En el concepto del esquema de la comunicación lingüística, Roman Jakobson (lingüista norteamericano de origen ruso), dibujó la circulación, o quizás pasos, que definen las funciones que se deben realizar, en distintos apartados, para establecer un diálogo. O, más que menos, distinguió cuales son los factores que intervienen para comunicar un mensaje. En dicho caso, se hace referencia a un emisor, el mensaje y un receptor. Además, hay otros aspectos como el contexto, el código o el canal, capaces de mejorar o dificultar la emisión, o bien recepción de este mensaje. Asimismo, podemos encontrar una relación entre este esquema y sus funciones, con el baloncesto, ya que sin una debida comunicación, el baloncesto sería imposible.
Imagina estar viendo un partido de los Lakers con Magic Johnson conduciendo el balón en un contraataque. Este penetra la zona dirección a canasta y, acto seguido, da un pase a su espalda, sin mirar. Como una bala, aparece James Worthy que captura el balón en pleno vuelo, ejecuta dos pasos antes de saltar, para finalmente, acabar la jugada con un mate y poner de pie todo el público eufórico, y a la vez expectante, que estaba viviendo puro Showtime en el Staple Center. ¿Esto no es comunicación?
Vinculado a Magic, ejecutor de la asistencia y emisor del mensaje, hay la función expresiva o emotiva. Este emite un mensaje que se representa con una magnífica asistencia. A su misma vez, el mensaje, representado en forma de balón, vuela hasta llegar a las manos de Worthy, el receptor. Llevada a cabo pues, la asistencia, el esférico permaneció en el aire durante un período de tiempo casi insignificante, pero a la vez transcurrían otros tres factores más. El contexto, representante de la función referencial o informativa, en el esquema de Jakobson es la relación del mensaje con su referente. Johnson ya sabe que si inicia un contraataque, tendrá a James corriendo por detrás, esperando un pase en cualquier momento y esto es lo que da confianza y seguridad al pasador. Pronto emitirá ese “mensaje”, pronto lanzará una asistencia.
En lo referente al canal (o contacto) del esquema de la comunicación lingüística, se hace referencia a la función fática. Es todo aquello que nos permite comprobar que hay comunicación fluida entre emisor y receptor, que está abierta la vía de comunicación. Ambos jugadores saben que un defensor difícilmente podrá interceptar un pase del base de los Lakers, o ni siquiera, intervenir en la trayectoria del balón. Por lo tanto, esto implica que existe el camino para que de lugar la elocuencia.
En cuanto al código, lleva a cabo en el esquema la función metalingüística y radica en todo lo que verifica la comprensión del mensaje. Es obvio, pues, viendo a Worthy correr por detrás de Magic, que sabe que va a recibir una asistencia de este, lo cual se corrobora en el momento que, él mismo, anota después de recoger el pase.
El esquema de Jakobson también se puede aplicar a funciones baloncestísticas, siendo la asistencia, la mayor representante del mensaje. El mensaje tiene asociada la función poética. Hace ver que el lenguaje llama la atención sobre sí mismo, va a ser la dominante frente a las demás funciones, es la esencial. Por eso mismo, la asistencia, también partícipe en la función poética, requiere un contexto, canal y código para que el receptor la reciba sin inconveniente alguno. Forjando de este modo, una disciplina en el arte de pasar el balón y evidenciar lo que implica en el baloncesto la comunicación.