RESUMEN DE PRO A 2012-13
El año que acaba de concluir en la ProA francesa ha supuesto la confirmación de que estamos ante la que probablemente sea la liga más igualada del continente, y donde más fácil es que se produzca una sorpresa y gane quien menos se espera. Lo podemos ver en el palmarés de campeón de ProA de los últimos años: ningún club repite título de liga desde la temporada 2003-04, cuando lo hizo el Elan Béarnais Pau- Orthez. Desde 2005, cuando ganara la SIG su único título de liga, han sido campeones Strasbourg, Le Mans, Roanne, Nancy, ASVEL, Cholet, Nancy, Chalon, y ahora Nanterre. Reto a los lectores a que me digan una liga que tenga tal variedad de vencedores en tan poco tiempo.
Los detractores de la final a partido único, modalidad que había estado vigente en los últimos años, sostenían que tal variedad de ganadores se debía a este tipo de final, que favorecía la sorpresas. Pero este año se retomaba la mecánica existente en la mayoría de ligas continentales, con una final a cinco partidos, y el resultado ha sido incluso aún más sorprendente que en los años anteriores, pues la JSF Nanterre, un equipo humilde, cuasifamiliar, se llevó el título al vencer 1-3 a una SIG con mucho mayor potencial, al menos, sobre el papel.
Y es que esta temporada ha sido la más igualada de la Historia en Francia. El colista, Poitiers, ha descendido con el mayor número de partidos ganados (10v-20d), que le hubiera servido para salvarse en temporadas anteriores. En cambio, Gravelines- Dunkerque ha sido campeón con el menor número de victorias (21v-9d), y el octavo clasificado, Nanterre, se metió con un balance del 50% (15v-15d), a sólo 4 del descenso y 3 del segundo puesto.
Las 10 mejores jugadas de la temporada regular
Palmarés de la temporada
- Campeón. La JSF Nanterre que, contra todo pronóstico, venció en la final al Strasbourg del seleccionador Vincent Collet. El humilde equipo de Nanterre, se metió octavo en los playoffs por el título, y fue capaz de eliminar al mejor de la temporada regular, Gravelines- Dunkerque, en cuartos de final; al campeón de la temporada anterior, el Elan Chalon, en semifinales; y a la SIG en la final. Siempre, con el factor cancha en contra. Le petit poucet (la pequeña pulga) hizo Historia y nos reconcilió a los románticos con el baloncesto más emotivo. El club con el decimoquinto presupuesto (de 16 equipos) acabó imponiéndose al resto. La Leaders Cup (antigua Semaine des As) fue para Gravelines- Dunkerque, mientras que la Coupe de France se la llevó el Paris- Levallois.
- Descensos a ProB. Poitiers y Boulazac. Se podía esperar que Poitiers lo pasara mal tras la salida de su hombre referencia la temporada anterior, el escolta francés Evan Fournier, para jugar en los Denver Nuggets. El PB86 no supo aprovechar la caja que hizo con la marcha de Fournier a la NBA, y anduvo toda la temporada coqueteando con las últimas posiciones. En cuanto a Boulazac, era uno de los más firmes candidatos al descenso tras haber subido de categoría el año anterior con el Limoges. Hay que destacar que el BBD luchó hasta el final con un ímpetu envidiable y estuvo vivo hasta la última jornada, pero las lesiones (especialmente la de su pívot franquicia, Darryl Monroe), pesaron demasiado en un equipo tan modesto.
- Sorpresas. Más allá de la obvia sorpresa del ganador de liga, la temporada nos dejaba el sorprendente resultado del SLUC Nancy, un club acostumbrado a participar en playoffs, que había sido campeón sólo dos temporadas atrás, y que luchaba por la permanencia con Boulazac hasta la última jornada. Una decepción que abocó en la dimisión, al final de temporada, de su técnico Jean- Luc Monschau, que llevaba desde 2004 en el banquillo, y había logrado con Nancy dos títulos de liga (2008 y 2011), tres subcampeonatos (2005, 2006 y 2007) y una Semaine des As (2005).
- MVP Extranjero. El MVP de la temporada regular, según la LNB, fue el base de Gravelines- Dunkerque Dwight Buycks (1.91, 24 años) que promedió 18.2 puntos, 3.2 rebotes, 2.9 asistencias y 1.4 robos para 14.9 de valoración en 31.6 minutos.
- MVP Nacional. El escolta de ASVEL Edwin Jackson (1.90, 23 años), elegido también jugador con mayor progresión y mejor joven de la liga. Ha promediado 16.4 puntos, 3.3 rebotes, 2.8 asistencias y 1 robo para 14.8 de valoración en 29.6 minutos.
