"No lo puedo negar. Faried tiene una explosividad que nos gusta y creo que a los fans también".
George Karl, técnico de los Denver Nuggets, rendido ante el partido que su rookie -el que durante muchos partidos ha recogido las migajas- ha hecho contra los Timberwolves: 10 puntos, 14 rebotes y 3 tapones off the bench. Una actuación sublime ante el segundo mejor reboteador de la competición, Kevin Love. Todo un reto para demostrar su capacidad reboteadora, como confirmó el propio jugador a la prensa local después del partido, en esa particular rueda de prensa en el locker room. Faried deleitó de nuevo con otro par de jugadas espectacularesdonde el tapón y el mate fueron elevados a su máxima expresión. Y el público, entregado.
Tal derroche de explosividad ya lo habíamos visto en Morehead State, una pequeña universidad de la conferencia del valle del Ohio. El máximo reboteador en la historia de la NCAA presentó una mejora considerable en su último año que le abría las puertas de la NBA. Se coló en la primera ronda del draft porque alguien confió en que ese talento físico debía tener un lugar en la mejor liga del mundo. Primero poco a poco, tanteando el terreno: 9 minutos en su debut contra Utah; 11 contra Sacramento casi un mes después o 4 contra los Blazers a principios de febrero…Hasta demostrar que puede jugar mucho más: 24 minutos contra los Suns, otros 24 frente a los Grizzlies o los 35 contra Minnesota, el pasado 20 de febrero. 13 puntos, 9 rebotes y un tapón contra Phoenix; 18 puntos, 10 rebotes y 2 tapones ante Memphis y los ya nombrados 10 puntos, 14 rebotes y 3 tapones frente a Ricky, Love y compañía.
*En el último partido disputado por los Nuggets, Faried volvió a ser titular y sumando 12 puntos, 9 rebotes, 2 recuperaciones y 1 tapón en la derrota ante los Clippers (95-103).
"Bye, bye, Birdman."
Así de contundente se muestra el columnista del Denver Post, Mark Kiszla, que aboga por un cambio de aires para Chris Andersen, un veterano con 10 años de batallas, deportivas y -digamos- alejadas del ámbito del fair play.
Corría la temporada 2008-09 cuando nos hacíamos eco del resurgir del ave Phoenix. Chris Andersen, el hombre pájaro, atravesaba por el mejor momento de su carrera convirtiéndose en el ídolo de una afición que le prefería antes que a los Kenyon Martin, Carmelo Anthony o JR Smith.
El peinado, los tatuajes, su explosividad, su derroche defensivo, ese juego al límite….están teniendo continuidad en su sucesor. Más discreto, más afro, pero igualmente poderoso, intenso, pero mejor reboteador…y mucho más joven y barato.
Lo apretado del calendario, las giras sin tiempo de descanso pasan factura en un cuerpo veterano que vive tan intensamente su trabajo y que sobrevive gracias a ese sofresfuerzo. George Karl ha contado menos con él en el global de los partidos y parece que ya se ha decantado por el novato mientras espera la decisión de Wilson Chandler.
El tiempo pasa muy rápido y en la NBA más. La popularidad es fugaz, efímera.
Segundo partido consecutivo en el que no juega Birdman por decisión del entrenador.
"El NBA trade deadline es el 15 de marzo. Alguien tiene que salir", sentencia Kiszla. Apuntando y disparando hacia Andersen, otrora ídolo local.
Sólo hay sitio para uno de los dos en el valle del South Platte River.