Ayer fue finalmente el día en el que los Knicks y Stephon Marbury ponían punto y final a su tortuosa relación.

El no contar para Mike D´Antoni a principios de temporada y la negativa del jugador a jugar en un partido contra Milwaukee el pasado mes de noviembre, convertían a Marbury en una persona “non grata” para la franquicia de la ciudad de los rascacielos.
Cierto es y de todos es sabido que Marbury ha intentado salir de Nueva York desde principios de temporada, bien vía traspaso, bien vía despido, pero los 21 millones de dólares pendientes por cobrar por el base fueron todo un muro imposible de superar por cualquier equipo. Lo del despido ha sido un tira y afloja entre el jugador y el club ya que Marbury no estaba dispuesto a perder ni un solo millón de su jugoso contrato.

Pero en un caso tan complicado como este en el que Marbury era un problema para Nueva York y los Knicks eran un problema para el propio Marbury, la solución pasaba por encontrar una salida para que las dos partes lograran separar sus caminos, finalmente ayer se lograba el acuerdo económico para que el jugador esté disponible para fichar por cualquier equipo de cara a los playoffs, gracias a que este acuerdo ha llegado antes del próximo domingo 1 de marzo.

Boston será su destino

Marbury ya es agente libre y los Celtics será su destino en las próximas 48 horas, el tiempo mínimo para que un jugador despedido pueda fichar por un nuevo equipo, un destino que desde hace un par de meses ya sonaba como posible destino para Marbury.

Los Celtics culminan así la semana de los refuerzos, una semana que comenzaba con la llegada a los Celtics del pivot Mikki Moore y que desde este próximo viernes contará además con Marbury, que llega para cubrir la plaza de base suplente que tanto habían estado buscando reforzar los actuales campeones.

Si en la pasada campaña fueron Sam Cassell y P. J Brown los elegidos para reforzar un equipo que a la postre fue campeón, en esta, los Celtics que estaban creando muchas dudas por el rendimiento tan irregular de su banquillo vuelven a la carga con los fichajes de Moore y Marbury, dos buenos jugadores con las vistas puestas en conseguir el tan ansiado "repeat".

Kevin Garnett y Stephon Marbury vuelven a unir sus vidas después de formar una de las parejas más explosivas de la NBA a finales de la década de los 90 en Minnesota Timberwolves.