, Puente era un jugador de enorme calidad y gran inteligencia. Fue el máximo anotador nacional de los vallisoletanos durante la segunda mitad de la década de los 80, firmando 19.7 puntos de media en la temporada 1985-86.

RAMIRO, FEDE (Ferrol 1983-85, Caja Madrid 1985-86, Baskonia 1987-88, Caja de Ronda 1988-91, Valladolid 1991-94, Salamanca 1994-96)

Auténtico seguro de vida, Fede Ramiro fue un director de juego clásico y muy eficiente que ofreció sus prestaciones en la ACB desde la década de los 80 hasta mediados de los 90.

Este jugador de 1.86 de estatura nacido en 1962 será recordado por muchos como el base de aquel Caja de Ronda de los Arlauckas, Vecina y Ricky Brown que, bajo la batuta de Mario Pesquera, dio tan buen resultado a pesar de lo corto de la plantilla (los jugadores citados disputaban prácticamente los 40 minutos y el tiempo restante se lo dividían hombres como Grau, Palacios o Blanco). Ramiro era un director muy sólido, de los que no solía fallar. Ensombrecido en su época por los Solozabal, Corbalán, Montero, Jofresa y compañía, es uno de los bases más infravalorados y olvidados de la historia de la ACB. Fue máximo asistente de la liga en la temporada 1989-90.

 

RODILLA, NACHO (Lliria 1991-93, Valencia 1994-2003, Lleida 2003-04)

Protagonista principal del crecimiento y la irrupción de Valencia en la elite del basket, se alzó con el Pamesa con la Copa del Rey y la ULEB Cup, además de disputar una final ACB y colgarse la medalla de plata en el Eurobasket 1999 con la selección española. Con todo, ni se le valoró de forma global como se mereció (no así en Valencia), ni en la memoria queda como uno de los mejores bases modernos de la liga.

Base de 1.92 nacido en 1974, rompió el molde del típico base español director de juego, con poco físico y buen tiro. Era más bien un base a la italania, que aprovechaba a la perfección su estatura y que no destacaba por su gran muñeca, aunque en sus últimos años de carrera superó el 40% en el triple. En su mejor temporada a nivel numérico, promediaría 15.8 puntos, 2.7 rebotes y 3.1 asistencias por encuentro en la campaña 1999-00.

RUÍZ LORENTE, JOAQUÍN (CAI 1983-91, Unicaja 1991-93, Valencia 1993-94, Huesca 1994-95, Gran Canaria 1995-97, Lobos Cantabria 1997-01, Breogán 2001-02)

Ruíz Lorente disputó nada menos que 452 partidos a lo largo de 18 temporadas en la ACB. Creció como jugador en el CAI Zaragoza a la sombra de los Llorente y Arcega, para ir ganándose poco a poco un rol muy importante en el conjunto maño, con el que conquistó la Copa del Rey de 1990. Tras abandonar Zaragoza, comenzó un largo periplo que cerró con unas grandes temporadas en el Lobos Cantabria bien entrada la treintena.

Un clásico de la liga, fue uno de los bases nacionales más sólidos de la época, un seguro de vida al estilo del actual Albert Oliver. Nacido en 1966, este base de 1.87 de estatura dejó su impronta de profesionalidad ahí donde jugó.

SALVO, QUINO (Valladolid 1984-89, Caja San Fernando 1990-92)

Socio en el perímetro vallisoletano de Samuel Puente, como su compañero llegó a la ACB con varias temporadas en la elite con los colores del CB Zaragoza.

Formaba la extraña pareja con Puente, ya que como aquel no tenía una imagen precisamente estilizada, siendo la versión española del club de la carnitina del pallacanestro italiano. Jugador de raza, este alero de 1.91 nacido en 1958, llegó a promediar 14.8 puntos en la temporada 1986-87. Un auténtico toro físicamente, enorme carácter y mucho corazón, su inteligencia le hizo sacar partido a sus cualidades y esconder sus limitaciones.

SÁNCHEZ, MANEL (Breogán 1984-92)

Capo y capitán carismático de un clásico de la ACB como el Breogán de Lugo, este escolta de 1.92 nacido en 1958 puede ser considerado uno de los mejores anotadores españoles de toda la historia de la competición.

Como ocurrió con otros coetáneos como Aller o Germán Gonzalez, vivió a la sombra de los Epi, Margall, Sibilio Villacampa y compañía, lo que hizo que su participación con la selección española se limitara a dos internacionalidades. Jugador de enorme carácter, un líder nato, anotador voraz y peligroso tirador que promedió nada menos que 17.7 puntos en sus 243 partidos en ACB, alcanzando unos espectaculares 24.2 puntos por actuación en la campaña 1988-89.

SANTOS, ISMA (Real Madrid 1989-99)

A pesar de que sus promedios digan lo contrario (apenas 4.1 puntos por partido), Isma Santos fue un hombre clave en los éxitos del Real Madrid durante la década de los 90, siendo participe en los triunfos en Copa del Rey, Liga ACB y Euroliga.

Fue utilizado como auténtico perro de presa defensivo, siendo considerado uno de los mejores en este aspecto en la historia de la Liga. Este escolta de 1.92 nacido en 1972 tenía calidad para mucho más, pero se acomodó a ese rol como un guante, sacrificando el lucimiento personal al bien de su equipo.

SOLANA, FRANCESC (Granollers 1990-93, Andorra 1993-94, Girona 1994-99, Caja San Fernando 1999-02, Fuenlanbrada 2002-07) 

Jugador íntegro, honesto y de carrera ejemplar y longeva. En sus 466 partidos en la elite del basket ofrecería solidez anotadora y recursos ofensivos.

Alero de 1.98 nacido en 1972, alcanzó los 16.8 puntos de media con Fuenlabrada en la temporada 2002-03, pero son varias la temporadas en las que se fue por encima del doble digito en la faceta anotadora. Capaz de anotar en suspensión, como en penetración, no era un superdotado físicamente, pero si un jugador inteligente y conocedor del juego. A pesar de sus buenos números, nunca fue llamado para defender los colores de la selección

SÚAREZ, NACHO (Manresa 1983-84, Granada 1986-88, Ourense 1989-91, Murcia 1991-93, Huesca 1993-94)

Le costó asentarse en la elite del basket nacional y su estrella brilló durante un periodo de tiempo demasiado corto, pero suficiente para dejar su improna en la historia de la liga.

Durante sus años en Ourense y Murcia, este leonés de 1.88 y nacido en 1964 fue el base total, el hombre que podía hacer de todo en la cancha. Una especie de Jason Kidd a la española, tal y como nos relató Javier Figueiredo en su ¿Por qué era tan bueno Nacho Suárez? Ha sido el único jugador en la historia de la liga en firmar nada menos que dos triples dobles (10+10+11, ante Murcia en noviembre de 1990 y 15+10+11, ante Pamesa en diciembre de 1990). La temporada anterior a lograr esos dos hitos históricos (la 1989-90) promediaría 17.2 puntos, 3.6 rebotes y 4.6 asistencias por actuación.