Queda menos de un minuto y medio y Fenerbahçe gana por 8 puntos (71-63). Sloukas pierde la bola pero su actividad no cesa hasta que recupera el balón pocos segundos más tarde, y después de hacer un dos contra uno. Esta jugada bien podría definir a dos equipos que no se rinden nunca. Ni Zalgiris perdiendo de 13 en el tercer cuarto, ni el conjunto turco bajando el listón en ningún momento. Al final, la experiencia se ha impuesto a la inexperiencia y el Fenerbahçe, arropado por una grada llena de camisetas amarillas, jugará su tercera final consecutiva (76-67).
No era fácil tumbar al vigente campeón. Pero si alguien lo podía hacer es este Zalgiris de Sarunas Jasikevicius que no ha dejado de sorprender. Un equipo, en mayúsculas, que como decía el mismo Zeljko, “no se rinde nunca”. Pero perdiendo 20 balones, no rendirse es una tarea muy difícil. Mas si 5 de ellas son en el último cuarto.
El inicio fue como se presupone de un partido de esta importancia, con dos equipos más centrados en no cometer demasiados errores que en sus virtudes. En este contexto, el Fenerbahçe imponía su ritmo y empezaba abriendo brecha en un comienzo con poca anotación (7-1). La entrada en pista de Ali Muhammed, a la postre decisivo, permitiría a los turcos ver más cerca los puntos en ataque.
Pero en el lado contrario estaba unos de los mejores bases de esta temporada, un Kevin Pangos que sabía superar un inicio de partido complicado para guiar a su equipo en las transiciones y encontrar a sus compañeros interiores en las ya clásicas triangulaciones ofensivas. El partido, tras dos conexiones aéreas entre Sloukas y Vesely, llegaba igualado al descanso (39-33).
El paso por los sentaría mejor a los de Obradovic, que alcanzaban una máxima ventaja de 13 puntos (50-37). La respuesta llegarba de la mano de Pangos, explotando una línea de 6,75 poco utilizada a lo largo del encuentro. Y cuando el Zalgiris más se acercaría gracias a su constante trabajo en el rebote ofensivo, el tiempo en el Kombank Arena parecía detenerse con la entrada en pista de Ali Muhhamed. Entrada y salida. Definitiva.
Triple más triple más canasta de dos. Y al banquillo a descansar. Del 54-52 al 62-52. En un periquete. Momento Bobby Dixon, momento clave. De esta ya no se recuperaría el Zalgiris pese a su lucha y su presión en toda la pista. Porque cuando más cerca volvían a estar, 3 pérdidas seguidas de balón le alejarían finalmente de alcanzar la cima de la temporada.
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Ali Muhhamed – Bobby Dixon
Pequeño, pero matón. El base americano ha tenido una temporada complicada, con una lesión que le impidió empezar a tiempo. Pero todos sabían de su peligro. Podía estar mal, entrar en la pista y dinamitarlo todo. Y así ha sido. En el primer cuarto ya ha mostrado su capacidad para darle un empujón al partido y en la recta final ha decidido que el sufrimiento debía acabar. 8 puntos consecutivos para alejar al Zalgiris de cualquier razonamiento de final. Finalizó con 19 puntos (8/11 en TC) en poco menos de 12 minutos sobre la pista.
Ali Muhammed with the 3 to send the @FBBasketbol fans wild!#7DAYSMagicMoment #F4GLORY pic.twitter.com/xo6iuP716b
— EuroLeague (@EuroLeague) 18 de mayo de 2018
Las pérdidas de balón
20 pelotas ha perdido Zalgiris, que nunca se ha encontrado cómodo del todo en la pista. 4 balones de inicio y calma después, pero el flujo ha vuelto a aumentar en el tercer cuarto. Y al final… muchas pérdida en el último y decisivo cuarto periodo. Y en el momento más delicado, en unos minutos en los que su rival tampoco ha estado muy fino, 3 balones perdidos consecutivos. La defensa del Fenerbahçe ha caminado siempre un paso por delante. Pangos y Micic (5 cada uno) tuvieron muchísimos problemas para buscar a sus compañeros interiores, y en esas acciones desperdiciaron muchos ataques que posibilitaron las contras turcas.
La línea de 6,75
Pocos triples se han tirado en el partido, y menos se han intentado. Sorprendente. Con unas defensas muy cerradas, el tiro lejano no ha sido una opción. Y esto ha condicionado los ataques. El Zalgiris no ha anotado su primera canasta de 3 puntos hasta el último cuarto, para solo 2 canastas de 3 al término del choque (las 2 en el tercer cuarto) después de 10 lanzamientos. El Fenerbahçe tampoco se ha prodigado demasiado más allá del arco con 7 triples anotados de 18 intentos.