El CSKA vuelve a reinar Europa tras un año en el que cedió el título al Panathinaikos de Atenas tras vencer justamente al Maccabi Elite Tel Aviv, en una final que estuvo igualada durante veinte minutos, pero que acabó con el famoso imparable tercer cuarto del equipo moscovita. La misma final de Praga, de hace dos años, acaba con idéntico resultado. Además Holden, vuelve a convertirse en campeón de Europa por segunda vez este año, en el mismo pabellón, definitivamente, este campo se le da bien. Trajan Langdon, fue nominado como mvp, tras realizar un partido final, espectacular, con 21 puntos y 7 rebotes, y su siempre excepcional trabajo en la pista.
La competición por el cetro europeo, comenzó en el primer tiempo como una dura batalla dentro de una guerra, una guerra, de la que solo podía salir un vencedor. Las primeras batallas fueron duras, con los dos equipos metidos en una lucha encarnizada, con dos duras defensas, extremadamente fuertes, en ocasiones superando el límite de la legalidad.
Ambos equipos intercambiaban rachas anotadoras, el Maccabi, saliendo fuerte como suele acostumbrar a pesar del precedente de este viernes, y con un CSKA que no tardó en entrar en liza, a través de un Langdon extremadamente metido tanto en tareas defensivas como en ataque, consiguiendo un espectacular 4 de 4 en tiros triples. El Maccabi estaba, jugando un baloncesto como en los últimos tiempos, y sin ir más lejos el viernes, un tanto desorganizado, basado en la explosividad de Will Bynum, cuajando un gran partido, y haciendo a su equipo anotar por rachas. Bynum tuvo la oportunidad de mandar al descanso el partido con un 3+1, pero falló el tiro libre, y los moscovitas se fueron con la primera gran batalla ganada.
El CSKA volvió a la cancha, en su tan temido tercer cuarto si el del Maccabi es el primero- el del CSKA es el tercero, y lo demostró sobradamente, sabiendo atacar la defensa macabea con inteligencia, con algunos tiros sobrantes, sobre todo, cuando con dos triples seguidos anotados intentó acabar con el partido con dos tiros precipitados. El Maccabi estaba perdido, encontraba algo de luz en jugadas sueltas, alguna con Batista, que estaba cuajando un buen partido, pero la no presencia de Bynum les dejaba sin verticalidad, y sin la opción de buscar buenos tiros y hombres libres con la defensa balanceada.
García tenía la oportunidad de meter a su equipo en partido, y colocarlo a cinco, con una contra, pero el brasileño, dudo entre machacar, ilógicamente con la derecha o dejar una bandeja, y falló inexplicablemente una bandeja en el 1×0. El CSKA seguía jugando de manera muy inteligente, buscando tiros cómodos, o forzando en el 1×1 y el 2×2 para encontrar faltas. La salida de Bynum está suponiendo este año un extra de energía, y en este partido todavía más claramente, porque a pesar de no ser un director, sí que es un buen anotador y un buen creador de juego con su verticalidad, nada más entrar anotó un triple para ajustar un poco las cosas antes del comienzo del último cuarto, con seis puntos para el CSKA.
Siskauskas aparecía en un momento clave, para poner más piedras en el camino ya empedrado del conjunto amarillo, con otro triple más para los rusos. El buen hacer de Bynum, se transformaba en el último curto en una sobreexcitación por querer resolver, cuanto antes, que le hacía daño al Maccabi, en forma de tiros malos y pérdidas. A falta de seis minutos Smodis ponía la puntilla con otro nuevo triple, que con catorce puntos por delante ponías las cosas francamente imposibles al conjunto judío, y acallando definitivamente a la marea amarilla que inundaba el palacio.
A partir de ahí el Maccabi concatenaba errores con canastas, mientras el CSKA, tan solo esperaba a que el tiempo transcurriese, para levantar de nuevo, dos años después el cetro continental.