853 días después de ser drafteado con el pick #3 por Philadelphia, Joel Embiid debutaba en la NBA. En el Wells Fargo Center, lleno a reventar, y ante los Durant-less Thunder. En la noche dell primer triple-doble de Westbrook, de los 42 que consiguió, Embiid se fue hasta los 20 puntos, más que en cualquier partido con Kansas y anotando su primer triple. Ocho rebotes, dos tapones y una demostración, la primera, de footwork sacado de horas y horas de vídeo de Hakeem Olajuwon. El público de Pensilvania ya estaba en el bolsillo, lo estuvo desde el primer día. En Philly ahora, y en Kansas unos años antes.
kansas, un final prematuro
El 15 de Mayo de 2013, Andrew Wiggins anunciaba de manera oficial que se mudaba a Lawrence para jugar su único año universitario. Wiggins se unía a Selden, Mason y, por supuesto, a Joel Embiid. El camerunés apalabró en Noviembre su llegada a Kansas, casi al inicio de su última temporada en high-school con The Rock, pero las visitas a Texas y la insistencia de Billy Donovan generaron dudas. En Julio, los prospects 1, 13, 14 y 145 de los Estados Unidos compartían vestuario en el Allen Fieldhouse. En Septiembre, los Jayhawks eran el segundo favorito para levantar el primer lunes de Abril el título nacional, solo por detrás de la Kentucky de James Young, Julius Randle, Dakari Johnson, Marcus Lee, Willy Cauley-Stein, Alex Poythress o los hermanos Harrison. Ni Kansas ni Kentucky, fue Napier y los Huskies de Kevin Ollie quienes se llevaron el premio gordo. Pero volvamos a Septiembre.

Para Kansas la mejora era sustancial, Joel estaba considerado el mejor center de la camada; pero para el vestuario, la llegada de un camerunés con tres años de experiencia en baloncesto y solo dos hablando inglés de manera fluida era todo una novedad. La percepción de los africanos por parte del país no era algo del agrado de Embiid. “Cuando llegué a Kansas, usaba eso en mi ventaja, hablando sobre como maté a un león y así me convertí en un hombre, porque a los seis años tuve que entrar en la jungla, matar un león y cargarlo en la espalda hasta mi aldea para demostrar que era un hombre. Y lo creyeron, no sé […] Pero esa es la percepción que tienen en Estados Unidos sobre los africanos" aseguraba Joel en el podcast de Wojnarowksi el pasado Noviembre.
Con limitación de minutos y serios problemas con las faltas, Embiid llegó a la NCAA como un torbellino de fuerza y poderío. En sus 9 primeros partidos promedió 3,7 faltas personales, siendo expulsado en dos partidos, además de 6,6 rebotes, 8,9 puntos y 2,2 tapones. Para Diciembre Bill Self le dejó en pista 30 minutos por primera vez, en la derrota en Florida ante, justamente, los Gators de Donovan. Los Jayhawks llegaban a Navidad con un 6-3 y Kansas caía al 18º lugar del ranking AP. Demasiados jugadores nuevos, demasiadas exigencias de balón y mucho trabajo para Self, que veía como podía conseguir armar un equipo con la base del one-and-done que impera en la NCAA actual.
Para el inicio de la Big-12, Kansas sumaba 4 derrotas; no volvió a sumar un fracaso en los próximos 7 partidos, hasta la visita a Texas, consiguiendo un 13-2 en regular season: Wiggins y Perry Ellis anotaban hasta la saciedad y Embiid protegía el aro como si de su pensión se tratara. Y entonces pasó. La primera lesión de Joel llegó tras el partido en Oklahoma State, a la postre su último partido universitario. Los médicos de los Jayhawks detectaban un problema espinal causado por el estrés. Por ahora se perdería los dos últimos partidos de la Big-12 antes del torneo de conferencia, una victoria y una derrota para Kansas.
