[[{“fid”:”50639″,”view_mode”:”image_node”,”type”:”media”,”attributes”:{“height”:262,”width”:223,”class”:”media-element file-image-node”}}]]Durante la cobertura que Solobasket ha dado a la Final Four de la NCAA, hemos aprovechado que se celebraban tambien en Atlanta las finales de las Division II y Division III para poder vivirlas en directo, sobretodo con especial interes a la primera de ellas donde Drury University se proclamaba campeona nacional al vencer a Metro State en un precioso, apasionante y emocionante encuentro. El motivo de este interés: poder ver en vivo y en directo a un jugador que llevamos siguiendo desde un tiempo atrás y que terminaba periplo colegial tras su cuarto año en Drury. Nos referimos a Alex Hall, un excelso escolta que a parte de completar una temporada de ensueño, anotó los dos tiros libres que decantaron la final para los suyos por un ajustado 74-73.
Este combo guard de 1,88m ha sido profeta en su tierra ya que nació en Springfield, Missouri, y no se movió de su ciudad natal para jugar al baloncesto universitario ya que se enroló en Drury University, un pequeño college privado que cuenta con 140 años de antigüedad y que se caracteriza por ser una institución más especializada en los postgrados que en las carreras universitarias. Aún así, entre sus casi 5500 alumnos consiguen formar un equipo de baloncesto que este año se ha proclamamado campeón colegial en la Division II de la NCAA.
Muchas veces las diferencias entre los jugadores de divisiones menores como la II, III o la NAIA y los de Division I son sobretodo físicas, deportistas que son más limitados de altura -en la final entre Drury y Metro State, sólo 3 jugadores superaban los 2,00m- y en otras ocasiones esas diferencias se basan en que son deportistas que aún no habían explotado quizás por ser gregarios en high school y por ello no han tenido el bombo suficiente como para obtener becas de las grandes universidades de USA. Un ejemplo muy reciente es el de Will Hanley, actual MVP de la Adecco Plata con el Oviedo Baloncesto, llegado a la capital asturiana con muchas dudas por proceder de una pequeña universidad como Bowdoin encuadrada en la Division III de la NCAA, pero que demuestra una vez más que el buen ojo de los Directores Deportivos de los equipos es fundamental a la hora de fichar.
En el caso de Alex Hall el paralelismo que primero viene a la mente es con Brad Oleson que aunque hoy le veamos en el Regal Barcelona, también tiene un origen humilde en la Universidad de Alaska, en la Division II de la liga colegial, y que en el caso del alaskiano fueron los gallegos del Rosalía de Castro los que le dieron la primera oportunidad como profesional en Adecco Plata desde donde fue paso a paso escalando y tras pasar por Fuenlabrada y Caja Laboral, fue de los destacados en muchos momentos de la final de la Liga Endesa que acaba de jugar su equipo ante el Real Madrid.
CÓMO JUEGA ALEX HALL:
[[{“fid”:”50846″,”view_mode”:”image_node”,”type”:”media”,”attributes”:{“height”:290,”width”:250,”class”:”media-element file-image-node”}}]]Lo que más llama la atención en el caso del protagonista que estamos presentando a nuestros lectores es su capacidad de liderazgo, de cargarse el equipo a hombros y con un instinto asesino gracias a su amplio repertorio ofensivo, ser capaz de anotar en muchos momentos y sobremanera en momentos complicados cuando más lo necesitan los suyos. Llama poderosamente la atención su rapidez armando el tiro, una mecánica perfecta que lo hace tener un acierto muy elevado sobretodo desde la linea de tres como demuestra su 46% desde el triple en su año senior en Drury anotando casi cuatro bombas por encuentro. El ser un excelente y letal tirador no le exime de penetrar muy fuerte hacia el aro, sin evitar el cuerpo a cuerpo ya que Alex es muy corpulento y amortigua muy bien los choques con los rivales, lo que sumado a su gran body-control le convierten en un escolta muy peligroso también en penetración Un jugador sacrificado, de equipo, duro e intenso atrás, de los que cualquier entrenador querría en su equipo. En definitiva un deportista con mucho que dar, listo y que aprende muy rápido dónde puede sacar las ventajas.
Sus números de despedida en universidad fueron tremendos, siempre teniendo en cuenta que su equipo fue el campeón y jugaba un baloncesto muy coral y colectivo: 20,3 puntos, 3,5 rebotes, 2,5 asistencias, 1,3 robos y esos 3,6 triples por encuentro con el 46,5% de acierto.
Anoten este nombre. No digan dentro de unos años que no les habíamos avisado y como dicen que para muestra un botón, aquí os dejamos un video con sus highlights:
youtube://v/zGYN1YYum4U
Todo esto no ha pasado desapercibido por los scouts europeos y ya hay varios clubes que han preguntado por él, incluso en España ya hay un par de equipos en Adecco Oro muy interesados en el jugador. ¿En qué equipo creeis que podría encajar mejor? ¿Os gustaría verlo en vuestro club?