Cuatro pérdidas de balón en menos de cuatro minutos. Así empezó el Herbalife un partido en el que se jugaba algo más que un simple derbi. Por parte visitante, juego fluido, pases, Iverson y Abromaitis sacando ventajas del buen movimiento del balón y de la nefasta actitud del Granca en defensa. Una leve mejora defensiva del Granca, pero muchos problemas para anotar al mismo ritmo que el vecino, con un Bassas en plan microondas, saliendo desde el banco. Solo un Strawberry hiperactivo era capaz de buscar la canasta con agresividad y sin la presión que sentían sus compañeros. (14 a 22).

Apareció el corazón del Herbalife, Rabaseda, para anotar dos triples seguidos y meter a su equipo en el partido. Después Brussino, Steiger (de dos) y Eriksson mostraron mucho acierto en el tiro de larga distancia. Los locales, que habían conseguido catorce puntos en el primer cuarto, llevaban quince en tres minutos y medio del segundo, consiguieron igualar el partido, pero no mantener el ritmo. Brussino, Abromaitis y Steiger, con un triple cada uno, volvían a marcar diferencias entre los dos equipos, con un Gran Canaria que seguía dejando muy malas sensaciones en defensa, con la vuelta de los titulares a la cancha (43 a 49).

El Granca, con Rabaseda y Báez en el quinteto inicial, salió con más energía e intensidad, pero está muy limitado y sus propios errores no le dejaban recortar la diferencia. El Canarias (Iberostar Tenerife) sin demasiado brillo, seguía por delante, con rentas cortas, como casi todo el partido. Abromaitis estaba demostrando un gran nivel, si fallar ni un solo tiro y haciendo mucho daño al Herbalife. El cuarto estaba siendo más defensivo y los dos equipos estaban cometiendo más errores que en la primera parte. Los amarillos, otra vez más, perdiendo una gran cantidad de balones y los aurinegros, con peores porcentajes de tiro (60 a 65).

El inicio del último periodo fue muy importante para los visitantes, que con un parcial de 0 a 8 y un Granca descompuesto, rompieron el partido. Los de Vidorreta fueron muy superiores en los pequeños detalles, tan importantes en este tipo de partidos. Los rebotes ofensivos y la inoperancia de los ataques del Gran Canaria, fueron decisivos para que los aurinegros superaran la decena de puntos de ventaja y vieran con más claridad la victoria. El Iberostar sentenció el choque permitiendo un intercambio de canastas y manejando cómodamente la ventaja.