La NBA ha decidio premiar a Paul George con el galardón de "Most Improved Player", el jugador con mayor progresión respecto a la temporada pasada. A diferencia de otras ediciones, no han tenido tan en cuenta la mejora estadística tanto como el salto cualitativo que ha dado el alero de Indiana. George se enfrentaba esta campaña con un reto complicado: suplir la baja de Danny Granger para que los Pacers siguieran siendo competitivos en las primeras posiciones del Este. Además, Roy Hibbert no ha jugado al nivel que se esperaba de él ni ha ejercido de líder o "jugador franquicia", por lo que George ha asumido también este rol. El subidón estadístico respecto al año anterior es notable, de 12 puntos, 5.6 rebotes y 2.4 asistencias ha pasado a 17.4 pts 7.4 rebs y 4.1 asts, pero en lo que ha destacado es en el dominio del juego. Se ha convertido en un alero "todoterreno"; capaz de anotar desde media y larga distancia, penetrar a canasta, subir el balón, rebotear, defender e incluso hacer las funciones de base en alguna ocasión. La NBA ya le reconoció la mejoría con su inclusión en el All-Star, pero partidos como el primero de playoffs frente a los Hawks hacen casi inevitable que George reciba este galardón.
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Los descartados:
James Harden, Houston Rockets
Cuando James Harden fue traspasado a los Rockets a principios de temporada, muchos esperaban que explotaría sus cualidades lejos de la sombra de Durant y Westbrook. Ser la primera opción ofensiva (y prácticamente todas) en los esquemas de McHale le ha proporcionado al escolta la confianza y los balones necesarios para demostrar su valía en la NBA. Harden es, a todos los efectos, una estrella de la liga. En este caso, y a diferencia del de George, el cambio estadístico sí se ha notado mucho: casi diez puntos más por encuentro (26 por noche), dos asistencias más (5.8), casi un rebote (5) y un robo por patido (1.8) ha aportado de más "la barba" respecto a la temporada pasada. El juego alegre y despreocupado en ataque de Houston ha sido el entorno perfecto para que pudiera desplegar todo su potencial. Todo esto en un proyecto emocionante que ha arrancado esta campaña y en el que Harden es la piedra angular.
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Greivis Vasquez, New Orleans Hornets
El base venezolano ha sido de las pocas alegrias que han tenido en New Orleans esta temporada. La inoportuna lesión de Anthony Davis a principios de liga y la eterna espera de la vuelta de Eric Gordon dejaron el equipo en manos de Vasquez. El base asumió desde el inicio la responsabilidad y ha jugado con desparpajo en un equipo sin ninguna presión por alcanzar metas deportivas. Ha alcanzado máximos de carrera en puntos (13.9), rebotes (4.3), asistencias (9) y porcentajes de tiros de campo (43%) y de triples (34%). Ha quedado tercero en el ránking de asistencias por partido en la NBA y ha conseguido un triple-doble, además de rozarlo en varias ocasiones. Si las lesiones respetan más a los Pelicans el próximo año, Vasquez podrá lucir incluso más y pelear por un puesto en el All-Star.
Nikola Vucevic, Orlando Magic
En Philadelphia habrá más de uno que se estará rasgando las vestiduras. El verano pasado la dirección deportiva de los Sixers decidió desacerse de Vucevic para apostarlo todo por Andrew Bynum, y el resultado es conocido por todos. El ex de los Lakers ni siquiera ha debutado y en cambio el pívot montenegrino ha deslumbrado en los Magic. Nikola Vucevic se ha convertido esta temporada en una máquina de rebotear (segundo en la NBA) y conseguir dobles-dobles (tercero en la liga) en un conjunto que da cancha a los jóvenes para que tengan minutos y mejoren. Vucevic ha doblado o triplicado su aportación estadística en casi todas las facetas, cerrando la campaña con unos números de escándalo: 13.1 puntos, 11.9 rebotes, 1.9 asistencias, 1 tapón y un porcentaje de tiros de campo del 52%. Todo esto con solo 23 años. En Orlando hay pívot para rato.
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Omer Asik, Houston Rockets
Un caso similar al de Vucevic, pues Omer Asik pasó de ser un jugador de relleno en Chicago a ser una pieza fundamental en Houston. También ha contado con un ambiente ideal para su explosión: un equipo inexperto, sin presión y con un entrenador que da confianza a los jugadores jóvenes para que se desarrollen (aunque él ya tiene 27 años, el contexto ha sido el ideal). El turco ha demostrado ser un "cinco" puro, gran reboteador y eficiente en ataque (con unos porcentajes del 54% en tiros de campo). En 30 minutos por partido (el doble que la pasada campaña), ha promediado 10.1 puntos (el triple que en la 2011-12), 11.7 rebotes (por 5.4 del año anterior) y 1.1 tapones por encuentro, convirtiéndose en la referencia en el poste de los Rockets.