¿Por dónde empezar? Esa era la gran pregunta que me formulaba cuando elegí "lanzarme" a escribir una pieza sobre los Knicks. Tras mucho pensar, llegué a la conclusión de que era indiferente. Lo importante era no dejarse ni un sólo ápice del desastroso inicio de campaña que están firmando; algo que como aficionado (sufridor) que soy del equipo de la gran manzana, seguro no haré. Comencemos.
un inicio para olvidar
Nueva York, temporada 2019/2020, nuevas ilusiones iluminaban los rostros de los knickerbockers. Ilusiones que únicamente durarían hasta el pitido inicial del primer encuentro. 0 victorias en pretemporada y la primera de la temporada regular no llegaría hasta el cuarto partido. Era en casa, en el grandioso Madison Square Garden, frente a un rival histórico, los Chicago Bulls. Esa noche se ganó peró se sudo sangre. El héroe y salvador de la noche fue Bobby Portis. Creo que con eso está dicho todo.
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Tras esta victoria, 4 derrotas consecutivas más hasta que los Mavericks del "desertor" Porzingis aparecieran en escena. Tocaba demostrar el orgullo neoyorkino y el equipo no defraudó, ganando a un equipo muy superior en dos ocasiones, primero a domicilio y después en casa. Una victoria más, en esta ocasión en casa frente a los Cavs (que llegaban de un back to back), cierra el casillero de los Knicks. Un balance de 4-11 y últimos en la conferencia este. ¿La nota positiva? Los Warriors están peor, pensarán los más optimistas.
no se esperaba estar tan abajo
deficiencia en el banquillo
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jugadores destacados
En cuanto a lo individual encontramos tres protagonistas claros, RJ Barrett, Marcus Morris y Julius Randle. El rookie está firmando un buen inicio en líneas generales y realmente es lo poco "salvable" de este equipo. Barrett promedia 15.3 pts, 5.7 reb y 3.5 ast en 33.7 minutos en pista. Fizdale esta "fundiendo" a minutos al ex de Duke, siendo el novato que más juega. Está acertado en los lanzamientos (40.6 % TC y 36.2 en T3) a excepción de los tiros libres, donde está totalmente desafortunado. Es el 9º peor jugador de la liga (que juege al menos 20 min por partido) desde la personal, donde promedia un desolador 50.6%. RJ debe mejorar este aspecto ya que podría rondar los 20 puntos por noche si logra ser efectivo.
Morris es el máximo anotador del equipo y la principal arma ofensiva. 18.8 pts y 6.4 rebotes además de unos buenos porcentajes (40.6 % en TC y 46.4 % en T3). El equipo le busca en los momentos calientes y él se siente cómodo.
Por el contrario, Julius Randle está "escondido" en sus estadísticas. Y es que, a priori, los 16.5 pts, 9.2 reb y 3.8 ast podrían hacernos creer que el ex de Pelicans está teniendo una buena campaña. Pero lo cierto es que no está encontrando su sitio y atasca en multitud de ocasiones el ataque de los Knicks. Intenta 3.6 triples con un caótico 26% de acierto. Y por si fuera poco, lanza más triples por partidos que Barrett, Trier, Dotson, Ntilikina, Payton y Smith Jr; jugadores que deberían lanzar más que él. Además, es el jugador que más porcentaje de uso tiene en el esquema de Fizdale. Siempre jugando por fuera más que por dentro, desaprovechando su principal arma, el físico.
un cambio en el banquillo como posible solución
Todas estas estadísticas mencionadas hacen denotar que a David Fizdale le queda grande la gran manzana. El entrenador no está desarrollando a los jóvenes que se presupone llevarán la franquicia en el futuro. Jugadores como Mitchell Robinson (18.4 min) o Kevin Knox (21 min) están a la sombra de jugadores "pasajeros" como Morris, Portis o Gibson. Incapaz de transmitir garra y ambición a jóvenes y veteranos, Fizdale debería tener sus días contados como entrenador de los Knicks.
La temporada es larga y todavía queda mucho por recorrer pero es momento de reaccionar. Lo necesario es tener unas ideas claras y básicas de juego, asignando a cada jugador un rol y un oficio claro y directo en beneficio del equipo. Si se quiere crecer como grupo y poder atraer estrellas en futuras agencias libres, este es el camino que los New York Knicks deberían tomar cuanto antes. De lo contrario se alargará de una manera indefinida su reconstrucción.