En la NBA está terminantemente prohibido que los jugadores negocien contratos con las franquicias durante épocas en las que no están autorizados a hacerlo. Cuando sucede, se denomina “tampering”, y la liga pone especial foco en sancionar estas prácticas para igualar la competencia entre los equipos y que todos puedan acceder a firmar a las grandes estrellas.
New York Knicks incurrió en falta en este punto, y si bien la NBA no permite que esto pase, las sanciones suelen ser bastante blandas. El mensaje que envía la liga con los castigos benignos es que sabe que todos los equipos tienen la costumbre de hacer “tampering”, y por eso no decide ejecutar sanciones ejemplares que sienten precedentes.
En este caso, la NBA decidió sancionar a los Knicks quitándoles una elección de segunda ronda del Draft de 2025. Es decir, no es nada grave para los despachos de las oficinas neoyorkinas, pero sí puede ser importante considerando que la franquicia, aunque es importante tenerlo en cuenta sabiendo que son monedas de cambio que tienen para conseguir figuras en los próximos años.
La investigación iniciada por la NBA se centraba en la contratación en la agencia libre de Jalen Brunson, quien jugó la temporada en Dallas Mavericks y que saltó al mercado estival como agente libre sin restricciones. El problema fue que la liga advirtió que el base de 26 años mantuvo reuniones con la oficina de los Knicks mientras era jugador del equipo texano.
Finalmente, Brunson llegó a los Knicks con un acuerdo de 104 millones de dólares por 4 años, pero ahora la NBA afirma que la investigación, en la que la franquicia de Nueva York cooperó plenamente, demostró que existieron conversaciones con el jugador y su entorno antes del plazo permitido para las mismas.
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