Su llegada fue una decisión cuestionable atendiendo a lo que había pedido Aíto cuando renovó en verano con el Cajasol: experiencia para lograr "un equipo más equilibrado". Y le trajeron a Scott Bamforth, rookie, universitario Weber State con el cartel de especialista en tiros de tres. El entrenador del club sevillano no vaciló a la hora de asegurar que quería apostar por el peligro desde el perímetro, y para ello el norteamericano (ojo, extracomunitario) se presentaba como importante pieza de artillería. Y sin embargo, jugada la mitad de la fase regular, su equipo ocupa el último lugar en el acierto desde 6.75 con un 29.89%.

Tras un buen debut ante el Gipuzkoa Basket (14 puntos y 4 rebotes), su primer partido en el Palacio de Deportes de San Pablo, ante Unicaja, dejó una imagen muy curiosa: Bamforth llegó a disputar hasta 23 minutos, y sin embargo no tiraba. Cerró el derbi andaluz con un 2/2 en tiros de dos y dos triples fallados. Se mostró incapaz de encontrar ni generar espacios. Sus dos próximos partidos explotaría para arrasar: 26 puntos ante Valladolid y 20 puntos ante el Laboral Kutxa

Sin embargo, hay un aspecto verdaderamente preocupante y nos lleva a la muñeca del de Albuquerque. Del 46% en triples con que cerró su etapa NCAA, uno de los avales de su llegada, no queda nada. En lo que llevamos de competición cuenta con bajos porcentajes de acierto y, sin embargo, muchos lanzamientos. No es nada raro que el escolta alcance los 10 puntos en un partido, pero para ello ha venido forzando los tiros de campo. Bamforth lleva ya 23/57 en tiros de dos y 31/111 en triples. En los tiros libres (35/38) sí que está cumpliendo. A medida que se desarrolla la temporada se le ha visto poner más cabeza, recular y atender a las necesidades del colectivo, y aquí encontramos una importante señal de su (dura, recordando que se trata de su primera experiencia como profesional) adaptación a la Liga Endesa.

Nuestro compañero y coach, Daniel Rodríguez Pacheco, nos ofrece claridad con su análisis: "A Scott Bamforth se le puede describir como un tirador insaciable. Tirador. El día que la fortuna le sonríe puede aniquilar perfectamente un partido, ya que es capar de lanzar con suma facilidad incluso desde más allá de los 6,75, algo que agranda el espacio y por tanto pone en más dificultades a defensores. Sin embargo, cuando no está acertado en los primeros lanzamientos tiene la capacidad de mantenerse frío y no dejar de ejecutar cuando tiene la ocasión, pese a poder llegar a realizar series de 8 o 9 lanzamientos fallidos, como ha sucedido esta temporada. Desde el punto de vista del entrenador es algo que se agradece. El jugador se siente cómodo, importante desde esa posición; y tiene asumido que su virtud reside fuera del perímetro. Por poner un ejemplo con el que todo el mundo entienda la comparación (obviando las distancias), Bamforth es un exterior del tipo Juan Carlos Navarro: a pesar de no llevar un buen día desde el lanzamiento no se arruga, no decae mentalmente y sigue buscando cada bloqueo y cada espacio como si de el último tiro a realizar de su vida se tratase. Esto lleva a que si no está acertado, en lugar de un jugador que deja de lanzar al tercer fallo y registra un 1/4 se convierte en una marca de 0/7, 1/8, etc. Bien es cierto también que se trata de un jugador pequeño, por lo que pese a tener una buena y rápida ejecución, necesita más espacio frente a su defensor para armar un tiro “fiable”.  Cuando este espacio extra no existe Bamforth sigue lanzando, y he aquí otra de las posibles claves de los altibajos en sus porcentajes. Como añadido, sería bueno para el jugador y por supuesto para el equipo que buscase más soluciones desde dentro del perímetro. Su porcentaje de tiros hechos de 3 dobla al de 2 puntos. No es un jugador al que se le vea lanzar desde muy cerca del aro (bandejas, tiros por elevación, etc.) y con su capacidad de desborde probablemente sumaría  más. Los defensores lo van conociendo, y defendiéndole aceptablemente el tiro es sencillo anularlo".

Ahora entramos en la misteriosa facilidad de este jugador de 1.88, a menudo en inferioridad de altura respecto a sus defensores, para hacerse con el rebote. Su media de 3.8 por encuentro no refleja los 8 que se llevó ante el Fuenlabrada, 10 ante Manresa o 7 en Tenerife. Registros en un apartado inesperado para un escolta, agradecidos ante la sensible lesión de Latavious Williams, y que traducen su intenso trabajo en este aspecto (correteando, buscando espacios y luchando el balón) en estabilidad sobre todo defensiva. El propio Aíto comentaba no hace mucho en rueda de prensa, divertido, que su equipo tenía el rebote arreglado gracias a Bamforth. 

Sumando y sumando, son ya 61 sus capturas. Volvemos a recurrir a Dani Rodríguez para el análisis: "No se suele identificar a los exteriores, incluso aunque sean altos, por obtener grandes números en los parámetros reboteadores. Analizándolo desde la parte táctica, el americano es un jugador muy inteligente en esta faceta. Suele estar muy bien colocado esperando los rechaces, y esto no es fruto de la casualidad. Un tirador suele saber hacia dónde se va a proyectar su lanzamiento y Bamforth lo aplica a la hora de rebotear. Una estadística dice que de 4 tiros (fallados) 3 salen hacia el lado contrario de donde se ha lanzado. Esto es un dato que ayuda a la colocación y a la búsqueda del balón cuando no atraviesa la red. Por otro lado, el estadounidense posee una gran capacidad de salto. Esto le permite,  además de poder competir en muchas ocasiones con los interiores en la lucha por el rebote, que cuando la pelota ha rebasado el espacio aéreo normal en que se mueven los pívots, sea uno de los favoritos a sumar un punto más en su valoración".

Es pronto para hacer juicios de cualquier tipo ante la primera experiencia real de un jugador de 24 años, pero sí una doble situación curiosa ante sus características. De momento el que lo tiene claro es Aíto, experto en tallar diamantes del talento joven, que no ha dudado en contar con él. Habitual en el quinteto de Cajasol en pista, yel técnico dejó claro en una de las ruedas de prensa post-partido que "Bamforth es un ganador, tiene carácter ganador".