La historia de la NBA está repleta de quijotes y sanchos, de estrellas acompañadas de escuderos imprescindibles para alcanzar el éxito. No se entendería Jordan sin Pippen, ni Kobe sin Shaq (¿o al revés?), ni Kareem sin Magic, ni Malone sin Stockton… Estos días se valora la cima de Luka Doncic en sus primeras Finales (a partir de este jueves, contra los favoritos Celtics), se debate sobre las fórmulas para defenderle, se retrocede en el tiempo para entender cómo su paso por el Real Madrid forjó su competitividad y se divaga sobre si ese dolor en la rodilla será capaz de condicionarle en la feroz serie contra los verdes.

Pero, sobre todo, se valora otro talento innato del esloveno, el liderazgo silencioso que está suponiendo la dualidad que forma con Kyrie Irving, un jugadorazo excéntrico que muchos ya daban por perdido para cualquier causa.

La llegada de Kai a los Mavericks significó perder toda estructura defensiva y profundidad. A lo que sumar una temprana falta de entendimiento con el astro esloveno, como demasiado empeñado el uno y el otro en satisfacer a la otra estrella. Las dudas del encaje ofensivo, eso sí, caían en saco roto cuando uno recordaba lo que fue Kyrie Irving junto a LeBron James. Y no hay mejor elogio al desempeño de Irving que reconocer que, si en aquellos Cavaliers todo el equipo se esforzaba en tender puentes hacia él, en estos Mavs es él quien se ha esmerado en ser un nexo para el resto. La madurez, aunque pareciese remota, le ha llegado a Kyrie en el momento preciso.

JRUE HOLIDAY Y KYRIE IRVING, DUELO ASEGURADO

Jrue Holiday es uno de los (muchos) pilares defensivos de los Boston Celtics, por lo que tendrá que lidiar sí o sí con Kyrie Irving. La (otra) estrella de los Dallas Mavericks es sin duda uno de los jugadores más habilidosos y con más recursos que han pasado por la NBA, por lo que no es de extrañar que Jrue tenga que acudir a ayuda divina para intentar frenarlo.

Rezar. Creo que hay que conocer el juego del otro, hacer lo mejor posible para estar frente a él, intentar quitarle las cosas que probablemente te harán más daño. Y probablemente, por encima de todo, tener ayuda“.

Tras ser con mucha diferencia el mejor equipo de la fase regular (64-18), los Celtics parten como favoritos y podrían conquistar su anillo número 18, lo que les permitiría desempatar con sus eternos rivales: Los Angeles Lakers (17). Para lograr el ansiado anillo de desempate fue que ficharon a Jrue Holiday, campeón de la NBA con los Milwaukee Bucks en 2021 y el único de la plantilla que sabe qué es ganar el título.