El FIATC Joventut Badalona es el nuevo campeón del NIJT (Nike International Junior Tournament) tras vencer al FC Barcelona Regal con una superioridad aplastante. Los de Paco Redondo llegaron a dominar de 37 puntos, doblando a su rival en el marcador (74-37) y con el EQUIPO como auténtica estrella por encima de ninguna individualidad. La presión toda la cancha, el trabajo en el rebote, sobretodo ofensivo, y la extraordinaria confianza que desprendían los jugadores de la Penya, claves del gran éxito de una de las mayores canteras de Europa.
Aunque inicialmente el choque ha empezado muy igualado y con un acierto impropio de una final, la inmediata irrupción de Abalde, anotando todo lo que tocaba, y la presión en toda la cancha que llegó a realizar hasta algún 3 contra 1, ahogó rápidamente al conjunto blaugrana, que permitía demasiados rebotes ofensivos. Con el mismo ritmo frenético con el que acababa el primer cuarto empezaba el Joventut el segundo período, con un gran desgaste en defensa y una lectura del juego ofensivo exquisita. Por su parte, el conjunto de Calderón iniciaba todos sus ataques buscando la superioridad interior de Draskovic, que recibía más de un defensor. El absoluto control del rebote ofensivo y la asfixiante defensa verd-i-negre provocaban 10 pérdidas al Barcelona a la medía parte, impidiéndoles correr en cualquier situación. La diferencia alcanzaba los 13 puntos y la principal estrella del torneo, Mario Hezonja, tenía que verlo desde el banquillo a causa de las personales.
Los blaugrana siempre empezaban los ataques con sólo 15 segundos y sin un referente claro, escogiendo muchas veces una mala opción ofensiva fruto de la intensa oposición. El ejemplo claro entre los dos equipos lo encontramos en un contraataque de Nogués en el que el ala-pívot no convertía la canasta y eran dos compañeros suyos los primeros en llegar, capturar el rebote y anotar la canasta, situando a los suyos 17 puntos arriba al descanso (46-29) y dejando el título visto por sentencia. La moral de los dos equipos, totalmente distinta.
Como no podría ser de otra manera y menos tras un festival de triples que abría Nogués con la complicidad de Sans y Abalde (61-31), el FIATC Joventut de Badalona seguía con su particular fiesta sobre el parqué, dando un auténtico repaso al Barça, que proponía sin demasiada suerte una defensa zonal. Adrià Cantenys era el único que intentaba no perderla la cara al partido pero sin éxito en sus finalizaciones y Mario Hezonja, todo carácter, trataba de hacer la guerra por su lado, también sin suerte. La Penya encontraba un coladero en la defensa rival e Iriarte enlazaba una acción individual con un triple para relanzar aún más a los suyos (70-37).
Finalmente el último cuarto ha sido una dura espera para ambos equipos. Los de Badalona esperando a la bocina final para ser merecedores campeones del torneo mientras los blaugrana, con la cabeza bajada, esperaban que terminara todo. Los verd-i-negres, con la confianza en las nubes, conseguían todo lo que se proponían, culminando así un gran torneo y siendo muy superiores a su rival en la final.
“Hemos ido creciendo como equipo durante el torneo”
“En Europa piensan que en Badalona se trabaja bien el básquet”, es una de las consecuencias de este título según su presidente, un Villacampa que ha estado presente durante todo el torneo para dar soporte al equipo. “En el partido de hoy hemos sido muy superiores, pasando por encima de ellos, jugando muy bien, muy acertados y con mucha intensidad”. “No han podido nunca”, concluye el mandatario, muy satisfecho con sus pupilos y con el objetivo del club, “la formación”.
Por su parte el técnico del equipo, Paco Redondo, coincidía también en destacar el gran crecimiento de su equipo en el torneo, del que ser finalista “era un objetivo muy lejando desde el principio. Pero la derrota hace dos semanas en el campeonato de Catalunya contra el Barça no les hundió, sino que provocó “las dos mejores semanas de entrenamiento”. Este crecimiento al ir sumando victoria tras victoria con “un gran baloncesto por la categoría que es” ha provocado en los jugadores un altísimo nivel de confianza tanto en el tiro, como en el pase y en la defensa que les ha dejado sin oposición.