Los Denver Nuggets han finalizado su temporada de una forma más que satisfactoria. Con dos eliminatorias que perdían por 3-1, supieron sacar lo mejor de sí mismos y remontarlas, con el consiguiente peligro de cese de entrenador y traspasos de muchos jugadores. Por eso, la derrota contra los Lakers por 4-1 no ha sentado mal en las oficinas de Colorado y ahora el objetivo es mejorar la plantilla para poder ser considerados, definitivamente, aspirantes al anillo.

Dos estrellas jóvenes y bien atadas

El punto de partida para ser considerados aspirantes al anillo es tener una o dos estrellas contrastadas. Denver tiene a dos de ellas, y además, con contratos largos. Jokic ya fue una de las sensaciones durante la temporada 2018/19, en la que fue elegido por primera vez para el All-Star y en el mejor quinteto de la temporada. Esta temporada ha confirmado esa sensación siendo elegido de nuevo All-Star y en el segundo mejor equipo de la temporada. En los playoffs, asimismo, ha dado otro salto de calidad y muchos afirman hoy día que se trata del mejor pívot de la NBA, por delante de Joel Embiid. Por suerte para los Nuggets, en 2018 firmó un contrato de 5 años por 146 millones de dólares, así que estará en Colorado por lo menos otras tres temporadas, hasta que cumpla 28 años.

El caso de Murray es similar. Esta temporada definitivamente ha explotado como estrella de la NBA y ha llenado los resúmenes de sus partidos de vistosos highlights en los que el canadiense mostraba una técnica individual sobresaliente. Si Jokic ya era una estrella NBA al empezar esta atípic temporada, con Murray algunos teníamos más dudas, pero sin duda ya podemos afirmar que estamos ante uno de los mejores bases de la liga. Esto lo supo ver la gerencia de los Nuggets, que el año pasado firmó al base de 23 años un contrato de 5 años por 170 millones, que empezará a cobrar en 2020, así que Murray estará ligado a Denver hasta el año 2025.

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La clase media del equipo

Como vemos, el primer paso está dado, ya que Denver tiene bien atado el dúo inamovible sobre el que va a girar su proyecto. Pero ahora llega lo más difícil, dotar a las estrellas de complementos adecuados, tanto para su juego como para el estilo que quiere implantar el entrenador. Y ahí Denver no lo tiene tan fácil.

La pasada temporada Adam Silver puso un tope salarial de 109 millones y un impuesto de lujo de 132. Los equipos que superan el tope salarial tienen más difícil hacer traspasos y el impuesto de lujo es un verdadero problema, ya que se deben pagar multas por superarlo, pero es algo por lo que (casi) cualquier candidato al anillo debe pasar. Los Nuggets están en una buena posición para el año que viene, ya que pagarán 108 millones (a falta de algunos fichajes, como veremos), pero tienen algún contrato tóxico que les va a pesar.

Tienen dos buenas noticias, ya que los elevados contratos de Mason Plumlee (14 millones) y, sobre todo, Paul Millsap (30 millones) terminan ahora. Una verdadera losa que se quitarán de encima, ya que son jugadores útiles, pero ni mucho menos por ese precio. Veremos si los renuevan, pero en caso afirmativo será por mucho menos dinero, y en caso negativo no serán una pérdida importante.

Otros jugadores jóvenes que han demostrado ser útiles y van a ir a más son un verdadero caramelo: Michael Porter apunta a ser titular el año que viene ocupando el puesto de Millsap y Monte Morris es un suplente de muchas garantías. Ambos tiene un contrato rookie que entre ambos no supera los 5 millones. A Porter aún le quedan dos años de contrato, mientras que Morris será agente libre restringido. Otro jugador útil como Torrey Craig tiene una opción de renovar por 2 millones y medio, pero en caso de no hacerlo no sería una baja demasiado significativa.

