El Tau Baskonia jugará por cuarto año consecutivo la Final Four de la Euroliga, la cita más grande del baloncesto europeo. Los vitorianos hicieron valer el factor cancha, en un ambiente mágico que no tuvo nada que envidiar al infierno del Hala Pionir. La afición estuvo desde el principio, como hace años que no se veía en el Buesa Arena, haciendo añicos todos esos comentarios que llegaban desde Belgrado acusando a la afición vitoriana, como sospechosamente fría.
Arropados por su afición, los vitorianos lograron vencer a un equipo que llegaba con la intención de emular a David en su batalla contra Goliat, no lo consiguió. Los sepultureros, fueron un rival dignísimo, un conjunto perfectamente entrenado, con una batería de jugadores jóvenes que se nota que llevan el baloncesto en la sangre, jugando con una veteranía impropia de esa edad durante dos partidos y un cuarto. El partido de hoy quizá les vino demasiado grande, y no pudieron con la sobresaliente defensa vitoriana, que fue capaz de parar a un equipo que juega como tal, y que cuenta con un pilar básico como Nikola Pekovic, que fue frenado a la perfección por un Tiago Splitter, desaparecido hasta hoy, pero que hoy estuvo inconmensurable en las dos partes.
Lo más importante fue el rendimiento de todo el conjunto vitoriano, con el liderazgo de Pablo Prigioni, la verticalidad de Vidal, la monstruosa segunda parte de Pete Mickeal y los definitivos minutos de Will McDonald en la recta final. Al final, un Dusko Vujosevic muy protestón no puso demasiados peros a la victoria baskonista, a pesar de que los árbitros en cierta medida les favorecieron.
El rey de las Final Four
Sí el Tau lleva cuatro Final Fours consecutivas, el CSKA ya acumula seis participaciones sobre sus espaldas, siendo ambos los dos equipos más regulares de los últimos años de competición. Vitorianos y moscovitas reeditaran la semifinal de hace cuatro años, solo que ahora las tornas cambian, ya que el equipo vitoriano es el que juega en casa.
Los rusos no se dejaron esta vez sorprender en su cancha, ya sabían lo que tenían que hacer, ya que utilizaron esa medicina en la Paz y la Amistad para sobrevivir al nuevo Olympiacos de Yannakis. Siguieron esa misma táctica, ganando desde la defensa, porque realmente es esta la que gana los campeonatos. Otra vez con el trío Papaloukas- Siskauskas Smodis echándose el equipo a las espaldas para seguir su camino rumbo al cetro continental.