"Intentaré jugar fuerte y espero estar listo para ayudar a que mi equipo juegue bien".
Comparte apellido con la estrella y vocalista de ‘The Doors’, Jim, que acabó siendo pasto de las drogas dando final a la que hubiera sido un brillante carrera musical. La diabetes y una grave lesión de rodilla han truncado la que hubiera podido ser una buena carrera baloncestística. En al NBA o allende los mares.
Después de arrasar en el baloncesto universitario desde Gonzaga y alcanzar la categoría de semidios, Morrison sería elegido por los Bobcats en el número 3 del draft del 2006.
A unn discreto primer año (11.8 puntos y 33% en triples) le sucedió una gravísima lesión (segundo curso en blanco) y una cuesta abajo en picado que acabó con un traspaso a los Lakers donde la única nota positiva fueron los dos títulos conseguidos. Lo negativo, sus 39 partidos disputados en temporada y media con promedios de 1.8 puntos. Una interesante Summer League en Las Vegas fue sólo un espejismo en su últma temporada como Laker.
Morrison intentó seducir a los Wizards en la pasada pretemporada -siendo cortado incluso tras el training camp– e incluso se especuló con que podría acabar formando parte del roster de los Celtics. Ya se sabe de qué perfil son muy amantes en Massachusetts: aquello de “raza blanca, tirador…”.
El capricho ha querido que este admirador del ‘Che’ Guevara haya acabado fichando por por el Estrella Roja de Belgrado, entidad fundada durante la Segunda Guerra Mundial por un grupo perteneciente a una sociedad antifascista. Curiosamente, club donde destacó Vladimir Radmanovic, el hombre por el que fue traspasado a los Lakers.
Está recién llegado al aeropuero de Nikola Tesla, en Belgrado, vía Frankfurt. Su rostro es el espejo de un viaje largo, pero en su interior todavía queda una luz de esperanza. Tiene ganas de volver a sonreir después de unos años de calvario. En breve conocerá a sus compañeros y a su entrenador, que deberá ejercer de mentor. Precisamente su equipo acaba de adjudicarse la Mega Vizura Cup al imponerse al Nizhny Novgorod ruso por 76-71. No conoce prácticamente nada de su equipo. Su compañero en Gonzaga, y ex jugador de Pamesa Valencia y Partizan, Blake Stepp, ha acertado en hablarle de la pasión de la hinchada balcánica, enérgica como la de los Bulldogs. Fundamental en un nuevo intento de coqueteo con el baloncesto.
Svetislav Pesic intentará recuperar a jugador y equipo. Hay ganas de verle recuperado en otro tipo de baloncesto, más próximo al que le vio triunfar en el estado de Washington.