Tras un inicio arrollador en la Liga ACB (4-0), el Ayuda en Acción Fuenlabrada ha encajado dos derrotas consecutivas, la última ante el Valencia Basquet por un doloroso 67 a 82.
Más allá de los números, lo grave de la situación es la imagen ofrecida por el equipo, que tiene desconexiones muy importantes durante varios minutos síntoma de una clara pérdida de intensidad.
La posición de ala-pívot está causando muchos quebraderos de cabeza a Luis Guil. Ante el Valencia decidió dejar apartadas durante michos minutos a las que estaban llamadas a ser sus dos principales bazas en el puesto de cuatro: Leo Mainoldi y Kaspars Berzins. Guil recurrió a alternativas de menos caché buscando la dureza: José Angel Antelo y Matías Sandes. Quizás así la calidad en pista sea menor, pero no se puede competir en ACB sin una defensa interior sólida.
Florent Pietrus es un contrincante difícil de parar si no se domina la pintura, y su potencia física unida a la aportación de Claver desde la posición de alero permitieron al Valencia Basquet dominar el rebote. Entre estos dos jugadores capturaron 20 rechaces (41 todo el equipo), mientras que el Fuenla se quedó en 23.
Por otra parte, la posición de base también está fallando últimamente. No por ausencia de calidad, sino por la intermitencia en el juego de Colom y, sobre todo, Chis Thomas. El base americano es capaz de lo mejor y de lo peor, de jugar medio partido y sumar (o restar) -6 de valoración al descanso para luego marcarse un tercer y cuarto períodos brillantes y acumular 20 puntos de valoración en esos 20 minutos.
El buen hacer de Thomas coincidió con una remontada épica del Fuenla, que pasó de perder de 20 a ponerse a sólo 4 puntos de distancia gracias, además, al resurgir de un Gerald Fitch que se lesionó la rodilla derecha pero que aún así quiso seguir contribuyendo.
Pero el Valencia Basquet mostró su seriedad. Con Lishchuk muy duro en defensa, parando bien a Batista y además anotando desde más allá de 6,25, Pietrus metiendo para abajo todas las segundas opciones de su equipo, Claver dando moral a los suyos con sus mates y jugadas importantes, Nando de Colo con su mortífero tiro en suspensión tras parada y Rafa Martínez asumiendo el mando desde la sobriedad en la posición de escolta, los de Spahija volvieron a marcar el ritmo y ahogar la reacción local.
"A veces no reconozco al equipo", dijo Guil en rueda de prensa. Además, reconoció haber visto una "defensa horrible" durante alguna fase del encuentro. Parece que el entrenador del Fuenla tiene mucho trabajo por delante para devolver al equipo el brío del principio de la temporada.