La mayoría de jugadores que han practicado baloncesto han sufrido en algún momento de sus carreras un esguince de tobillo. El mecanismo de lesión más común se produce tras un salto, al apoyar y caer mal, o al pisar a otro jugador, torciéndose en ambos casos el tobillo.
Un esguince es una lesión de un ligamento, con un daño estructural como consecuencia de un movimiento forzado o brusco de la articulación, en el que se somete al ligamento a un estiramiento mayor al que puede soportar. El más común es el del Ligamento Lateral Externo (LLE).
Dependiendo de la gravedad de la lesión, distinguimos tres tipos:

- Esguince Grado I: se produce un simple estiramiento con roturas fibrilares leves. Aparece un poco de inflamación y dolor. La recuperación dura tan sólo unos días, como máximo dos semanas.
- Esguince Grado II: se produce una elongación mayor, con la consiguiente rotura de algún fascículo del ligamento y puede afectarse también la cápsula articular.
Aparece inflamación, hematoma y dolor. El tiempo de recuperación es mayor, oscila entre 2 y 5 semanas, incluyendo una inmovilización relativa los primeros días. - Esguince Grado III: existe una rotura casi completa del ligamento, a veces también se incluyen las roturas completas. El dolor es muy intenso, aparece
una gran respuesta inflamatoria, hematoma y laxitud en la articulación. Para que cicatrice, inmovilización al principio. El tiempo de recuperación oscila entre 6 y 8 semanas.
El tratamiento que podéis hacer vosotros en casa se resume en “RICE”:
- Reposo: sobre todo las 24-48h siguientes, dependiendo del grado de lesión.

- Hielo (Ice): para controlar la inflamación, al principio varias veces al día, cada aplicación de una duración de unos 10 minutos. También pueden hacerse baños de contraste, acabando siempre con frío.
- Compresión: con un vendaje que limite el movimiento del tobillo y controle la inflamación, hasta cierto punto, porque si la presión es excesiva, cuando tienda a inflamarse puede producir dolor.
- Elevación: en las primeras horas después de la lesión y mientras se aplica el hielo. Si a lo largo del día veis que se inflama, entonces abusar más de estar tumbado con el pie en alto.
Es muy importante acudir al fisioterapeuta desde el primer momento para acelerar el proceso de curación. El tratamiento puede ser distinto según el fisio, ya se sabe, cada maestrillo tiene su librillo, pero en mi opinión, un buen tratamiento consistiría en:
- Drenaje linfático: para reducir la inflamación y favorecer la reabsorción del hematoma, sobre todo en las primeras fases cuando hay más dolor.
- Cyriax (masaje transverso profundo): sobre los puntos dolorosos, es decir, sobre el/los ligamentos lesionados, para acelerar el proceso de curación. En las fases más agudas a veces no es posible porque el dolor es muy fuerte, entonces se haría una vez la inflamación esté más controlada.
- Movilizaciones pasivas: aumentando el rango de movimiento progresivamente. Al principio se evitará el movimiento con el que tuvo lugar la lesión.
- Electroterapia/ultrasonidos: para disminuir el dolor y favorecer la absorción del edema y aumentar la circulación en la zona, de manera que se favorezca la recuperación y se eliminen los desechos lo antes posible.
- Fortalecimiento muscular: en las fases más avanzadas, para recuperar la masa muscular tras el reposo.
- Vendaje funcional: en caso de que sea necesario, para evitar el gesto de lesión. Este tipo de vendaje también es recomendable hacérselo cuando se vaya a reincorporar de nuevo al deporte, o en gente que ya se ha hecho muchos esguinces de tobillo, para jugar partidos con más tranquilidad, previniendo de más lesiones.

Como última fase de la rehabilitación, y para estabilizar la articulación y prevenir que os volváis a lesionar, deberíais realizar un entrenamiento propioceptivo, que sirve para trabajar la coordinación y la fuerza, mejorando la capacidad refleja. Estos ejercicios son muy variados, pero los más sencillos para que hagáis en casa son los de equilibrio, colocándoos en apoyo monopodal (un solo pie) sobre una superficie inestable e intentando mantener el equilibrio.
Para terminar, os daré un consejo, PACIENCIA. Por experiencia sé que la mayoría tenéis mucha prisa por volver a la actividad, pero acordaros de que si un esguince no se cura bien, aumenta el riesgo de que éste se vuelva a repetir.
Eva Tello Cadarso
Fisioterapeuta col.834

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