El Gran Canaria no permitía tiros cerca del aro a los visitantes y vivía instalado en la irregularidad ofensiva, con tres triples (dos de Rabaseda y uno de Harper) y varias pérdidas. Zaragoza dejaba la conducción de los ataques a Seeley y antes del ecuador del cuarto Fisac sacó de la pista a Alocén e introdujo a San Miguel. Harper defendió muy bien a los exteriores maños y en ataque, a pesar de sus pérdidas, estuvo incisivo y acertado. Dos antiguos jugadores del Herbalife, Brussino, saliendo desde el baquillo y Seeley, con dos triples de Seeley, lideraron un parcial de 1 a 10, con lo que volvieron a igualar la contienda (16 a 17).
Siguió aumentando el parcial con dos mates de Krejci y Hlinason, mientras el Herbalife no salía del caos ofensivo. Zaragoza llegó a su máxima ventaja (18 a 28) jugando de manera sencilla, abriendo espacios con Hlinason cerca de canasta, muy acertado en su duelo con Costello. El Granca vivía de dos canastas aisladas de Okoye, una tras rebote ofensivo y la otra después de un robo. Salieron momentáneamente, los locales de la frustración con un par de transiciones rápidas, gracias a su intensidad defensiva, aunque seguían si estar acertados en los tiros exteriores (33 a 39).
Seeley y Hlinason mantenían el ritmo anotador de los visitantes, mientras Rabaseda y Costello lo hacían por parte local, en un partido que continuaba cargado de imprecisiones. Los dos equipos mostraban una gran actitud defensiva, pero cometían errores que permitían anotar al rival con comodidad. Aunque en ataque los fallos eran más groseros, con numerosas pérdidas de balón y tiros en situaciones complicadas. Zaragoza aumentó su ventaja en este intercambio entre equipos a los que le falta rodaje, gracias a las individualidades, con la aparecieron de Barreiro y de Benzing (46 a 59).
Incapaces de reducir la diferencia, a los canarios se les notaba cada vez más presionados y no encontraban ritmo anotador. Las posesiones eran largas y con poco orden, mientras Zaragoza se las ingeniaba para seguir anotando, sobre todo con tiros de media distancia. Harper dio un paso adelante para intentar meter a los suyos en un final apretado, pero de nuevo, Seeley y Benzing, aparecieron para acabar con las esperanzas locales.