Arrancaba bien el partido para Burgos, con muchas ganas de agradar en su cancha y confirmar la mejora que ha ido ofreciendo en los últimos partidos. Sin un juego excesivamente brillante, un 4-0 dejaba claro que los locales querían marcar el ritmo del partido, una de las claves si el San Pablo quería llevarse la victoria ante su público. Sin Embargo, se llevó dos faltas en contra demasiado pronto.

Burgos repartía los puntos en su equipo aprovechando que Montakit Fuenlabrada no estaba tan entonado en el triple como en su último partido. A pesar de los esfuerzos de Cruz, los de Néstor García no terminaban de encontrar su ritmo y el primer cuarto dejaba una cómoda ventaja a favor de los locales (18-11).

Tras el parón, se invirtieron los roles: San Pablo Burgos perdió el acierto anotador y la capacidad de tomar buenas decisiones, dando lugar a nervios, imprecisiones y pérdidas. Mientras Montakit Fuenlabrada trataba de acercarse en el marcador, Los de Epi sobrevivían a base de jugadas individuales esperando una reacción que no llegaba.

La línea de triple marcaba la diferencia en el último minuto y medio de juego. Gailius y Edu Martínez aumentaban la distancia y la última jugada quedaba para Fuenlabrada, que no consiguió anotar ante una buena defensa de Burgos y dejó el marcador 37-26, sin un juego brillante por parte de los locales, pero que le valía a Diego Epifanio para mantener una distancia más que cómoda.

Tras la segunda mitad, San Pablo Burgos salió totalmente fuera del partido. Muchas faltas y el partido en el tiro libre, pero el verdadero problema de los locales estaba en los rebotes. Con un juego muy rápido y que favorecía más a Burgos que a Fuenlabrada, los locales consiguieron mantener su renta hasta que Paco Cruz y Marko Popovic se pusieron el mono de trabajo. Poco a poco la renta local se quedaba en nada gracias a los triples de Popovic y el cuarto terminaba con Montakit Fuenlabrada por delante (53-54).

El último cuarto evidenció el problema de Burgos con los rebotes.Smits conseguía anotar un triple después de 3 intentos de tiro errados por Montakit y el banquillo lo celebró con rabia. El partido entró en una espiral de errores, fallos e imprecisiones que terminó en dos ocasiones de Burgos para ponerse por delante a menos de un minuto: Huskic no conseguía anotar de espaldas contra Eyenga y Fisher botaba y botaba en los últimos segundos para fallar y dar el triunfo a Fuenlabrada (69-71).