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Dos contratos tóxicos y una gran decisión

Pero la losa con la que va a tener que lidiar Denver es con dos jugadores que ahora mismo están cobrando muy por encima de su rendimiento. Al primero de ellos ni lo hemos visto en la burbuja por una lesión de rodilla. Will Barton es un anotador de mucho volumen que puede aportar en partidos que se le compliquen a Denver, pero ahora mismo no es el tipo de jugador que necesitan para compartir pista con Jokic y Murray. Además, sus recientes lesiones hacen prever que su rendimiento bajará en las próximas temporadas. El problema para Denver es que Barton le restan otros dos años de contrato por valor de 28 millones de dólares, que van a ser muy difíciles de colocar en cualquier equipo.

El otro caso es quizá más sangrante. Si Denver apostó y acertó por Jokic y Murray, no pasó lo mismo con Gary Harris. El escolta renovó (4 años por 84 millones) cuando hizo su mejor temporada (17,5 puntos por partido en la 2017/18) y su rendimiento ha caído en picado desde ese año. Este año se ha quedado en 10,4 puntos y un 33% en triples. Harris es un buen jugador de complemento, que no solicita tiros ni juega fuera del sistema, pero ni es el gran defensor que apuntaba a ser ni un peligroso tirador, con lo que se ha quedado en un simple jugador de complemento con un contrato desmesurado. Le quedan por cobrar más de 40 millones en las dos siguientes temporadas, lo que hace que sea un jugador casi imposible de traspasar.

Si Denver quiere deshacerse de estos jugadores, tendrá que soltar rondas del draft, asumir otros contratos (un poco menos) tóxicos y prescindir de algún talento joven, como Monte Morris. Sin embargo, al quedar dos años de contrato a ambos jugadores, es complicado que algún equipo acepte quedárselos, ya que complicarían sus operaciones de cara al mercado del verano de 2021. Denver tendrá que mejorar su plantilla tratando de sacar lo mejor de estos jugadores.

Y la gran decisión está relacionada con Jerami Grant. El alero ha jugado a gran nivel esta temporada, en la que ha mostrado ser un gran defensor, un aceptable tirador de tres puntos y un jugador complementario de gran valor al lado de Jokic y Murray. Por eso, ha renunciado al año que le quedaba de contrato por 9 millones y saldrá al mercado esperando recibir un contrato multianual y de gran valor económico. Denver tendrá que aflojar la billetera para que se quede, pero las prestaciones de Grant han sido las mejores justo antes de poder negociar su contrato, como fue el caso de Barton y Harris. Si Jerami Grant sigue con este rendimiento, una renovación multianual habrá sido un buen negocio, pero si su impacto en pista cae, las opciones al anillo de los Nuggets bajarán mucho.

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Reforzar el banquillo con poco dinero

Las posibles salidas de Millsap y Plumlee dejarían una plantilla corta en Colorado. Si también lo hace Grant, Denver deberá salir al mercado en busca de jugadores veteranos de equipo con escasas pretensiones salariales. El caso de los Lakers ha hecho ver que se pueden dar esos casos, pero en estos fichajes es donde deben acertar los Nuggets para que puedan dar un paso más y enfrentarse a los Lakers y Clippers (y quizá Warriors) de tú a tú. Ahora mismo el quinteto para el año que bien parece claro: Murray-Harris-Porter-Grant-Jokic. El banquillo estaría compuesto por Will Barton, Monte Morris, Bates-Diop y habrá que ver si las incógnitas PJ Dozier y Bol Bol. Faltan piezas de banquillo que mantengan el nivel cuando haya ausencias o las estrellas se sienten. Con 108 millones asegurados para el año que viene, tienen algo de espacio para convencer a algunos agentes libres veteranos de que pueden conseguir el anillo. Jugadores como Jeff Teague, DJ Augustin, Alec Burks, CJ Miles o Derrick Favors podrían hacer un buen papel para complementar a las estrellas de los pujantes Denver Nuggets.

Salarios de los Nuggets