La cuestión de los cupos está en boga. Después de las noticias de advertencias de la Comunidad Europea a los países que mantienen cupos para ciudadanos europeos, y de la revolución que se preparar en Italia (como fue anunciado en Solobasket), en Portugal la situación se acaba de alterar profundamente.
Hasta la pasada semana, solo eran considerados jugadores nacionales los elegibles para jugar en la Selección Portuguesa (ciudadanos portugueses o naturalizados), lo que dejaba sólo tres plazas para extranjeros, no importando su origen. El comunicado de 18 de Marzo de 2011, anuncia el cambio del reglamento, que pasa a considerar nacionales “los que sean nacionales de un país de la UE o de países con los que el Estado portugués y la Unión Europea tienen un acuerdo de cooperación o la reciprocidad”.
De inmediato, casos como lo de jugadora Beatriz González están desbloqueados, ganándose la permisión de inscribirse en su equipo, Carnide, de la División 2 Femenina. Pero otros cambios se esperan para la nueva temporada, cuando será muy probable volver a encontrar jugadores españoles jugando en la Liga Portuguesa.
Para el caso español, este cambio trae otro factor importante. La presión para que se cambie la situación de los cupos es ahora enorme, puesto que la Federación Española presentaba el caso portugués como uno argumento de su defensa. Si hay modificaciones también en Italia, España se quedará sin alternativas y el fin de los cupos pasará a ser inevitable. Así que volverá, como acontece en Portugal, a estar sobre la mesa la cuestión de formación y defensa del jugador nacional. En un momento de profundo cambio de mentalidades e importancia cultural de las nacionalidades en Europa, el deporte necesita una solución nueva y urgente.