Olympiacos – Real Madrid 71-62
Maccabi Tel Aviv – EA7 Milano 86-66
Panathinaikos – CSKA Moscow 73-72
Olympiacos, lanzado a por la épica, fuerza el partido definitivo
Por Pablo Fernández
Podría pensarse que estaba hecho, que tras un 2-0 nadie podría remontar…pero si un equipo puede, ése es el Olympiacos. En el partido más gris de la serie, el equipo griego hizo de un fortín el Estadio de la Paz y la Amistad. Salvo Rudy, una vez más, y Tremmell Darden, el resto del equipo madrileño no rindió. Aun así no estuvieron lejos de ganar numéricamente, que sí en sensaciones. Viajarán de vuelta a Madrid, éste con la cancha a favor, y Olympiakos con toda la moral insuflada. Veremos quién es más duro.
Cuando el Madrid empezó a circular el balón, parcial de 8-0. Las indicaciones de Laso tras el tercer partido fueron claras, buscar a Bouroussis en el poste bajo, aunque bien defendido por los griegos. Rudy atacaba, y aprovechando el gesto Dunston provocó la falta en ataque. Y es que los dos jugadores iban a ser protagonistas. Como en el anterior partido, Dunston dio malos presagios al conseguir tres rebotes ofensivos en apenas cinco minutos, y por contra Rudy siguió a su enorme nivel. El Real Madrid defendió muy bien a Spanoulis (10-16), pero el Olympiacos mantenía el tipo gracias a los rebotes ofensivos, con cuatro para ellos por ninguno del Madrid, el cuarto terminó con 15-16.
Si Sergio Rodríguez ha mayor cantidad de momentos grises en esta eliminatoria que a lo que acostumbró durante el transcurso de la temporada, aquí tuvo su momento negro. El Madrid apenas encestó dos tiros de campo, el primero en el minuto 18. Por contra, la defensa del Madrid no era mala y fueron capaces de frenar el juego de Spanoulis no hubiese encestado hasta casi el final dejó con vida al equipo de Laso, 37-30. Bartzokas basó su defensa en constantes cambios en los bloqueos.
Después del descanso, pareció que el Madrid había salido con ganas de redimirse, pero tan sólo fue un espejismo no demasiado duradero. Los griegos jugaron muy duro atrás, y los árbitros se lo cobraron en las claras faltas personales. El equipo pudo haber ido a más, pero la leve mejoría de Mirotic no fue continuada, y Bouroussis, tras meter dos canastas bajo aro, tras las cuales el Madrid pudo empatar, se fue al banco. Pero el artífice del empate fue Rudy, el único jugador que aportó alguna solución, y con un gran triple dejó el marcador igualado a 47 en el minuto siete del tercer cuarto.
Así llegaron al último periodo con todo por decidir. El equipo rojo asestó un parcial de 11-2, cuando un triple de Lojeski los dejó nueve por encima (60-51), pero a Darden no se le arrugó la mano y replicó con otro. Más tarde Spanoulis paró la leve reacción blanca y se fueron consumiendo los minutos. Quedarán otros 40 para el ganador final.
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Un espectacular Maccabi cierra en 10 minutos su pase a la Final Four
Tres años después y con una de las plantillas más flojas que se le recuerdan en los últimos años de historia, el clásico israelí, el Maccabi de Tel Aviv, jugará la Final Four de la Euroliga, al derrocar al que era el anfitrión de la cita y el favorito de la serie el EA7 de Milán, un equipo que iba de menos a más durante esta temporada, pero que se ha topado de frente con el efecto que marca la mágica pista de “La Mano de Elías”.
Los de Luca Banchi, caen por 1-3, haciendo caer como un castillo de naipes un proyecto determinado a disputar la gran cita del baloncesto continental en su propia pista. Ahora serán las hordas amarillas las que invadan las calles de la capital del Duomo.
La imagen de los italianos fue muy diferente a la del lunes pasado, al menos, durante 3 cuartos en las que dominaron el partido y tuvieron unos porcentajes de acierto muy distintos al paupérrimo 30% que vieron en el tercer partido de la serie. Langford estaba a un nivel descomunal, rompiendo el partido, ampliando a ventajas de hasta 10 puntos, dando la sensación de domino a pesar de que muchas veces el juego italiano podía pecar de individualista. Langford se iba a 28 puntos al final del tercer cuarto y con la sensación de que los italianos tenían la situación controlada.
Nada más lejos de la realidad. Maccabi explotó. Su defensa dejó sin argumentos a los de Milán que se quedarían ciegos de acierto y de situaciones claras lo que se trasladaría también a la faceta defensiva, dejando situaciones y tiros excesivamente cómodos a un Maccabi que abusaba brutalmente de los italianos en los momentos decisivos de la serie. Alex Tyus -16 puntos y 9 rebotes- maltrataba el aro una y otra vez, para un temprano 11-1 de parcial. El parcial se fue alargando hasta el escandaloso 32-10 final, con grandes momentos de Tyrese Rice generando juego y de Smith rematando con su juego desde las esquinas. Espídicos, los amarillos pasaron por encima del efecto gaseosa de uno de sus ex, Keith Langford para sellar el pase a la Final Four.
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Panathinaikos y CSKA se la jugarán a un carta
Panathinaikos y CSKA de Moscú, otros dos de los grandes clásicos de la competición tendrán que batallar a vida o muerte por saber quien de los dos será el que se enfrente al Maccabi Tel Aviv en la Final Four de Milán. Los atenienses han sido capaces de sacar sus dos partidos en el imponente OAKA para así forzar un quinto partido en una cancha que no impone tanto al rival como la de los verdes, trasladando la presión al equipo dirigido por Ettore Messina.
Ambos equipos no volvieron a ofrecer el mejor de los espectáculos, aunque sí mejorado al del pasado lunes, con un final absolutamente trágico en el tiempo extra que se lo llevaron los verdes ante el doble fallo final en los últimos cinco segundos del hombre sobre el que recae todo el peso del equipo del ejercito rojo, Sonny Weems. Anteriormente Diamantidis ponía por encima a los suyos con dos tiros libres con 8.4 segundos para el final que venía precedido de un triple clave Antonis Fotsis, que a la postre daría ese necesario aire y vida al equipo verde.
Panathinaikos salvó el match ball, algo que logró también un killer del nivel de Vitaly Fridzon al salvar a su equipo en el tiempo reglamentario con un triple inmisericorde e imposible que a la postre no les serviría para nada. El viernes es un todo o nada, ya no valen segundas oportunidades. CSKA o Panathinaikos, solo puede llegar uno.
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