Pero las malas noticias llegaron de forma definitiva: una segunda valoración, ahora en Los Ángeles, exigía un mínimo de dos semanas de reposo para la espalda de Embiid. Ni Big-12, ni Madness hasta Elite-8, eso si los Jayhawks conseguían llegar a cuarta ronda. En el torneo de conferencia, Kansas salvó la debacle en cuartos ante una Oklahoma State que pagó caro el horrible partido de Marcus Smart, pese a necesitar de una prórroga; contra Iowa State fue distinto. Los Cyclones, con un parcial de salida en la segunda parte, destronaron al vigente campeón. Los 52 puntos entre Wiggins y Ellis no sirvieron de mucho, y el partido de Kane y Niang fue suficiente para alcanzar la final y llevarse a la postre el título ante Baylor. Similar en el Madness: una ronda aguantó en el baile de Marzo Kansas, cayendo en segunda ante la campeona de la Ivy League en un horrible partido que Stanford se llevó por 60-57. Y Embiid nunca pudo debutar en la locura.
draft, nba y principio de la odisea
No fue el mejor final universitario, pero el principio de su sueño profesional no iba a ser mucho mejor. En 20 de Junio se hacía pública una cirugía en el pie derecho de Joel Embiid: le insertaron dos tornillos debajo de su tobillo y se perdería entre 4 y 6 meses, también una lesión por estrés. La idea, para la franquicia que le seleccionara, sería contar con el center africano después Navidad, perdiéndose Summer League, Rookie Camp y dos meses de competición. Desde luego, no era un sueño cumplido, pero la llegada de Embiid al mundo profesional iba a ser revolucionaria. Y eso que la noche del draft no fue un cuento de fantasía.
Todavía lesionado, JoJo vivió la famosa elección desde casa, donde ESPN envió una cámara a seguir las reacciones del possible but not probable pick #1. Su compañero Wiggins se llevó el mayor premio, dirección Cleveland [luego la historia lo mandó a Minnesota, pero eso es otro tema]. Milwaukee eligió a Jabari Parker rumbo Wisconsin y era el turno de Sam Hinkie y los Sixers. “Con el tercer pick del draft de la NBA 2014, los Philadelphia 76ers seleccionan a Joel Embiid, de Yaoundé, Camerún y la Universidad de Kansas”. Las palabras de Adam Silver resonaron pero el grito de la afición que llenaba el Barclays Center todavía más.
El hecho de no estar in situ en Brooklyn junto al resto de jugadores fue clave. El delay de las cámaras hizo el resto. A la historia pasó como ‘el jugador que no quería ser drafteado por los Sixers’, como si el resto de jugadores estuvieran felices de ir a equipos con opciones de sumar 25 victorias como máximo. Para la historia queda la reacción que ESPN vendió a todo el mundo y que Twitter y los medios de comunicación se encargaron de duplicar, la de un Embiid confuso y algo triste. No pasó con la celebración, contenida y familiar pero efusiva de un Joel que, en un futuro por entonces no muy cercano, iba a debutar en la NBA. 4 años antes, no había jugado a baloncesto.
Embiid se perdió la temporada entera, la primera del famoso The Process, pero eso no fue ni de cerca lo más trágico de su primera aventura americana. El 17 de Octubre, todavía en pretemporada, se conocía el fallecimiento de su hermano menor Arthur, de 13 años. Un hermano al que no veía desde su salida de Camerún, cuatro años atrás. Brett Brown, Sam Hinkie y Luc Mbah a Moute acompañaron a Joel hasta Yaoundé a despedir a su hermano. Un mes más tarde, los Sixers anunciaban que Embiid se perdería toda la temporada por rehabilitación en su pie derecho.
