En esta jornada matinal de domingo recibía un Movistar Estudiantes con urgencias de ganar e inmerso en una racha negativa a un San Pablo Burgos excelentemente apoyado desde la grada minutos antes del salto inicial.

Salían los locales con Arteaga y Caner-Medley como pareja interior para tapar a Kravtsov y Thompson en uno de los puntos débiles de los colegiales. Por primera vez en varias jornadas eran los de Berrocal los que proponían con una mejor fluidez ofensiva. Con Gentile como principal amenaza atrayendo a defensores, sería Omar Cook el que percutiría desde el triple por dos veces poniendo por delante a los suyos. Los errores en el tiro se sucedían en los dos lados de la cancha pero el incesante golpeo de San Pablo Burgos pondría por delante a los castellano-leoneses con un parcial de 7-0 (9-11, min. 7). Se atascaría el tanteo para ambos conjuntos aunque con los visitantes por encima y cerrando el cuarto de manera excepcional con una jugada estudiada en el tiempo muerto y finalizada con una bandeja de Frazier con el que se vislumbraba un 13-16 tras la bocina de final de cuarto.

Parecía que empeñados en evitar los desastres que suelen ser los segundos cuartos, los madrileños salían como locomotoras más que dispuestos a revertir el marcador. Fueron unos cinco minutos en los que el Estu demostró el equipo al que se tiene que empezar a asemejar: inteligencia en defensa para suplir la carencia rotacional y dinamismo en ataque con Clavell actuando de magnífico revulsivo. El parcial era de 12-2 y la ventaja de siete puntos con el 25-18 que dejaba el triple de Gian Clavell. Se encargaba Deon Thompson de mantener a raya la diferencia pero dos potentes mates de Arteaga y una inspirada línea exterior -9/14 TC en este cuarto- dejarían al Estudiantes con un favorable 35-31 al descanso justo después de un tremendo lío con el reloj de posesión del que salió claramente perjudicado el equipo local.

Salía más concentrado de vestuarios San Pablo Burgos asestando un parcial de 8-0 en apenas minuto y medio recobrando la ventaja en el marcador. Era obligado el tiempo muerto después de tres triples de Alex López y un parcial de 14-2 que devolvían la ventaja a los de Epifanio (37-45, min. 24). La diferencia sería superior a los diez puntos y Suton, justamente después de marcarse un ‘airball’, anotaría más puntos en dos acciones consecutivas –un triple y una bandeja- que el equipo en los siete primeros minutos. Le seguiría un candente Gentile que sacó a relucir la enorme clase que atesora y que con 8 puntos consecutivos reducía el déficit a tan solo dos. Una reacción espectacular de los de Berrocal la cerraría un triple desde el balcón de su casa Ludde Hakanson consiguiendo así la superioridad en el marcador con un 55-54 y los últimos diez minutos por decidir.

Se avecinaba un último cuarto repleto de emoción y tensión a partes iguales y con los locales golpeando primero con Suton. La respuesta de Burgos llegaría desde la línea de tiros libres, provocando faltas en la pintura rival y situándose por encima con dos tiros libres de Alex López y otros dos de Thompson (60-64, min. 34). El partido se convertía en una guerra de trincheras en la que prácticamente solo se podía anotar desde el tiro libre. Hasta que apareció Darío Brizuela. Con empate a 75 anotaba un triple que les ponía de nuevo por delante con dos minutos por jugarse. Errores de los locales y con Fitipaldo y Cancar acudiendo de nuevo a la línea de 4,60 dejaban al Estudiante al borde del abismo con 78-79 y 22 segundos de juego. Una impresionante canasta de Gentile a la media vuelta después de haberse quedado sin bote dejaría a los suyos por delante en un marcador que no se volvería a mover. Fallaba Frazier el tiro final y conseguía así Movistar Estudiantes una victoria importantísima por 80-79 que le da respiro y combustible para los próximos encuentros.