Valencia Basket afronta esta temporada 2023-24 de una forma diferente a lo que lo había hecho hasta ahora: como vigente campeón de la Liga Femenina Endesa y como segunda temporada en Euroliga. Algo que es nuevo en ambos casos para el conjunto de Rubén Burgos y que añade una presión extra a uno de los mayores presupuestos del baloncesto femenino en España, y que ahora se enfrenta a un punto de inflexión con el adiós de Rebecca Allen.

El problema: racha negativa y obligación de ir al mercado

Desde que perdiera ante Lointek Gernika en la jornada 4 de la LF Endesa, Valencia Basket ha ido de más a menos y ha visto como una crisis de resultados se ha instaurado en el conjunto que dirige Rubén Burgos. Terceras en Liga Femenina con ocho victorias, donde perdieron ante uno de sus mayores rivales directos como es Perfumerías Avenida con cabreo de Queralt Casas incluido, es en la Euroliga donde tienen sus mayores problemas.

Y es que las ‘taronja’ en su segunda temporada en la Euroleague Women solo han ganado tres de ocho partidos disputados y la competición se les pone cuesta arriba al ser quintas y obligadas a apenas fallar en lo que queda si quieren estar en playoffs. Han caído como visitantes de rivales directos como Casademont Zaragoza o Familia Schio, ante los que se aferra al poder de jugar en la Fonteta en la vuelta para subir escalones.

En este contexto de crisis, que ha sido mayor a nivel sensaciones con un equipo que no ha transmitido la solidez y la fuerza colectiva a la que nos tenía acostumbrados, tras la marcha de Rebecca Allen están obligados a acudir al mercado de fichajes para sustituir a la que fue una de las incorporaciones estrellas del verano.

Esteban Albert, director deportivo de la sección femenina del club, aseguró en declaraciones a À punt, la televisión autonómica, que el mercado está complicado porque “ofrece pocas posibilidades”, pero que están en marcha para traer a la sustituta de la australiana. Aquí se debe tener en cuenta que la WNBA empieza en abril, justo en el momento clave de la temporada y las jugadoras americanas o las europeas que compiten allí es difícil que se comprometan en Europa hasta final de campaña.

La solución: poder recuperar al equipo

La marcha de Bec Allen, pedida por la propia jugadora al alegar motivos personales, fue inesperada para los aficionados de Valencia Basket, que se enteraron en medio del partido de los chicos ante UCAM Murcia y de las chicas ante el Barça CBS. La australiana y el equipo rescinden contrato después de tan solo dos meses de la jugadora en tierras españolas tras disputar la WNBA.

Según apunta la agencia EFE, Allen no se ha sentido cómoda en su segunda etapa en el equipo, diferente al que ella conoció, y ya dio como solución una rescisión de contrato que ha llegado al no funcionar el tiempo que dio Valencia Basket para que encontrara su lugar. Los problemas físicos que ha sufrido la australiana tampoco han ayudado, y se marcha a pesar de que se emocionó durante su presentación a su llegada a Valencia, que afirmaba sentía como su casa.

Desde EFE también se afirma que desde Valencia Basket ven esto como una oportunidad para mejorar la racha negativa que se arrastra y una manera de componer la solidez del equipo sin una jugadora que se sienta incómoda, por lo que se considera la salida de Rebecca Allen del equipo como la mejor solución posible.