San Pablo Burgos llegaba a Badalona con ganas de confirmarse en las primeras plazas de la clasificación y mantener la condición de invicto. En las antípodas de la tabla se encontraban los locales después de perder con Real Madrid y Coosur Real Betis en las dos primeras jornadas, necesitando la victoria encarecidamente.
El comienzo del partido lo protagonizaba un dominante Augusto Lima bajo los aros. Entre el brasileño y Ferrán Bassas, la intensidad de los burgaleses era superior y gracias a la eficiencia exterior de Earl Clark, con dos triples, se situaban con una primera ventaja inicial (6-11, min. 5). La desordenada defensa de los de Carles Durán y el poco acierto por parte del conjunto verdinegro propiciaba un rápido parcial de 3-11 que ayudaba a los de Peñarroya a escaparse en el marcador.
La reacción de los locales llegaba gracias a un quinteto que hacía pleno de canteranos a excepción de Simon Birgander –Zagars, Dimitrijevic, Ventura y Parra-. Los dos últimos eran los encargados de aportar los puntos, mientras que los dos bases asistían. Finalmente, una bombita de Harangody reducía la diferencia en el último segundo (19-23).
Cambiaría la imagen del partido, con los verdinegros cerrando filas en defensa e incluso llegando a forzar la bocina de final de posesión en una ocasión. Dimitrijevic estaba encendidísimo. Anotaba triples a la par que se jugaba una técnica después de una rigurosa falta en ataque sobre Fitipaldo. Aún así, la Penya ganaba más con él en pista, y Durán lo sabía. La mejora de juego en los catalanes era clara y solo faltaba que Prepelic se uniese a la fiesta tras un comienzo aciago. El esloveno era el elegido para poner a los suyos por delante hasta en dos ocasiones, encontrando oposición en un viejo conocido para la ciudad como era Thad McFadden.
Un triple del jugón de Flint mantenía a los suyos a una canasta de diferencia, una situación que distaba mucho de la vista diez minutos atrás. Earl Clark, el más destacado de los de Peñarroya al descanso, cogía el testigo del combo norteamericano y con dos tiros libres clausuraba la primera parte con una ventaja mínima (37-38).
En la reanudación aumentaría la dureza de las defensas y Lima y Birgander ganaban protagonismo en la ofensiva de sus equipos. Aunque, para ser honestos, Augusto Lima lo llevaba teniendo durante todo el encuentro. El choque sería a partir de entonces un ‘toma y daca’ continuo hasta el último minuto del cuarto. Los visitantes se apoyaban fundamentalmente en Lima, McFadden y Clark, con Bassas apareciendo esporádicamente. Prepelic, sabedor de que no estaba acertado -estaba en 2-9 en TC- lograba sacar rédito desde la línea y lograr dobles dígitos en anotación.
Con Nikos Zisis, que se encontraba más cómodo en su faceta de organizador, los locales devolvían el parcial de 11-3 de la primera parte y se iban al último cuarto con ocho puntos a favor (63-55).
Parecía que los de Carles Durán habían logrado controlar el flujo anotador de sus rivales pero el comienzo del último cuarto fue un mazazo para los verdinegros. Abusando del tiro exterior, sin éxito, y cometiendo varias pérdidas fueron poco a poco perdiendo la renta obtenida anteriormente. Un parcial de 15-2 en seis minutos volteaba el marcador a favor de San Pablo Burgos con un protagonista bien definido: Earl Clark. Sus ocho puntos ponían patas arriba el Palau de Badalona y una canasta suya situaba la ventaja en cinco puntos (65-70, min. 36).
Aparecerían entonces Prepelic y Birgander que, con 5 y 4 puntos respectivamente, imprimián emoción al encuentro cortando la sangría en el tanteo. Dos tiros libres del esloveno dejaban a los suyos un punto abajo a falta de 59 segundos. La réplica la daba Augusto Lima, también desde la línea, obligando a jugar una posesión rápida por parte de los de Durán. Dos malas decisiones en ataque y una rabieta infantil de Omic que era sancionada con técnica dejaban el partido visto para sentencia hundiendo aún más a los locales y aupando a San Pablo Burgos a las primeras plazas (74-82).