Sorpresa en Nueva York. Según el twitter oficial del equipo, los Brooklyn Nets y Kenny Atkinson han decidido, de mutuo acuerdo, que no continúe la relación que les unía. Le sustituirá su segundo hasta ahora, Jacque Vaughn. Una decisión que nos ha tomado a todos por sorpresa, especialmente por el momento en el que se ha producido. Con 20 partidos aún por jugarse en la temporada regular, además de la previsible participación en playoffs, era de esperar que si alguna de las partes hubiera decidido no continuar esperara a la conclusión de la temporada, pero no ha sido así. Atkinson es un entrenador con una gran reputación en la NBA y su labor en los Nets había sido reconocida. Además, el futuro, con Irving y Durant en la temporada que viene a pleno rendimiento, parecía más que halagüeño.¿Cuáles han podido ser los motivos de esta separación?

Una temporada por debajo de lo esperado

A pesar de los rumores que puede haber sobre la mala relación entre Atkinson y los jugadores de los Nets, el récord del equipo (28-34) está lejos de lo esperado, en una debilitada Conferencia Este. Las bajas de Irving y Durant no parecen ser suficiente excusa en un equipo que ha contado con un Spender Dinwiddie en modo All-Star, un intermitente Caris LeVert y una plantilla plagada de grandes jugadores de equipo, como Joe Harris, Jarret Allen o Taurean Prince. A pesar del récord negativo, esta temporada se veía como una transición hacia la que viene, en la que los Nets, con sus estrellas, serían uno de los candidatos al título.

Atkinson llegó a los Nets en el verano de 2016, después de ser asistente en los Knicks y los Hawks. En ese año, los Nets pasaban por una de sus peores épocas, con una plantilla con poco potencial y escasas opciones de mejora, dado que no carecían de sus elecciones del draft en los próximos años, debido al infausto traspaso con los Celtics años atrás. El tándem que formó con el general manager Sean Marks no pudo ser más productivo. Atkinson remodeló el equipo con jugadores como Dinwiddie y Harris, con un rendimiento muy por encima de lo esperado, y modernizó el juego de los Nets.

Las premisas del juego de Atkinson estaban claras: juego rápido y uso del triple. Durante sus primeras temporadas, se explotaron esas premisas al máximo, pero en esta temporada el juego del equipo no ha sido el mismo. Décimos en ritmo (101,54 posesiones por partido), quintos en intentos triples (38 por partido) pero con escaso acierto (34%, 25.º de la liga) y escasa circulación de balón (25.º en pases y 16.º en asistencias). Esto ha hecho que los Nets estén en la cola de la liga en eficiencia ofensiva (23.º), con 107,8 puntos por cada 100 posesiones. En defensa la situación mejora (7.º con 108,5 de ratio defensivo), con una clara tendencia a llevar al rival a la media distancia, ya que son quienes más tiros fuerzan de sus rivales (15 por partido) en la zona menos eficiente. Además, son el segundo mejor equipo en rebotes, con 48,5 por partido.

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El futuro de las dos partes

Atkinson deja el equipo en un momento en el que su fama está por los aires y seguro que este verano recibirá ofertas. Habrá equipos en busca de entrenador, como los Knicks, los Cavs y quizá otros más apetitosos. Su apuesta por el baloncesto moderno y su buen entendimiento con la gerencia del equipo le pueden poner en la pole de muchos equipos que busquen entrenador.

La situación en los Nets en más imprevisible. Como decíamos, están en una temporada de transición y tienen el proyecto hecho, con Irving, Durant y LeVert con contratos multianuales. Serán el caramelo del verano para los entrenadores disponibles, pero deben acertar con el elegido, que deberá ser tan hábil para sacar lo mejor de sus jugadores como diplomático en el mantenimiento de unos enormes egos y unas personalidades tan particulares como las de Irving y Durant. Sea como fuere, los Nets será una de las atracciones de la temporada que viene en la NBA.