Tenían que sufrir cuatro derrotas consecutivas, arrancar sin triunfos en Euroliga y viajar a Turquía para enfrentarse al vigente bicampeón y al líder de la Euroliga para reaccionar. El Valencia Basket nos ofreció un baloncesto totalmente distinto al visto hasta ahora en los partidos ante el Anadolu Efes y el Fenerbahçe -sobre todo, en la primera parte de este-.
El cambio de chip en el club taronja por fin parece haberse dado y los valencianos vuelven de Estambul con buenas sensaciones tras ganar al Efes y darle un susto a la imbatibilidad del Fenerbahçe. El Valencia se quedó a una canasta de poder llevarse el encuentro (79-77) ante un equipo que, ahora mismo, es de lo mejor de Europa.
La primera parte del partido fue muy sólida por parte del cuadro naranja, yéndose a los vestuarios con 9 puntos de ventaja y haciendo creer a los aficionados que el 2-0 en Turquía sería posible. Sin embargo, el equipo otomano está a otro nivel y en cuanto subieron marchas, el Valencia se diluyó poco a poco. Los sustos de Jared Harper y Jonah Radebaugh tampoco ayudaron, la buena noticia es que no son de gravedad.
De este viaje a Turquía se pueden sacar varias conclusiones. Bojan Dubljevic, quien se había ganado meritoriamente los galones en el equipo y que parecía haber dejado de ser un líder, volvió a ser un referente en la pista. Su actuación ante el Efes fue clave y ante el Fenerbahçe, a pesar de algún fallo, siguió dando un paso adelante para suplir la baja por lesión de Jasiel Rivero.
Xabi López-Arostegui y Jaime Pradilla, revalorizados tras ser titulares y claves en una selección campeona del Eurobasket, debían jugar y tener la importancia que les corresponde. En cuanto esto sucedió, el equipo mejoró y los jugadores que aportan en intangibles le dieron mucha más solidez y empaque al equipo. Al igual que Sam Van Rossom. La leyenda taronja estuvo relegado en el banquillo ante el ASVEL y la diferencia fue notable con su participación en los últimos dos encuentros.
A un entrenador debutante en Euroliga como es Mumbrú y una plantilla con muchos jugadores nuevos -tambien debutantes en la competición- hay que darles un margen de tiempo de trabajo y los brotes verdes en Valencia parecen crecer.