Ni rastro del Redeem Team. Una vez conseguido el objetivo de lavar la imagen de Estados Unidos con la conquista de la medalla de oro en los últimos Juegos Olímpicos, ninguno de los integrantes de aquel equipo estará presente en la pelea por un título que se le resiste a aquel país desde 1994. La noticia se confirmaba este fin de semana con las renuncias de Williams y Paul, cuyos problemas físicos le obligarán a descansar durante el verano.
A las ya confirmadas ausencias de Jason Kidd (retirado del baloncesto internacional) y Michael Redd (que podría no reaparecer hasta el próximo mes de febrero por culpa de su lesión en la rodilla) se fueron uniendo nombres ilustres como los de LeBron, Wade o Bosh, centrados en el nuevo reto que les espera en Miami, o Kobe Bryant, necesitado de un descanso después de disputar las Finales de la NBA por tercer año consecutivo.
Descartado Kendrick Perkins, que cayó lesionado en esa última batalla por el anillo, Estados Unidos dispondrá de un plantel de 22 jugadores entre los que deberá elegir a los 12 que compondrán la lista definitiva con la que emprenderá el viaje a Turquía en busca de un cetro mundial que aún reposa en manos españolas.
En esa selección, el único nombre que parece confirmado es el de Kevin Durant, sin duda el mejor anotador que atesora el equipo en sus filas. De este prodigio ofensivo se espera que sea la gran amenaza de los estadounidenses. Su movilidad, altura y rapidez a la hora de armar el tiro le convierten en un alero terriblemente difícil de defender.
Aunque aún sin confirmación, pero con muchas posibilidades de estar entre los elegidos, se encuentran Chauncey Billups y Amare Stoudemire que, junto a Odom, son los únicos de entre los 22 que ya saben lo que es defender la camiseta de Estados Unidos. El base de los Nuggets aportará cabeza y liderazgo, mientras que el flamante fichaje de los Knicks tendrá la oportunidad de remendar la pobre imagen ofrecida en los Juegos Olímpicos de 2004, cuando apenas entró en los planes de Larry Brown.
El entusiasmo con el que el presidente de la USA Basketball, Jerry Colangelo, anunció la noticia y, sobre todo, el sobresaliente nivel demostrado en las dos últimas campañas, hacen pensar que Rajon Rondo va a tener un hueco en el plantel de las barras y estrellas. Incómodo en defensa, magnífico en la transición y letal en las penetraciones, es de suponer que completará la terna de bases junto a otro de perfil más físico como Derrick Rose o Russell Westbrook.
En las alas se perfila como favorito Danny Granger, que ya en las últimas ocasiones sonó con fuerza para completar la selección. La falta de alternativas con experiencia en las alas podría jugar a favor de hombres como Iguodala o Gerald Wallace, aunque el gran debut de otros como Tyreke Evans o Stephen Curry podría valer una llamada. La versatilidad de Jeff Green o la capacidad atlética de Gay o Mayo parten con ventaja sobre un Eric Gordon más necesitado de rodaje.
En el juego interior, se espera que Brook Lopez vea confirmado el estatus alcanzado durante esta campaña, en la que se ha presentado como un gran efectivo en ataque y un pívot duro en defensa. El californiano podría verse acompañado por su hermano gemelo Robin, siempre y cuando haya superado los problemas físicos que lastraron su final de temporada.
La impagable labor en los tableros de David Lee debería ser merecedora de un puesto en la selección, en un puesto de cuatro para el que hombres altos con buena visión de juego como Kevin Love o Lamar Odom ofrecen interesantes alternativas. Como grandes opciones en ataque aparecen Aldridge y Al Jefferson, aunque el de Minnesota podría ver comprometida su participación de confirmarse su traspaso a Utah.
La primera fase de la preparación tendrá lugar en Las Vegas, donde compartirán cancha con una veintena de jugadores universitarios que servirán como ‘sparring’. Entre ellos destaca la presencia de los campeones Kyle Singler y Nolan Smith, y destacados proyectos como Shelvin Mack, Kemba Walker o JaJuan Johnson. La exigencia subirá en Nueva York, donde estarán una semana y deberán afrontar compromisos de mayor exigencia, como lo será el de Francia (15 de agosto en el Madison).
Según confirmó Jerry Colangelo, su intención es acabar este ‘stage’ con 15 o 16 jugadores, que serán los que viajen a Europa para afrontar la última parte de la preparación. Aquí espera el plato fuerte, con ese partido contra España del 22 de agosto, revancha de la última final de los Juegos Olímpicos y, quien sabe, posible anticipo de la final del Mundial de Turquía.