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Los calificativos para los pupilos de Jareño se están agotando. Siguen haciendo historia y después de conseguir la tercera plaza en la liga regular (arrebatada en el último partido a Menorca), ahora llegan a las semifinales con la moral por las nubes después de superar a La Palma en un playoff intenso e igualado.
Si algo caracteriza a los navarros es su carácter. Ese carácter, ese orgullo, les hace pelear hasta el final por lo que quieren y lo dan todo para conseguir su fin. Los rojillos lo han demostrado en la ronda de cuartos de final contra La Palma, sobreponiéndose a un malísimo encuentro inicial que supuso una dolorosa derrota en su propio campo y que sembraba de dudas al entorno rojillo.
Pero el carácter navarro también consiste en eso, en arrimar el hombro cuando peor se ponen las cosas (como también lo hicieron cuando empezaron la temporada 2-6). Y con ese carácter y, por supuesto, la calidad y el trabajo de este equipo, ganaron los tres siguientes partidos, dos de ellos en la siempre difícil pista de La Palma (el último con prórroga incluida), superando una ronda difícil e igualada.
Los rojillos llegan a semifinales con la moral por las nubes y ahora toca otro equipo isleño, Menorca. Un rival complicadísimo que quiere volver a la categoría que perdió el año pasado. El Grupo Iruña Navarra venció los dos partidos a los menorquines en la liga regular, pero la igualdad fue brutal, por lo que no hay favorito claro en esta eliminatoria.
Los navarros juegan con la ventaja de jugar con el factor cancha a favor, pero ya se vio en la ronda pasada que eso tampoco es de gran ayuda. La mayor experiencia y mayor plantilla del Menorca, contra la ilusión, las ganas y el carácter de los navarros.
Veremos cómo se recuperan los navarros de la paliza de jugar la eliminatoria vs La Palma con 8 hombres. La recuperación total de Iñaki Narros, que ha jugado esta ronda inicial con problemas físicos, y la posible vuelta de Víctor Pérez después de ser baja los dos partidos de La Palma por un golpe en el ojo serán muy importantes para el juego exterior navarro. En el juego interior la figura de Ondrej Starosta volverá a ser decisiva, así como la aportación de Jorge García y Kevin Langford.
Menorca tiene un gran juego interior, con gran calidad y más banquillo que los navarros. A principio de temporada todo el mundo lo daba como uno de los favoritos pero si algo está claro es que en estos playoff la igualdad entre todos los equipos es total.
Supongo que en la mente de los dos equipos esta todavía el último partido jugado en el Pamplona, con el tercer puesto en juego y donde los menorquines dominaron todo el encuentro pero que en la recta final los navarros le dieron la vuelta y dejaron la victoria en casa.
Entiendo que la eliminatoria será similar, muy igualada e intensa.
Mi pronóstico: 3-1 para Navarra. Y que el sueño continue…
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Como no podía ser de otra manera tras una serie como la vivida ante el Breogán, el optimismo desbordante continúa instalado en mi cabeza. El juego desplegado por el grupo de Berrocal invita a ello. Olvidada ya la liga regular, el Menorca exhibió ante el Breo, en mi opinión, los tres mejores partidos de lo que llevamos de temporada y ¡ojo al dato!, dos de ellos en el Pazo.
Debo confesar que el Iruña me ha sorprendido desde el comienzo de la liga. Un bloque homogéneo y sin fisuras capaz de ganar a cualquiera en esta competición. Sanz y Uriz forman a mí entender la pareja de bases mejor avenida del planeta LEB. Rakocevic, Pérez y sobre todo Narros completan una línea exterior efectiva y contundente. En la pintura Starosta marca las diferencias, Langford aporta solidez al grupo y García sublima los porcentajes de tiro del grupo con su mortífero lanzamiento de larga distancia. Savitski y Raya completan el roster que dirige, con precisión quirúrgica, Ángel Jareño.
Si a todo esto le añadimos el factor cancha y los resultados en liga regular (2-0 para Navarra) mi optimismo pasa de desbordante ha moderado de manera fulminante.
Moderado pero optimista de todas formas, pues la solidez y la fuerza mental mostradas por el grupo de Berrocal en los tres últimos partidos han elevado de manera exponencial el nivel de juego del equipo y con ello sus expectativas. Me resulta extremadamente difícil destacar a algún jugador a nivel individual, pero presumo determinante la incidencia en el juego de los treses baleares, Matalí y Bravo (sin par claro en el cuadro navarro) que deberán insistir en su aparente ventaja para decantar la balanza.
En mi opinión, cualquiera de los dos equipos es un digno candidato a disputar la final, pero considero que la mayor rotación en una serie a 5 partidos favorecerá al cuadro menorquín: 1-3 para ellos.
Saludos y que gane el mejor.
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