Si hay un deporte que no termina de despegar en Alemania, ése es el baloncesto. Sin ningún término medio, han conseguido medallas o han desaparecido de los puestos de honor con suma facilidad. Lejos queda ya la Alemania campeona europea del 93, en uno de los torneos más rocambolescos que se recuerdan y con los locales ganando a Rusia por un solo punto.
Los Rödl, Gnad, Harnisch o el a la postre MVP del torneo, Christian Welp levantaban el trofeo después de un pírrico balance de 5 victorias y 4 derrotas. Aquella era una época en la que los títulos nacionales eran cuestión de dos equipos, el Bayer Leverkusen y el Alba de Berlin.
En catorce años se repartieron los mismos títulos, siete cada uno. Mientras tanto, la sección del Bayern Munich recordaba tiempos mejores cuando a mediados de los años ciencuenta conseguía dos campeonatos, poco antes de caer a las categorías regionales del baloncesto alemán. En el 2008 el club asciende a la segunda división alemana y empieza a construir un ilusionante proyecto que quiere colocar a los bávaros entre los mejores equipos europeos.
La receta es sencilla: presupuesto cercano a los tres millones de euros, un puñado de los mejores jugadores alemanes de los últimos años y la batuta del seleccionador alemán, Dirk Bauermann. Así, han llegado jugadores como Steffen Hamman, Demond Greene o Aleksandar Nadjfeji, que deberán ser una sólida base para acometer el sueño del ascenso. Junto a ellos el ex-Huelva Darius Hall, Jonathan Wallace con experiencia en la Euroliga o la joven promesa Bogdan Radosavljevic.
Si hay una persona que ha apostado fuerte por este proyecto es el Director General del club, Uli Hoeness: “Me gusta el baloncesto. Queremos hacer un equipo competitivo y lo más importante es conseguir el ascenso. Y después nos plantearemos entrar a competir con los mejores equipos de Europa. Hay consenso dentro del club, estamos decididos”.
Este énfasis en el futuro próximo del equipo ha sido decisivo para que un técnico de gran prestigio europeo como Dirk Bauermann aceptará el reto. Mediado el verano, el rotativo alemán Frankfurter Algemeine destapaba un presunto interés del Real Madrid en Dirk, pero la complacencia de la federación alemana y los plenos poderes depositados en él han sido decisivos.