Para Mayo estaba prevista la vuelta de Joel a las pistas, entrenar con el equipo y empezar su andadura NBA. Sorprendió a todos en pick-up games y tirando de tres. El 18 de Agosto Embiid sufría una segunda operación en su pie derecho, esta vez con un injerto óseo: tiempo aproximado de recuperación, de 5 a 8 meses. Oficialmente, Joel Embiid no podía debutar hasta su tercera temporada como jugador de los Sixers. Dos años horribles, tenebrosos. Dos años que formaron parte del proceso que Tony Wroten puso en boca de todos.
el proceso y el debut
No fue Hinkie, no fue Brett Brown, ni mucho menos Joel Embiid. El escolta de Washington fue el primero en acuñar el concepto The Process en una entrevista para ESPN sobre el futuro de la franquicia. Era su segunda temporada en el equipo, la primera sin Jrue Holiday y Wroten dejaba claro el ideal del vestuario: “Nos dicen en cada partido, cada día:‘ Trust the Process,'”. Sin saberlo y casi sin quererlo, Tony fundó una forma de vida en Pennsilvania, un mantra que tres temporadas más tarde, sigue más vivo que nunca. Tres temporada y solo 56 victorias, por cierto.
18-64 en 2015 y 10-72 en 2016. 28 victorias y más de 130 derrotas en dos años de proceso, dos años sin Embiid. El 28 de Marzo de este pasado curso, en la amable pista de los Nets, Philadelphia conseguía la victoria 28 de la temporada, igualando los dos últimos años juntos: 13 con Embiid en pista (13-18, .419 de victorias). Sin Joel el balance se disparó a un triste pero habitual 15-36, .294 de triunfos y solo por delante de Brooklyn y Phoenix. El efecto Embiid, todavía sin Simmons en pista pero si con Saric, Noel hasta el trade, Okafor y Covington. The Process año 3.

Sin disputar nunca ambos partidos de back-to-back, en Octubre se le permitió jugar 3 partidos seguidos, en Noviembre hasta 4 y con la llegada de Diciembre y Enero, firmó su serie más larga: 6 partidos seguidos en 13 y 15 días respectivamente. Siempre por debajo de 30 minutos y solo bajando de los 20 en las palizas en Utah y Atlanta, le dio tiempo a dejar actuaciones para el recuerdo. Dos veces superó la barrera de los 30, primero ante Brooklyn con 10 rebotes y una victoria, y un mes más tarde, también en Philly ante los Rockets, esta vez con 4 triples.
Para entonces, Philadelphia ya había adoptado a Embiid como hijo pródigo de la ciudad. Sus aventuras en Twitter e Instagram con Rihanna, LeBron James o Markelle Fultz le convertían en embajador unánime de la franquicia hasta cambiarse el nombre por Trust The Process. Era la cara y ojos de una ciudad que desde Iverson no tenía una estrella tan relevante para la liga y la mayor esperanza del proceso. Cerca de ser all-star en su temporada rookie, tercero en el premio (que habría sido unánime de haber jugado 50 partidos) y un futuro brillante.
Pero el 29 de Enero y tras 31 noches vestido de corto, Embiid decía adiós a su primera temporada. Técnicamente, por contrato, la tercera como profesional; a nivel de juego, su año rookie. 20.2 puntos, casi 8 rebotes y un net-rating positivo, el único junto a Holmes entre los jugadores con más de 600 minutos. Una contusión en la rodilla izquierda, que ya le alejó de algunos partidos a principio de mes. De regalo, eso sí, un pick-3 que Colangelo (con ayuda de Danny Ainge) convirtió en Markelle Fultz para formar un hipotético big-3 del futuro: Embiid, Simmons y Fultz. Entre los 3, eso sí, suman 31 partidos en NBA. Un big-3 que tiene solo una misión, acabar con el proceso que Philadelphia ha sostenido durante años y devolver a los Sixers a la cima.
Pero eso no pasará de un día para otro. Embiid tiene claro que el proceso es eso, algo a largo plazo y que no se puede cerrar hasta sumar el anillo: “A veces la gente no entiende la definición del proceso: no es estar por encima de donde hemos estado en los últimos cuatro años. Siento que el proceso es seguir mejorando constantemente. Es proceso salir de la zona baja. Es proceso hacer playoffs, llegar a las finales de conferencia y es otro proceso llegar a las finales y ganar la NBA. Aplica a todo en la vida. Siempre vamos a estar confiando en el proceso“. Palabra de Embiid.
Fuentes: ESPN, Sports Illustrated, Reddit, The Huskie Haul, Bleacher Report, 247 Sports, bball-reference y Fox Sports.