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Parece ser que el ascenso está decidido, pero bueno, como bien dice el refrán, hasta el rabo todo es toro y venís a casa a jugar.
Si recodamos el partido de ida, no os bastó un Sidao de Santana inmenso en la zona con 16 puntos y 17 rebotes para llevaros el partido. Sinceramente, el juego interior de Knet Rioja es superior al de Bàsquet Mallorca. El nuestro está formado por Isma Torres, un jugador que ha rendido de manera satisfactoria años atrás. pero que se encuentra en el declive de su carrera, aunque está ofreciendo un rendimiento notable esta temporada. Su fichaje no sorprende, la economía manda y, así como ha hecho Knet Rioja, la reducción de presupuesto ha sido significativa, sobre todo después de la injusta (sí, injusta y es una opinión estrictamente de este servidor) decisión de la FEB del descenso administrativo. Esto ha obligado mucho a pensarse mucho los fichajes por el capítulo de sueldos y salarios. El otro jugador de juego interior es Shaun Green, un hombre que rindió muy bien el año pasado en Adecco Oro y que viene como sustituto de Matt Kingsley tras lesión. Ahora que no nos ve nadie podemos revelar un secreto: el director deportivo De la Cruz dijo en su día: “yo si tuviera dinero cambiaría a Matt por Shaun”. Lo comentó en un momento en el que se sabía que Green estaba a disgusto en su equipo (y que no había dinero, como siempre, en las arcas mallorquinas). Casualmente, días después Kingsley se lesionaba para el resto de la temporada con lo que el tema económico quedaba solucionado.
Moviéndonos hacia fuera de la zona, presumimos de tener a uno de los mejores bases de la categoría, Carles Bivià. Con un rendimiento excepcional, cuando existen los problemas las pelotas van para él: Ha tomado perfectamente el relevo de Joan Riera y creo que Mat Witt no llega a su nivel, por mucho que las estadísticas puedan decir lo contrario.
En las alas tenemos a Marc Axton, un jugador que ha dado el nivel esperado en la segunda vuelta, con lo que sus estadísticas conjuntas no reflejan el cambio provocado en su rendimiento. Quique Suárez y Alfredo Ott lo sufrirán si no le defienden bien de cerca, ya que no se lo piensa 2 veces cuando coge la pelota y existe la posibilidad de tirar.
En resumen, el equipo dirigido por Xavi Sastre sigue las mismas directrices que el año pasado. Le gusta más el juego de ataque que el de defensa y, sobre todo, el tiro exterior.
Sidao y Mesa son superiores a Torres y Green. Pero desde fuera, la artillería mallorquina es imbatible en esta liga cuando tienen el día bueno.
Esto se presenta apasionante y nada me gustaría más que ver a Knet Rioja nervioso en el último partido, obligado a ganar contra un FEVE Oviedo que también se juega su presencia en los playoff. El problema lo tiene Mallorca, que iría a Andorra a jugársela, pero no adelantemos acontecimientos…
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Desde luego que hasta el rabo, todo es toro, y, de hecho aquí en Logroño, acostumbrados como estamos estos últimos años a quedarnos a las puertas del sueño de Adecco Oro, nadie levanta la voz hasta que las matemáticas den permiso. Es más: por mucho que Mallorca perdiera en Tijola la semana pasada, el Knet sigue sabiendo que la gran final de la temporada se juega esta noche en Inca, ahora mismo no se contempla otra cosa, más que nunca.
En estos últimos años el Clavijo (Caja Rioja, Knet Rioja…) ha acostumbrado a convivir en una liga en la que siempre parecía haber dos o tres ogros por delante cerrando el paso. Este año el ogro está en Logroño, con permiso vuestro claro está, ya que llegados a este punto sólo nos separan ese par de tropiezos inesperados de hace ya muchos meses, tal vez determinantes en la clasificación, pero sin valor sobre una misma cancha: hoy se dan cita los dos mejores equipos de la liga, los que mejor basket juegan, los más regulares y, sobre todo, los más fuertes mentalmente. Y lo que ocurrió en la primera vuelta en Logroño no me lo tomo como referencia: sin desmerecer el gran partido de Mallorca, creo que se juntó con uno de los peores Knet Rioja de la temporada. Los de Sala han cambiado mucho desde entonces, y a mejor: principalmente, hoy son un equipo que se ‘lo cree’, y eso se les nota en su juego.
Y yendo ya con el parqué, empezando por la pintura, pienso precisamente (y esto es una impresión totalmente personal) que una de las claves de aquel partido en Logroño es que Mallorca sacó grandes réditos de sus interiores, o dicho a la inversa, que el Knet no explotó lo suficiente la superioridad que yo creo tiene: la diferencia esta vez la puede poner un David Mesa que estuvo flojito aquel día, pero ya sabemos cómo se las gasta en los parqués de Plata cuando está físicamente a tope. Y éste es el caso: su final de temporada está siendo espectacular. De Sidao no hace falta decir mucho, en mi humilde opinión es el pívot de la liga, sin discusión.
En el perímetro espero una batalla campal, en la que el Knet tampoco anda manco de francotiradores: Witt, Swanston, Ott, Suárez... Hablamos también del duelo en la dirección, te confieso que Bivià es uno de mis bases favoritos, pero también que Witt es otro de ellos. Son dos jugadores de perfiles diferentes, que definen mucho el estilo de sus equipos, y veo que el que domine al otro habrá hecho mucho por su equipo. Está claro que Witt lo va a tener duro para controlar a Bivià, pero Bivià lo va a tener duro para controlar a Witt.
Por último, no quiero dejar pasar el papel de la segunda unidad: en Logroño, a Suárez ya lo conocemos, pero es de justicia citar la progresión tremenda que está teniendo este año el canterano Borja Arévalo; y por supuesto la importancia de esos minutos en los que Chufi Rodríguez, otro viejo lobo, dé descanso a Sidao en la pintura.
Lógicamente, yo prefiero ver dentro de una semana al Knet cerrando la liga sin nada ya en juego, y en medio de una fiesta que creo tendría muy merecida, especialmente un Jesús Sala que hace tiempo que tenía que haber dado el salto, pero que en cambio lleva ya seis años peleando como no lo ha hecho nadie por el sueño de toda una ciudad. Antes queda la final de Inca esta noche, uno de esos partidos que lo tienen todo: dos grandes equipos, talento individual, dos excelentes pizarras, un ascenso en juego y el componente emocional lógicamente magnificado. ¿El partidazo del año en la Adecci Plata? Yo creo que sí.
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