A punto ha estado Laboral Kutxa Baskonia de sufrir una dura resaca copera a manos del Zalgiris Kaunas. Nunca es fácil jugar un partido de Euroliga, y menos del Top16, tras disputar la Copa y eso se ha visto reflejado hoy en el Buesa Arena. Se ha sufrido, se ha trabajado y se ha cumplido, punto. Una victoria y a mirar adelante. Una sexta victoria que coloca al equipo vitoriano un pasito más cerca del aun lejano sueño: pasa al Top8 en el denominado "grupo de la muerte".
Comenzó el encuentro con un Zalgiris Kaunas muy centrado. La primer canasta de Ulanovas a los cinco segundos de partido abría un parcial de 0-5 a favor de los lituanos. En frente, Baskonia, que fallaba en exceso y no era especialmente contundente en defensa, no empezaba nada entonado el partido. Solo jugadas aisladas como un espectacular tapón de Ilimane Diop daban lugar a la esperanza. Cinco minutos tardó el equipo en reaccionar, y tras una canasta de Causeur, se igualaba a 13 el partido. Pero el Zalgiris no se salía de su guión y mantenía incómodo a los locales. Solo un triple de Darius Adams en el último segundo del cuarto permitió un pequeño respiro a los azulgranas, 22-20.

Si bien el segundo periodo se iniciaba con una sequía anotadora por parte del Zalgiris, tampoco el equipo azulgrana conseguía anotar con fluidez. Superando dos minutos sin anotar, los lituanos retornaban a la dinámica del primer cuarto y conseguía ponerse delante en el marcador 25-26, merced a un triple de Motum. Poco duraría la alegría. Una penetración de James y un mate, tras robo, de Hanga daban la vuelta al marcador. Pero el partido, intenso y farragoso, no tenía dueño. Tirando de coraje, Zalgiris dejaría el partido igualado al descanso: 32-32. Un dato serví de reflejo a lo vivido en los primeros veinte minutos: el parcial en el segundo cuarto fue de 10-12.

La vuelta de vestuarios no cambió nada. Siguió el partido por los mismos derroteros, donde las defensas se imponían a los ataques. El constante intercambio de canastas se mantuvo durante algo más de seis minutos, cuando el Baskonia aun mantenía el liderazgo en el marcador con un 45-43. En algo más de tres minutos, Zalgiris dió un golpe en la mesa. Quería el partido y puso toda la carne en el asador. Un parcial de 0-10 le colocaba ocho puntos arriba al final del tercer cuarto, 45-53. Laboral Kutxa no se sentía cómodo y eso se reflejaba en el marcador. Los lituanos acariciaban una victoria en la que solo ellos confiaban dos horas antes.

El último cuarto se tornó en épico. Solo explicable en varios datos. El primero, a 3:45 para acabar el partido Zalgiris dominaba 60-63 tras un tiro libre de Jankunas. Tardaría más de tres minutos y medio en volver anotar; 11-2 fue el parcial de Baskonia desde ese tiro libre hasta el final de partido. Bourousis comenzó el último cuarto con 5 de valoración, lo acabó con 22. Fueron 12 los puntos anotados por los lituanos en los últimos diez minutos, 20 los anotados entre Adams y Bourousis en el mismo tiempo. Y el definitivo el de la valoración de los equipos en el último parcial: 39-2 a favor de los azulgranas. En resumen, un parcial de 26-12 liderado por el base estadounidense y el pívot griego que fue la tumba del gran partido disputado por el Zalgiris. Una victoria sufrida y trabajada para el Laboral Kutxa, pero que cuenta igual. Un paso adelante más que permite coger aire tras la pequeña decepción vivida en la Copa y que refuerza la ilusión gasteiztarra de llegar, no solo, al Top8, sino a la Final Four.

En un partido trabado y dominado por las defensas, cabe remarcar los 17 puntos, 3 rebotes y 3 asistencias de Darius Adams para 18 de valoración; los 16 puntos, 11 rebotes y dos asistencias (un nuevo doble-doble y van…) del griego Ioannis Bourousis para 22 de valoración; y los 14 puntos y 4 rebotes del capitán Fabien Causeur para 17 de valoración. Por parte del Zalgiris Kaunas, destacar los 13 puntos y 13 rebotes del compatriota de Bou, Ian Vougioakus, que fue un tormento para los interiores baskonistas con sus 8 rebotes ofensivos.