Claves del partido:
1. El Madrid necesita a Campazzo: Sea por la falta de NWG o Hanga, el Real Madrid no tiene un referente en ataque para generar los esquemas con regularidad. En demasiadas ocasiones dependen del talento de Musa y Hezonja en el perímetro y de Gaby Deck al poste. El argentino solventaría este problema.
2. Este Panathinaikos va en serio: Como no podía ser de otra manera con Radonjic en el banquillo, los griegos vuelven a ser un equipo correoso, físico y que busca el acierto sin demasiadas florituras. La presencia de efectivos como Grigonis o Ponitka solo acentúan esta idea que tan instaurada estuvo previamente en Estrella Roja.
3. Los tiros libres: El Panathinaikos estuvo cerca de brindar a su afición una victoria en el debut de Euroliga. Hubiera estado más cerca si el porcentaje en tiros libres hubiera sido más alto. 21 lanzamientos libres para solo once aciertos, poco más de un 52% de acierto, no es suficiente para ganar en el máximo nivel.
4. Hezonja necesita tiempo y espacio: Los diecisiete minutos de Hezonja se antojan limitados para el impacto que puede llegar a tener. De hecho, sus mejores momentos sobre el parqué llegaron cuando coincidió con Cornelie, que jugó solo en la primera mitad y abre el campo con su amenaza desde el triple. Tranquilidad.
El Real Madrid ha debutada en la nueva temporada de Euroliga con una victoria ajustada en una de las pistas más difíciles del continente, el OAKA (68-71). Pese a la buena actitud de Panathinaikos y la falta de sistemas ofensivos, los de Chus Mateo empiezan con un buen pie.
Nuestros Pronósticos gratis de Euroliga aquí.
El partido comenzó con un ritmo entrecortado. Los ataques no eran fluidos y las faltas personales no permitían ver un juego atractivo. Por parte del Real Madrid, solo Dzanan Musa penetraba y movía a la defensa a través de pases de dentro y fuera. El Panathinaikos arrastró durante los primeros minutos un desacierto en el lanzamiento que le llevó a la primera gran desventaja del encuentro (21-12).
El jugador que tuvo un papel protagonista en el parcial positivo madridista fue Mario Hezonja. El croata, que volvía al OAKA después de un verano en el que la afición griega le imploró su fichaje por Panathinaikos, anotó dos triples consecutivos y una suspensión al poste que colocó a los españoles con una renta interesante en el luminoso.
Sin embargo, un tiempo muerto de Radonjic y la aparición de Andrew Andrews, debutante en la máxima competición continental, colocaron a los locales a solo dos puntos de nuevo. El aro blanco, que había estado tapado durante gran parte de los primeros diez minutos, de repente estaba abierto.
El segundo cuarto comenzó con un 22-23 en el marcador. La tendencia a lo largo de los primeros minutos la última tendencia del periodo anterior se mantuvo. La dureza de la defensa verde aumentó y el Madrid no encontraba vías fáciles para anotar. En el otro lado del parqué, el Panathinaikos también sufría con las pérdidas.
A falta de penetraciones y sistemas más tradicionales con la intervención de los pívots, el equipo de Chus Mateo recurrió a uno de sus planteamientos más habituales no solo con el madrileño, pero también con Pablo Laso: Gaby Deck al poste. El argentino aprovechó su ventaja física en el emparejamiento con Marius Grigonis para llevarle a la zona izquierda del poste bajo.
La mayor intensidad de la defensa griega estuvo acompañada de un criterio arbitral confuso para los jugadores de ambos equipos. Por un lado, Ponitka fue señalado con dos faltas cuestionables al mismo tiempo que otras más claras de algunos de sus compañeros no eran señaladas. En la otra canasta, contactos leves provocaron faltas y el Real Madrid estuvo en bonus durante casi la mitad del segundo cuarto.
El conjunto de Mateo no encontró durante los primeros veinte minutos un referente para generar ataque. Llull conectaba con cierta regularidad con Tavares en el bloqueo y continuación, pero estaba muy desacertado en el tiro. El Chacho sufrió con la defensa de Paris Lee y nunca se encontró cómodo sobre el parqué y Causeur no pudo volver al juego después de dos faltas tempraneras en los primeros minutos de partido.
El tercer cuarto el Madrid continuó con su zozobra mental. En ataque no jugaban ningún sistema más allá de colocar a Deck contra algún exterior en la zona. La confusión por momentos fue tal que jugadores experimentados como Llull cometían errores impropios como unos pasos de salida al decidirse entre un pase mano a mano y un bloqueo de Tavares.
Panathinaikos también continuaba su tendencia de acierto irregular y pérdidas de balón. Esto le permitía a los madrileños mantenerse a una distancia en la que todavía podían luchar por la victoria o incluso ponerse por encima del marcador. Al final, con la habitual aparición de Sergio Llull en el minuto final, el Madrid sacó el partido adelante, no sin sufrimiento.