Claves:

1.     Nigel Williams-Goss is back: El americano, tras una lesión de tobillo sufrida contra el Barça en la Final Four, volvió a jugar. Los minutos que estuvo en pista tuvo bastante influencia en ambos lados de la pista y con el paso de los encuentros ganará más protagonismo.

2.     Blatt y Procida suben el suelo del Alba: El joven italiano dio flashes del gran jugador que será, con una técnica individual depurada. Por su parte, su compañero, hijo del mítico entrenador israelí, exhibió una gran habilidad para dirigir un equipo desde la posición de uno.

3.     Ndiaye, ante su gran oportunidad: El ala-pívot jugó su verdadero primer partido en Euroliga y no lo desaprovechó. Como si de Usman Garuba se tratase, se dejó todo lo que tenía en defensa y acertó en ataque.

4.     Hanga, con molestias: No todas las noticias fueron buenas para el Real Madrid. Como ya pasara en otro partido de la temporada, Adam Hanga aprovechó el descanso para vestirse de calle tras sufrir algún tipo de problema físico. En un día en el que el Madrid recuperaba a su teórico base titular, el contratiempo para el húngaro supone un jarro de agua fría para la rotación.

5.     Chachismo en vena: Sergio Rodríguez tuvo su partido más inspirado en la dirección de juego desde su vuelta a Goya. Poirier fue el receptor de muchos de los pases del base tinerfeño que se gustó con el balón en las manos.

El Real Madrid volvió a ganar en la Euroliga ante el Alba Berlín (90-72). De esta forma, los alemanes siguen sin batir a los blancos en la gran competición europea. Por parte del Madrid, el dúo ChachoPoirier causó estragos, mientras que Procida se presentó ante el público del WiZink Center.

Pese a las bajas, el Real Madrid empezó con un gran ritmo ofensivo el partido. Con un Petr Cornelie especialmente acertado, tanto desde el exterior como en el contraataque, los blancos construyeron una ventaja de doce puntos pasados los seis minutos de juego.

En ese mismo periodo de tiempo, dejando de lado al ala-pívot francés, los otros dos nombres propios del encuentro fueron los de Tamir Blatt y Nigel Williams-Goss, el primero tomó el mando del Alba de Berlín y el segundo volvió a competir, seis meses después de su lesión en la Final Four de Belgrado durante el primer minuto de la semifinal contra el FC Barcelona.

El americano se había convertido, de forma no intencionada, en un halo de esperanza para un juego merengue que pasó por dificultades en el inicio de la campaña. Desde la primera vez que cogió el balón, demostró su verticalidad en la penetración.

El otro base que culminó su regreso a la competición fue Maodo Lo. El alemán que brilló en el Eurobasket, donde consiguió el bronce, entró al partido cuando terminaba el primer cuarto.

Al contrario de lo que se vio en el primer cuarto, que acabó con un marcador de 26-20, el ritmo anotador bajó. Por momentos, se vio a Chus Mateo en la banda haciendo gestos a sus bases para que consumiesen más segundos por posesión; no tuvo ese problema en el segundo periodo.

Eli John Ndiaye realizó su primera actuación relevante en la Euroliga. Después de la lesión de Yabusele, el canterano va a contar con más presencia, desplegando defensa y capacidad atlética en la posición de cuatro.

Una vez empezó el tercer cuarto y el Madrid construyó una ventaja superior a los veinte puntos, el Alba Berlín consiguió un parcial positivo. Sin embargo, la diferencia en el electrónico era tan grande, que la posición dominante de los merengues no corría peligro llegando a los últimos minutos del cuarto.

El partido perdió tensión en el último cuarto. La victoria del Real Madrid, que ganó todos los cuartos, no corrió peligro en ningún momento. Con esta victoria, los blancos mejoran su balance hasta el 5-3.