Claves:
– La exhibición de Markus Howard: El americano entró en simbiosis con un Buesa Arena ya encendido desde la previa y fue el dueño y señor del partido durante el primer tiempo. En penetraciones, triples, transiciones, cinco para cinco… daba igual todo, el resultado siempre era el mismo: el balón atravesaba la red.
– Sergio Rodríguez, otra vez señalado en la defensa: Igual que ocurrió contra el FC Barcelona, el tinerfeño salió de inicio y le tocó bailar con la más fea. En aquel momento fue Tomas Satoransky, en esta ocasión fue Howard.
– Peñarroya, el Baremboim de Baskonia: El técnico catalán escondió completamente las debilidades de su equipo durante la primera mitad y dio rienda suelta al talento de sus jugadores, justo lo que se le pide a un entrenador de primer nivel.
– Ausencia de ajustes en el Madrid: El contraste fue Chus Mateo, que necesitó el descanso para retomar el timón de su barco. Rotaciones extrañas, planteamientos dudosos, temas recurrentes durante toda la temporada.
El Baskonia se colocó momentáneamente como líder de la Euroliga después de ganar al Real Madrid en el Buesa Arena (92 – 86). Markus Howard protagonizó una exhibición espectacular en la primera mitad y luego apareció cuando los blancos amenazaban con la remontada.
El primer cuarto confirmó todos los planteamientos previos al partido. El encuentro, disputado en sus minutos iniciales, se erigió como una lucha de estilos y virtudes. El Madrid encontró a sus jugadores grandes, ya fuera en la pintura con un Tavares imponente o con un Cornelie acertado también desde la línea de tres puntos y que firmó siete tantos rápidamente.
Por parte de Baskonia, Markus Howard aprovechó el descanso en la jornada previa de ACB y despuntó desde que pisó el parqué. Además de una capacidad innata para aprovechar ventajas a través del pick and roll, el ex de Denver también dejó jugadas destacadas en la transición ofensiva, lanzando triples con acierto incluso sin opción de rebote ofensivo.
Durante los diez minutos iniciales ambos equipos gozaron de gran acierto, siendo un triple sobre la bocina de Nigel Williams-Goss, que cedió su puesto en el quinteto titular a Sergio Rodríguez, el colofón a la fiesta ofensiva que se celebraba en el Buesa Arena.
El 24-28 del periodo entrecuartos ya indicaba que era un partido de alta anotación, perfecto para el estilo de los vascos, y donde cualquiera de los dos equipos podían tener parciales importantes. El segundo cuarto empezó con un acierto fulgurante de los visitantes que llegaron a ponerse ocho tantos arriba.
Sin embargo, con el paso de los minutos, el Baskonia, alentado por sus aficionados, fue ganando terreno, hasta que en un abrir y cerrar de ojos pasó a empatar el partido y después a superar los diez puntos de ventaja.
Los hombres de Chus Mateo perdieron completamente norte. No solo les costaba anotar, sino que con casi cinco minutos de margen, Baskonia ya amenazaba con superar los 50 puntos. Henry, Hommes y Howard formaron un trío indescifrable para la defensa merengue, impotente ante la velocidad y precisión baskonistas.
Tras el descanso, la temperatura en el Buesa Arena bajó radicalmente. Cuando el Madrid juntó en pista a un quinteto más equilibrado, bajó el ritmo anotador de los locales y redujo una distancia que superó los quince tantos. De hecho, los de Chus Mateo llegaron a ponerse a cinco, gracias a lanzamientos más sencillos y volviendo a hacer valer su superioridad de centímetros.
Para la desgracia de los madridistas, Howard anotó en un par de ocasiones seguidas pese a haber entrado en una espiral más gris. De esta manera, el chicle se estiró a los nueve, antes de que Deck y Tavares, los líderes blancos, volviesen a meter a su equipo en partido.
La tendencia continuó durante el periodo decisivo. Ya con NWG en pista y sin la presencia de los Sergios, el Madrid continuó acercándose en el marcador, aunque nunca llegó a empatar el partido. Apariciones de Howard, Giedraitis y Hommes evitaron la sorpresa negativa para los aficionados en la grada. Con este resultado, el Baskonia se aúpa, de manera temporal, al primer puesto en la clasificación, mientras que el equipo de Chus Mateo pierde el tren de los líderes.