Desde que llegara James Harden a los Nets, muchos pusimos en la pole position de candidatos al anillo a los Brooklyn Nets. No solo por tener una colección de talento ofensivo como pocas veces (o ninguna) se había visto, sino porque mantenían en la plantilla a una serie de jugadores complementarios que formaban una rotación más que interesante. Además, la polémica llegada de Blake Griffin y LaMarcus Aldridge reforzaba las posiciones interiores, lo que había quedado más flojo en la plantilla neoyorquina. La retirada de Aldridge alteró un poco esos planes, pero veremos que no tanto como parecía, puesto que el veterano jugador no era un baluarte defensivo en la zona, lo más necesario para los de Nash.
La excelencia ofensiva que vale para la liga regular
Brooklyn ha sido un equipo ofensivo histórico. Si el año pasado los Mavericks de Doncic batían el récord de mejor eficiencia ofensiva (ratio de 115,9), los Nets lo han superado este año (117,3). En resumidas cuentas, Brooklyn es el mejor equipo ofensivo de la historia. Nash ha dejado libertad absoluta a sus estrellas, que basan los ataques en la inspiración individual (24% de los ataques en playoffs son isolations), en lugar de la generosidad (20.º en pases por partido). Son sistemas sencillos, pero con el trío de anotadores que tienen (85,2 puntos entre las tres estrellas en playoffs) les vale, de momento, para ganar los partidos.
El primer jugador en la historia de los @BrooklynNets en firma un triple-doble de 30 puntos en #TiempoDePlayoffs
Harden, anoche: 34 puntos, 10 rebotes y 10 asistencias. pic.twitter.com/KtJkVWMjDQ
— NBA Spain (@NBAspain) June 2, 2021
Si su ratio ofensivo era descomunal en liga regular, contra los mermados Boston Celtics lo han aumentado hasta un sideral 128 puntos por cada 100 posesiones. Imposible de igualar en una serie de postemporada. Pero la defensa de Milwaukee es efectiva (9.º en liga regular), especialmente contra los decepcionantes Heat en playoffs (bestial ratio defensivo de 95,4), y tienen especialistas y cuerpos atléticos aptos para reducir el impacto de las estrellas de Brooklyn. Sería muy extraño que los Nets mantuvieran este excelente nivel de juego ofensivo contra los Bucks, que además han demostrado que saben llevar el partido al barro cuando la ocasión lo requiere. Ante este panorama, en el que los fuegos artificiales no brillarán tanto, Brooklyn tiene que dar un paso en el lugar que peor se le ha dado, la defensa.
No es solo un tópico, la defensa siempre ha ganado campeonatos
Si hacemos un análisis histórico, el tópico se cumple a rajatabla: hay que defender bien para ganar campeonatos. Es más, no solo hay que defender bien, hay que estar dentro de los mejores en defensa. Quizá en el caso de los Nets, el mejor equipo de la historia en ataque, se puede tener una defensa con asumibles deficiencias, pero como veremos, deben mejorar mucho si quieren ser mínimamente fiables atrás.
Desde los años 80 (contamos ya 40 años), solo tres equipos que no han estado dentro del top 10 en ratio defensivo han ganado el anillo: Los Rockets del 95, los Warriors de 2018 (con Durant) y los Lakers de 2001. En los dos primeros casos 12.º y 11.º, es decir, a décimas del top 10, y en el último caso fueron 21.º. Estas son las únicas tres excepciones en 40 años, pero todas estas cifras son de temporada regular, porque donde no se puede fallar en defensa es en playoffs. Esos tres equipos fueron top 10 en defensa en la postemporada en la que fueron campeones y en el caso de Warriors y Lakers llegaron a ser, incluso, el mejor equipo defensivo de aquellos playoffs que los llevaron a levantar el trofeo Larry O’Brien.
Iguodala locks down Kyrie, Durant plays great defense on LeBron, and then Curry drills the 28 foot pull-up in transition. The 2016-17 Warriors were INSANE pic.twitter.com/egFo5dPlZr
— Drew Shiller (@DrewShiller) April 14, 2020
Centrándonos en el presente, el rendimiento defensivo de los Nets está en la cola de la NBA. Son 22.º en ratio defensivo (113,1) en temporada regular y en playoffs 9.º, pero empeorando la cifra (115,9). Unos números y unas sensaciones que, en caso de repetirse contra los Bucks, pueden desembocar en una temprana eliminación.
Con cifras de temporada regular (una eliminatoria contra unos Celtics sin Brown es una muestra escasa) los Nets llaman la atención por su escasa implicación defensiva en el perímetro. Son de los peores de la NBA en deflections, pérdidas de balón del rival provocadas o robos de balón. Pero donde más cojea el equipo es en la defensa interior, donde hace falta un protector del aro. La baja de Jarrett Allen se está notando mucho, Griffin nunca ha aportado en ese aspecto y DeAndre Jordan está fuera de la rotación. Por extraño que parezca, el rendimiento del joven Nicolas Claxton va a ser decisivo.
Por si algo les faltaba a los Nets, Nic Claxton está jugando como si fuera la reencarnación de Wilt Chamberlain. pic.twitter.com/pvyVF5FoZl
— Sexto Hombre (@6toHombreLATAM) March 22, 2021
Brooklyn recibía 25,7 tiros en la pintura con un 63,6% de efectividad en esa distancia. No son malas cifras, pero contra los Bucks tendrán que bajar ese porcentaje, así como el número de tiros fáciles. Para ello, Nash puede optar por mantener a Durant, un buen intimidador, cerca del aro y hundir al pívot para defender el semicírculo, concediendo tiros más cómodos de media distancia. Con Middleton y Holiday eso puede ser un suicidio, pero cuando maneje el balón Antetokounmpo puede ser una buena solución. Además, deben esforzarse en llegar a los triples de los Bucks (38,9%, 5.º de la NBA) porque por ahí también puede hacer aguas la defensa.
Si Brooklyn es el candidato número 1 para muchos es por su extraordinario nivel ofensivo, pero contra un ogro como los Bucks deberán exponer un mejor tono defensivo. La estadística de los últimos 40 años afirma claramente de que no van a poder ganar el anillo si no mejoran en las labores más oscuras del baloncesto.