El “Loco” Montenegro vuelve a las canchas después de tres años de retiro. Será una de las atracciones del Trofeo de las Américas que comienza el 12 de enero en Veracruz (México). El legendario pívot argentino reforzará al Obras Sanitarias, encuadrado en el grupo C.

Su último partido fue en el 2006, cuando vistió la camiseta del Villa Mitre, de Primera División, en un trofeo local. Tras una charla con el presidente, Fabián Borro, y el técnico, Carlos Duro, a Montenegro le llegó un e-mail en el que Fabián le decía que tenía una camiseta guardada para él. Montenegro entendió que se trataba para un partido de veteranos pero la realidad era que le estaba dando un billete para México.

“Le pregunté al presidente si me estaba hablando en serio. Yo no estaba en condiciones de decidir las cosas así de rápidas, lo hablé con mi pareja, y la verdad es que me motivó el tipo de torneo corto como a mí me gusta y tomé la decisión de aceptar la propuesta", dijo Montenegro.

Aunque la inactividad se va a notar, Montenegro se muestra esperanzado: “Estoy muy feliz, no hay que olvidarse que tengo 43 años y hace tiempo dejé de jugar al basket, pero este deporte es como andar en bicicleta, nunca se olvida". 

Por su parte el presidente ha añadido que se encuentra en el mismo peso que cuando tenía 22 años aunque le falta ritmo de partidos. “Nos pareció que era una buena oportunidad para darle un toque más de jerarquía al equipo y para él, para que pueda hacer un buen retiro como le corresponde a un gran jugador”.

El "Loco” es una de las leyendas vivas del baloncesto argentino. Jugó en clubes como Olimpo de Bahía Blanca, Estudiantes, Independiente de General Pico, Unión de Santa Fe o Peñarol de Mar del Plata. También estuvo en la universidad de Louisiana State y su buen rendimiento le hizo ser elegido en el draft del 88 por los Sixers, por detrás del “Gigante” González. No jugó en la NBA pero sí en las ligas menores de Estados Unidos, Venezuela y en la A-2 italiana.

A España llegó con 17 años tras destacar con Argentina en el Mundial Junior de Palma de Mallorca. El CAI Zaragoza, dirigido por el futuro seleccionador argentino León Najnudel, lo fichó e intentó nacionalizarlo aunque problemas burocráticos le dejaron toda la temporada en blanco. Otro tipo de problemas propiciaron su retorno a Argentina.

Ha vestido la elástica albiceleste en innumerables ocasiones aunque en la mente de todos está el Preolímpico del 92, cuando obligó a David Robinson y Pat Ewing a turnarse para defenderle. Aquella noche se hizo dibujar el 22 en la nunca. Este número tiene una connotación de locura en Argentina.

Diversos motivos extradeportivos, las lesiones, y su difícil carácter le complicaron la práctica del baloncesto en los últimos años. En los 90 fundó una agencia de representación de jugadores, HM Sports Agency, y en el 2007 llegó a presentarse para concejal de Bahía Blanca por el partido PRO.