- MVP de la final: El alero de la JSF Nanterre David Lighty (1.95, 25 años), que ha promediado en los playoffs 14.9 puntos, 3.8 rebotes, 3.3 asistencias y 1.3 robos para 16 de valoración en 37.9 minutos. Pero lo más impresionante ha sido su porcentaje de lanzamientos triples: nada menos que un 59.3% en la postseason, donde parecía tocado por los dioses.
- Jugadores a seguir. Los pívots nacionales Rudy Gobert (2.13, 22 años, Cholet), que tiene muchas posibilidades de ocupar una posición elevada en el draft de este año; Louis Labeyrie (2.09, 21 años, Paris- Levallois), pívot elegante con mucho margen de mejora, y Ousmane Camara (2.02, 24 años, Gravelines- Dunkerque), con posibilidades de asentarse en la élite si confía en su potencial. Y por supuesto, el mencionado Edwin Jackson, escolta de ASVEL.
Las 10 mejores jugadas de los Playoffs
MVP de la temporada: Sean May (Paris- Levallois)
Sean May (2.08, 29 años) (Paris-Levallois): 18.4 puntos (57.3% en tiros de 2; 39.1% en triples; 78.6% en tiros libres), 7.8 rebotes (2.6 ofensivos) y 2 asistencias para 21.3 de valoración en 31 minutos.
Formado en la Universidad de North Carolina, Sean May fue un jugador destacado en la NCAA. Campeón en el año 2005 con los Tar Heels, fue nombrado MVP de la final, siendo sophomore. Sus buenas prestaciones en la NCAA (14.1 puntos, 9.4 rebotes) le valieron para ser elegido en la primera ronda del draft (puesto 13 por los Charlotte Bobcats), pero las lesiones truncaron su carrera profesional, y de los Sacramento Kings marcharía a la liga turca, al Fenerbahçe. Su último equipo antes de llegar a la liga francesa fue la Sutor Montegranaro italiana.| El cinco ideal solobasket de la temporada 2012-13 | ||||
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| SLUC Nancy | Le Havre | Elan Chalon | Strasbourg | Paris-Levallois |
| 13.4 puntos, 4.2 rebotes, 6.7 asistencias y 2.2 robos para 16.4 de valoración en 35.8 minutos |
16.8 puntos, 3.1 rebotes, 7.4 asistencias y 5.5 faltas recibidas para 17.4 de valoración en 34 minutos |
15.6 puntos, 4.7 rebotes, 5.5 asistencias y 1.6 robos para 19.2 de valoración en 34.4 minutos | 13.7 puntos, 7.1 rebotes, 5 asistencias y 1.4 robos para 19.4 de valoración en 32.9 minutos | 18.4 puntos, 7.8 rebotes y 2 asistencias para 21.3 de valoración en 31 minutos |
¿Por qué me gusta la liga francesa?
A veces resulta complicado transmitir la pasión que uno siente por algo a quienes te preguntan por las razones de dicho apasionamiento. El baloncesto que se juega en la ProA francesa tiene muchos elementos que lo hacen atractivo para cualquier amante del basket más genuino.
Para empezar, se trata de un juego mucho más rápido y físico que el que estamos acostumbrados a ver en las canchas de la Liga Endesa. La intensidad que ponen los jugadores es más elevada, y muchos de ellos disponen de físicos privilegiados, lo que permite ver constantes tapones, contraataques, y mates descomunales. No es un baloncesto que se caracterice por su nivel técnico ni táctico, sino que es más puro, más primitivo y genuino. Aunque también más alocado, claro.
Además, los general managers de los equipos franceses tienen que agudizar el ingenio para reclutar a los mejores jóvenes universitarios que no encuentran sitio en la NBA. Los salarios que se pagan en la ProA francesa son discretos, por lo que los equipos no pueden competir con otros clubes europeos (rusos, turcos y españoles) para contratar a los mejores estadounidenses que juegan en Europa. Debido a ello, se hace necesario arriesgar reclutando a jugadores recién salidos de la universidad como Marquez Haynes, Malcom Delaney, Dwight Buycks, o Marcus Denmon, por poner algunos ejemplos. En algunos casos, como el de Jamie Skeen, fue un absoluto fracaso, pero lo más habitual es que estos jugadores se hagan visibles para el resto de clubes europeos con mayor potencial económico, gracias a sus números en Francia, y den el salto a otra liga.
Y por si todo lo anterior fuera poco, no podemos dejar de recordar que la liga francesa es la más imprevisible de todo el continente. Una competición igualadísima en la que dieciseis clubes parten con posibilidades de cualquier cosa. Clubes que un año están arriba, disputando los títulos, y al siguiente, luchan por la permanencia. O modestísimos equipos familiares con presupuesto ínfimo, que dan el campanazo y se llevan la liga. Eso explica que un equipo con la masa salarial de la JSF Nanterre (1 millón sumaban los salarios de todos los jugadores), pueda convertirse en campeón. La ProA es una locura, pero bendita locura. Y que dure muchos años.





