
Racha de derrotas: Después de 3 derrotas seguidas dando una imagen totalmente diferente en la liga doméstica (media de 33,8 puntos por victoria), el conjunto vasco buscaba con ansia su segunda victoria para posicionarse entre los 8 primeros de la tabla.
Malos porcentajes y muchos errores: El Darussafaka estuvo lastrado todo el partido por sus errores tanto en el tiro de dos (44%) como desde la línea exterior (20%), cometiendo también muchos errores en su juego, jugando con muy poca organización y sin saber controlar el ritmo del partido.
Contraataque baskonista: Los de Pedro Martínez supieron aprovechar muy bien sus oportunidades. A medida de que sus porcentajes fueron subiendo, comenzaron a jugar con más fluidez y fueron como un martillo letal en cuanto al equipo rival se le escaba la bola.

El encuentro parecía comenzar como otro de esos partidos que ya habíamos visto antes esta temporada, pero en cuanto el Kirolbet Baskonia comenzó a coger dinámica anotadora ante los turcos, solo tuvieron que apretar en defensa
El encuentro parecía comenzar como otro de esos partidos que ya habíamos visto antes esta temporada, pero ya en los primeros minutos un parcial de 0-9 con Tornike Shengelia y Darrun Hilliard liderando al equipo dió un toque a los turcos de lo que eran capaz de hacer los baskonistas en un momento de buen juego. Aún así, los dos equipos comenzaron a errar bastantes tiros, con muchas dificultades de encontrar la canasta, yéndose empate a 16 al finalizar el primer periodo.
Ante los murmullos del Buesa Arena de no saber qué le pasaba al equipo en los partidos de Euroliga, un buen intercambio de canastas que aumentó el ritmo del partido, le dió una ventaja de 4 puntos a falta de 5 minutos del partido. En ese tiempo a los vitorianos les dió tiempo a dar un lavado de cara al partido, endosándoles un 14 – 2 de parcial y pudieron anotar todos los que formaban el quinteto, dejando un 38-30 en el electrónico.
Al salir de vestuarios, los vascos apretaron en defensa, siguiendo su nivel de anotación por las pérdidas causadas y por el pobre juego que empezó a desarrollar el Darussafaka en aquellos momentos. Un gran juego colectivo pudiendo anotar muchas canastas fáciles a la contra abrieron la brecha del partido sin dar oportunidad alguna a los turcos de que se metiesen en el partido, para un final de 64-41.
El último cuarto fue más de lo mismo y un Darussafaka perdido, sin apenas organización, se vió arrollado por el alto ritmo de juego de Kirolbet Baskonia, que por fín tras 3 malas jornadas en Euroliga consiguen dar el golpe en la mesa que necesitaban. En el próximo partido en casa contra Valencia Basket se verá realmente si siguen patentes las dudas sobre el juego del equipo, si fue una mala racha o simplemente falta de confianza.


