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Con más contundencia de la esperada y desplegando el mejor baloncesto de la temporada, Menorca solventó su serie ante el Grupo Iruña Navarra con un meritorio 3-0 y alcanza la final de la mejor manera posible.
Tan solo Blanch, con un esguince en el tobillo, llega tocado a la cita. El resto del grupo se presentará ante el sorprendente Melilla en el mejor momento del año.
Debo confesar Francisco, que no contemplaba al Melilla como finalista pero su progresión no deja lugar a dudas. Sin McKeither, Manzano, Wachsmann, pero sobre todo Odiakosa han dominado el juego interior en su semifinal ante Cáceres.
La muñeca envenenada de Arco, la explosividad de Suka y el dominio del rebote de Odiakosa serán las principales bazas ofensivas del cuadro que dirige el emergente Gonzalo Garcia de Vitoria. La velocidad de Marco y la siempre efectiva dirección de Riera completan las principales amenazas de un equipo que como el Menorca se planta en la final en el momento más dulce de la temporada.
Llegados a este punto sería lógico exponer el clásico argumento de la profundidad de banquillo, las estadísticas, la clasificación en la liga regular, la calidad de la rotación, factor cancha, etc… Factores importantísimos y considero que todos favorables al Menorca, pero Francisco esto es una final y el pasado no cuenta.
El viernes, cuando todas las miradas del planeta LEB se posen sobre el pabellón menorquín y se enciendan los focos de Bintaufa, será el momento de demostrar quién merece el codiciado premio, el domingo no existe.
Mi optimismo no desfallece y pronostico un 3-1 para Menorca. Enhorabuena a todos por tan magnífica temporada.
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Pues se ha llegado hasta la final. Muchos aficionados melillenses que vieron la Final Four de Fuenlabrada de 2009 pensaban que pasarían varios años para volver a ver a su equipo luchando por ascender a la Liga Endesa. No se equivocaron, aunque seguro que es más pronto de lo que ellos pensaban.
El Melilla Baloncesto se planta en la final ante Menorca con el hecho de haber llegado a los cinco encuentros en las dos eliminatorias previas, ante Lleida Basquetbol y ante Cáceres Patrimonio de la Humanidad. ¿Consecuencia de esto? El cansancio a estas alturas de temporada ya hace mella, más aún si se tiene en cuenta la temporada azulina.
La lesión de Ridge Mckeither ha hecho que las dos rotaciones, interior y exterior, cuenten con un hombre menos de lo normal por lo que el desgaste es mayor. A este se le suma que es raro el encuentro en el que menos de dos jugadores jueguen más de 30 minutos.
A la hora de encarar esta final, son tantos los peligros que deben mirar los de Gonzalo García de Vitoria que faltaría página para escribirlos. Todavía escuece, Sebastián, el arbitraje que recibieron los melillenses en su pabellón cuando marcaban a Óliver Arteaga. El pívot canario realizó por aquel entonces un partidazo con 17 puntos y nueve faltas recibidas para 26 de valoración. Ateniéndose a ese encuentro, Arteaga y Marc Blanch se presentan, a priori, como los hombres que pueden causar más problemas a la defensa norteafricana.
El morbo sin duda lo pondrá la vuelta a la Ciudad Autónoma de tres jugadores con pasado azulino, como son Jorge Jiménez, Taylor Coppenrath y Roberto Morentín.
Otro de los factores a tener en cuenta será el hecho de que Melilla haya jugado tres partidos más en estos playoff. Menorca lleva descansado más de una semana desde su último partido, mientras que el cuadro melillense llega casi sin parar del partido del martes en el que se exprimió. ¿Cansancio o mayor rodaje? ¿Puede una semana parar mucho a un equipo? Lo veremos a partir de las nueve menos cuarto de la noche.
El Melilla Baloncesto debe jugar como en la segunda parte del quinto encuentro ante Cáceres, es decir, con intensidad detrás y con una rápida circulación de balón. Para esto deberán estar atentos los hombres interiores que serán los principales referentes para una mayor movilidad exterior. Salva Arco, Marcos Suka, Héctor Manzano y Dinma Odiakosa llegan en un espléndido estado de forma y el equipo debe aprovecharse de ello. Estos cuatro conforman la columna vertebral del ataque norteafricano y dependerá de ellos que su equipo se meta en el encuentro. El trabajo de secundarios como José Antonio Marco o Kiril Wachsmann será crucial para mantener la intensidad en el juego.
Parece claro el papel de favorito que tiene el equipo menorquín, pero seguro que Melilla dará guerra. Mi pronóstico es 3-2 para Menorca. Aunque sobre todo, ¡que gane el baloncesto!
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