El partido empezaba con los de Badalona jugando con las ideas muy claras: castigar a Goran Huskic, y es que los 8 primeros puntos de los de Ocampo surgían de 4 combinaciones entre Jordan y Vidal ante el pívot serbio (8-4). Los burgaleses se verían 8 puntos abajo en el minuto 7 de partido (14-6), sufriendo con el desacierto de Jenkins (0/5 en el primer cuarto), pero se reengancharían al partido con las transiciones de Fisher y Gailius. Aunque Ventura daba aire fresco con dos triples consecutivos, el empeño de la Penya en lanzar triples (3/9) y un triple inverosímil de López en el último segundo hacían que la brecha fuera tan solo de 5 puntos al final del primer cuarto (20-15).
Una defensa muy cerrada de los de Epifanio atascaba el ataque verd-i-negre y con la dirección de Schreiner conseguían un parcial de 2-11 (2-16 sumando los últimos minutos de primer cuarto) y tener las primeras ventajas. La Penya recuperaba sensaciones con Wayns y Vidal en el back-court, pero el acierto triple (4/4 en el cuarto) y el buen hacer de un Deon Thompson (que a la chita callando llegaba a los 10 puntos), mantenían a los visitantes por delante en el electrónico. La traca final llegaría con un parcial de 9-2 favorable a los catalanes dominado por el poderío interior de Jordan y un triple final de López-Arostegui. Al descanso, la Penya ganaba por 5 (42-37).
Dos faltas personales de Huskic en los primeros 30 segundos de cuarto cargaban al pívot serbio con 4 personales, pero su recambio Sebas Sáiz producía con facilidad en el juego sin balón y machacaba el aro en un espectacular put-back (46-45). Ante el desacierto de Richard (1/7 en tiros hasta el momento) y las trampas defensivas de Epifanio para propiciar la precipitación de la Penya, los burgaleses se volvían a tomar las riendas del partido (48-52), con Thompson llegando a la quincena de puntos. Ante la falta de líderes, emergía la figura de un eléctrico Maalik Wayns, que sumaba 11 puntos en este cuarto pero generando siempre a partir del 1c1 (60-58), pero a parte de anotar, necesitaban que el base involucrara a más compañeros. El Olímpic de Badalona se encendía con un dos mates de Birgander y Richard, y eso contagiaba de energía al equipo para cerrar un parcial de 9-2, que rompería un Javi Vega que finiquitó su sequía en el triple (0/13 en las últimas 7 jornadas). Habiendo empatado el segundo y el tercer cuarto, el electrónico reflejaba el 69-64 con 10 minutos por jugar.
El partido seguía siendo una montaña rusa y las defensas apretaban. La Penya se encomendaba a un Jerome Jordan que sufría defensas dobles en cada recepción de balón, mientras que el Burgos vivía del acierto de Schreiner, que anotaba su segundo y tercer acierto desde el 6.75; el austríaco también acumulaba una mala racha en los últimos partidos (1/19 en los últimos 5). Con un 2+1 de un persistente Thompson, los visitantes seguían con un parcial abierto que terminaría siendo de 4-17 (73-82), y parecían haber dado con la tecla con un rol muy activo de Sebas Sáiz en las ayudas defensivas. Las defensas de los de Epifanio eran de manual, y las segundas y terceras ayudas contrarrestaban los intentos de penetración de Wayns y Richard. En 7 minutos y medio de periodo, los locales tan solo habían anotado 4 puntos (2 de tiro libre), y por si fuera poco, una técnica por simular a Wayns situaba a los suyos 11 puntos abajo y menos de dos minutos por jugar. Los jugadores del conjunto catalán quisieron hacer la guerra por su cuenta, y dado el acierto nulo en el último cuarto (0/7 triples), terminaron sin opciones de luchar por el partido en las últimas posesiones.