La Federación Internacional de Baloncesto (FIBA) ha tomado la drástica decisión de suspender temporalmente a la British Basketball Federation (BBF), organismo rector del baloncesto en el Reino Unido. La medida, que afecta directamente a la selección masculina y a las competencias nacionales, surge tras una serie de conflictos internos y acusaciones de mala gestión que amenazan con desestabilizar el desarrollo del deporte en el país.

Una suspensión sin precedentes para el baloncesto británico

La FIBA anunció la suspensión de la BBF debido a “problemas de gobernanza y cumplimiento regulatorio” detectados durante una investigación interna. La decisión implica que la federación británica pierde temporalmente su autoridad para organizar competiciones, emitir licencias y representar al país en torneos internacionales. La selección masculina, por tanto, queda fuera de toda competencia oficial de la FIBA hasta nuevo aviso.

El organismo internacional informó además que un grupo de trabajo (Taskforce) asumirá la gestión provisional del baloncesto masculino británico. Este equipo tendrá la misión de colaborar con los diferentes actores del deporte y con el gobierno del Reino Unido para diseñar un marco de gobernanza más transparente y sostenible.

La polémica creación de una nueva liga profesional

El conflicto estalló tras la decisión de la BBF de otorgar una licencia exclusiva de 15 años a un consorcio encabezado por el empresario estadounidense Marshall Glickman para crear la nueva Great Britain Basketball League (GBBL). La medida fue duramente criticada por los clubes que integran la actual Super League Basketball (SLB), quienes denunciaron irregularidades en el proceso y temen perder protagonismo en el panorama nacional.

La situación escaló rápidamente cuando varios clubes de la SLB rechazaron unirse a la nueva liga y presentaron demandas legales contra la federación. Esto provocó una fractura institucional dentro del baloncesto británico y llevó a la renuncia del presidente de la BBF, Chris Grant, quien abandonó el cargo en medio de la crisis y las presiones políticas.

Repercusiones deportivas y riesgo para el financiamiento público

Con la suspensión vigente, la selección masculina de Gran Bretaña no podrá participar en torneos internacionales, lo que afecta sus aspiraciones de clasificación para futuras competiciones europeas y mundiales. Los clubes de la SLB continuarán sus actividades, pero sus partidos no contarán con el reconocimiento oficial de la federación ni de la FIBA.

Además, la incertidumbre amenaza la estabilidad económica del baloncesto británico. Parte del financiamiento estatal y del apoyo de entidades deportivas depende del cumplimiento de normas de gobernanza avaladas por organismos internacionales. Si la situación no se resuelve pronto, el desarrollo del baloncesto en el Reino Unido podría enfrentar uno de sus mayores retrocesos en décadas.