Del griego antiguo αδάμας (adámas), diamante significa indomable, inalterable…invencible.
Trabajo y paciencia.
Es la máxima que se ha marcado Mike Dunlap, flamante entrenador novato de unos Bobcats que andan con balance positivo.
El ex pívot del Fuenlabrada llegó a la NBA con 20 años, verdísimo. Aquella mágica noche del Nike Hoop Summit elevó a la enésima potencia sus enérgicos momentos en la ACB. La NBA le reclamaba pese a no tener prácticamente formación baloncestística. Su potencia era sinónimo de espectáculo y en Charlotte escaseaba bastante.
Según cuenta The Observer, Rob Werdann, el entrenador de pívots (asistente de Paul Silas) trabajó duro con el congoleño. Prácticamente le tuvo que enseñar a atrapar el balón en movimiento. En España le había valido el 'salta-tapona-mata', pero no era suficiente en una liga repleta de talentos físicos.
Pero el talento como taponador y reboteador es único y hay que trabajar para exponenciarlo. Después del partido contra los Raptors, en el que fue decisivo con 11 puntos, 8 rebotes y 2 tapones, el coach formado en la NCAA y el basket aussie lo tuvo claro.
"Biyombo es atlético,es poderoso, es fuerte…pero la gente debe tener paciencia con él", afirma convencido Dunlap. El objetivo ahora mismo no es complicarle el trabajo, sino simplificarlo. Tal vez durante la pretemporada se pensó que había asimilado mucho más baloncesto del que era capaz de exponer. Eliminada la neblina, los técnicos ven el potencial de Biyombo. Y el objetivo no es otro que conseguir que tenga el mimso impacto que Serge Ibaka en los Thunder. Parafraseando a Rick Bonnell, articulista en The Charlotte Observer, "el exceso de sistemas le robó el instinto y es, precisamente, su defensa instintiva, lo que le avala".
La contratación de Rick Cho como General Manager, con un buen trabajo con los jóvenes en los Sonics-Thunder, está en la línea de esa reconstrucción sin prisas. De nuevo la franquicia de Oklahoma en el punto de mira, como espejo en el que mirarse.
La paciencia y el trabajo -repiten desde North Carolina- son las directrices. Después de tocar fondo la temporada pasada, los Bobcats sólo pueden mejorar y cuentan con jugadores que pueden ayudar a ello si se sabe trabajar con ellos. "La organización no se ve apurada en la búsqueda de una gratificación inmediata". Kemba Walker (16.6 puntos y 5.7 asistencias) y Byron Mullens (13.8 puntos y 8.3 rebotes) son dos ejemplos de crecimiento. Lo deben ser también Kidd-Gilchrist al igual que el otro novato, Jeffery Taylor…y como no, Biyombo, el diamante que se ha de pulir con roce, que nace del cariño, junto a otros diamantes, que son el futuro de los Cats.