La primera semifinal arrancó con un dominio claro de alguien que se conoce esta competición como nadie: Silvia Domínguez. Autora de 7 puntos en apenas 3 minutos, la base de Montgat comandó los primeros ataques de Perfumerías Avenida. Ante el acierto de Silvia Domínguez, RPK Araski cargó el rebote para impedir los contraataques salmantinos, y de esta manera, con ataques más estáticos, logró nivelar las fuerzas a través de Shacobia Barbee (5 puntos). Cuando Avenida consiguió una ligera ventaja, Madelen Urieta planteó una zona que dificultó la fluidez en los ataques del conjunto anfitrión. Con esta alternativa en defensa y con la continua rotación, RPK Araski pudo jugar de tú a tú y frenar el arsenal ofensivo de las de Miguel Ángel hasta el final del primer cuarto (14-13).

Si algo se vio en el inicio del segundo periodo es que las defensas se impusieron. Hubo varias penetraciones forzadas y alguna que otra mala selección de tiro producto de la defensa férrea de ambos equipos. Poco a poco, Perfumerías Avenida fue recuperando la fluidez y, con los bloqueos y la calidad individual como principal arma lograron un parcial de 1-10 que las colocó 15-23 en el ecuador del cuarto. Sin embargo, las vascas supieron gestionar el mal tramo gracias al acierto -que no habían tenido antes- desde más allá del arco: dos triples (Asurmendi y Raquel Carrera) ayudaron a revertir el parcial encajado minutos antes. Si en el primer periodo los rebotes ofensivos habían sido de RPK Araski, en este segundo cuarto fueron para Avenida, pero no lograron aprovechar las segundas oportunidades (23-26 al descanso).

Hayes se propuso deshacer la igualdad y lo consiguió poniéndose el traje de MVP. Eléctrica, atrevida y acertada: así salió la americana para volver a darle esa ligera ventaja a las salmantinas, con Fagbenle como escudera perfecta. Pero no, RPK Araski no se rindió ni bajó los brazos en ningún momento. Con la ilusión y la energía característica del conjunto vasco, supieron sobreponerse de nuevo a un parcial adverso: Raquel Carrera y Laura Quevedo volvieron a acertar desde el triple y el encuentro quedó en tablas de nuevo al término del tercer cuarto (37-41).

En cuestión de un minuto y medio, las de Vitoria ya entraron en bonus y, aunque las castellanas al principio no sacaron provecho de los tiros libres, poco a poco estuvieron más acertadas y volvieron a tomar distancias en el marcador. Hayes, que había frenado en seco su protagonismo a la mitad del tercer cuarto, apareció de nuevo para poner la máxima diferencia (37-49) a falta de 7 minutos. Y cómo no, llegó la defensa asfixiante de Perfumerías Avenida que obligó a lanzar desde 7 metros en dos ataques prácticamente consecutivos. Cada penetración de RPK Araski supuso un infierno merced a la defensa perfecta que imprimieron las jugadoras salmantinas; y si a este factor le sumamos a la todoterreno Laura Gil y la facilidad anotadora de Hayes, el resultado es el que suele pasar en la Copa: Perfumerías Avenida, a la final.

1. Laura Gil en los intangibles; Tiffany Hayes en la ejecución. En la primera parte, prácticamente no aparecieron ninguna de las dos. Hayes solo había anotado 6 puntos y 4 de valoración, y Laura Gil había sumado 2 puntos y 4 rebotes. No obstante, en la segunda parte todo cambió. Tras el paso por los vestuarios, Hayes lo tuvo claro: quería cerrar el partido cuanto antes. Aunque su momento en el tercer periodo solo duró unos pocos minutos, en el último cuarto sí pudo ser la verdadera protagonista junto a Laura Gil. La exterior americana anotó 11 puntos -para un total de 21- y llevó en volandas al Multiusos Sánchez Paraíso, mientras que la otra protagonista, la ala-pívot, supo estar en el lugar adecuado en el momento justo. Vamos, lo que mejor se le da: producir mucho aparte de lo que dice la estadística. Acabó con 9 puntos, 13 rebotes y 2 asistencias para 25 de valoración. 

2. La ilusión nunca se pierde, por RPK Araski. Estuvieron vivas prácticamente todo el encuentro. Buscaron sus armas, utilizaron sus recursos, se exprimieron al máximo. Con el recuerdo dulce de la prórroga ante Gernika, RPK Araski no se rindió y las jugadoras sacaron lo mejor de sí para estar ahí. Los puntos de Raquel Carrera, la dirección de Asurmendi, la garra de Laura Quevedo y Tania Pérez, los rebotes de Barbe… Innumerables factores que han hecho que las vascas se despidan de esta Copa de la Reina con una sonrisa porque, aun habiendo perdido de 15, han competido hasta el final.

3. La defensa, la ambición… y otra final más. No se cansan y eso tiene un nombre: ambición. Ambición por sumar otra más -y ya serían 9-, ambición por querer siempre más, ambición, al fin y al cabo, por saber que pueden volver a tocar el cielo. Esta vez, dos jugadoras protagonizaron la victoria, pero de nuevo, como si de un ente omnipotente se tratara, volvió a aparecer esa defensa que es desde hace un tiempo la seña de identidad del conjunto salmantino. No es que dejaran a Araski en 8 puntos en el cuarto definitivo, sino que le impidió pasar de los 14 puntos en cada periodo y acabó siendo lo que les empujó hacia la victoria.